Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 26 de enero de 2003
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Política

Guillermo Almeyra

El avispero iraquí

La guerra que George W. Bush (no Estados Unidos, la mitad de cuya población se opone a semejante aventura) prepara contra Irak, violando toda la legislación internacional y pisoteando a las Naciones Unidas y a los mismos aliados de Washington, está teniendo ya muy importantes consecuencias. Por razones de espacio no hablaré aquí de las posibles consecuencias sociales en Irak ni de lo que podría sucederles a plazo medio en caso de graves interrupciones de la producción petrolera iraquí a los países exportadores de petróleo, y a los países importadores de crudo, de inmediato. Sobre eso he escrito algo en mi artículo del domingo pasado. Quiero hablar ahora del realineamiento de fuerzas a escala mundial y de lo que pasaría de inmediato en el Medio Oriente, sobre todo si el criminal de guerra y convicto de corrupción Ariel Sharon es relegido con amplia mayoría en las próximas elecciones israelíes (no "israelitas", pues una buena parte de los israelitas o judíos que no residen en Israel repudian el fascismo).

Por ejemplo, en el bloque del Likud se extiende la idea de encontrar la "solución final" aprovechando la guerra con Irak para expulsar de los territorios palestinos ocupados y del mismo Israel a todos los árabes (incluidos los ciudadanos israelíes, que son 15 por ciento de la población) y negando toda posibilidad de existencia a un Estado Palestino, para colmo en tierra palestina. Esta gran "limpieza étnica" de 4 millones de árabes inundaría de refugiados a Siria, Jordania, Egipto, Líbano, y significaría la guerra con esos y otros países árabes, víctimas claras de la futura expansión del Gran Israel.

El jefe espiritual del Shas, el partido religioso israelí más fuerte, e integrante del gabinete de Sharon, el rabino Ovadia Yosef, por ejemplo, sintetizó racismo, fascismo, apartheid y fundamentalismo al plantear en la última Pascua que había que eliminar de la tierra a los árabes (así, en bloque, como Hitler hablaba de los judíos). Este hombre de religión, que sostiene ser representante de Jehová en la Tierra, dijo: "Está prohibido ser piadoso con ellos. Se les debe enviar misiles y aniquilarlos. Son malignos e infames. El Señor debe hacer pudrir sus semillas y exterminarlos, devastarlos y arrasarlos, (sacarlos) de este mundo" (Isaac Bigio, de la London School of Economics and Political Sciences, Memoria, diciembre de 2002, pág. 30). Puede imaginarse qué pasará en Medio Oriente si fanáticos semejantes se ven autorizados por una guerra local a aplicar sus planes racistas...

Además, están los cambios en la geopolítica. La mitad oriental de Europa se somete a la hegemonía estadunidense, como lo registra Donald Rumsfeld, ministro de Defensa de Washington, quien dice que esos países recién incorporados a la Unión Europea no siguen la disciplina de ésta y que Estados Unidos puede contar entonces con su perrito faldero, Tony Blair; con el delincuente Silvio Berlusconi y el falangista Aznar, pero también con esos países mitteleuropeos y balcánicos (salvo Grecia) que se someten a la OTAN. Pero el eje "carolingio" de Europa (Francia y Alemania) se refuerza ahora con Rusia (que es Europa, pero marginal) y con China, que forma con la Unión Europea un bloque antiguerra y anti Estados Unidos pues, como Rusia, sabe que en el menú de Washington el próximo plato fuerte está en Asia. Porque la guerra contra Irak forma parte de una geoestrategia que incluye evitar el desarrollo de China como potencia asiática, la posible sinergia China-Rusia-Japón y la colonización de China y de toda la ex Unión Soviética, zonas que poseen territorios y recursos (en gas, petróleo, minerales y agua) de importancia mundial.

Este bloque en el Consejo de Seguridad podría incluso condenar a Estados Unidos por su agresión unilateral contra Irak y crearía un contrapeso material y diplomático a Washington (cosa que no existe desde el fin de la Unión Soviética). Es evidente que este bloque está lleno de debilidades (basta pensar en la incapacidad política europea para conseguir la unidad y en el caballo de Troya -Blair, Berlusconi, Aznar- que tiene en su seno la Unión Europea) pero hay que ver también que si China se acerca a las otras potencias que tienen graves diferencias con Washington, los capitales estadunidenses que ven en China la última playa donde desembarcar temerían que otros puedan comerles el mandado y aumentarían el grupo de empresas que no apoyan la guerra contra Irak. La protesta popular en Estados Unidos lograría reforzarse incluso con sectores republicanos moderados, empresariales, y Bush lucharía, literalmente, contra el mundo. ƑY América Latina? Bien, gracias, en la normalidad... Con sus presidentes que van a Davos a ver sólo qué política dictan las trasnacionales y con sus movimientos sociales concentrados en sus legítimas reivindicaciones nacionales o incluso sectoriales, pero sin enlazarlas entre sí, ni mucho menos ponerlas en el marco de la lucha contra la guerra, que cambiará todo. ƑPor qué no pensar, por el contrario, en los posibles efectos de la guerra en cada país o ver la guerra como oportunidad de cambio y liberación?

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