Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 26 de enero de 2003
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Economía

José Antonio Rojas Nieto

La compleja situación petrolera

No resulta ocioso hacer un seguimiento detallado de la evolución de los precios del petróleo y de algunas de las razones que los mantienen altos, muy altos. Dos factores principales provocan esto. Por un lado, la inminente guerra contra Irak. Por el otro, el lamentable conflicto interno en Venezuela. Se trata de factores que condicionan severamente la evolución de las cotizaciones, sujetas a los movimientos normales -estructurales y estacionales- de producción y consumo. En el torbellino de eventos de hoy es preciso reconocer algo: no es la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) -como no sólo aseguran los voceros de ésta, sino analistas ajenos a ella- la que actúa para elevar precios. Por el contrario, la ampliación de sus plataformas de producción y, sin duda, también de la de los productores no-OPEP (afortunadamente México entre ellos), da razón de los esfuerzos de estabilización para evitar que las cotizaciones se eleven aún más, lo que, a todas luces, resulta nocivo en estos momentos.

Este viernes la canasta OPEP de siete crudos de referencia completó 25 días comerciales por encima de la cota superior de la banda de estabilización, fijada en 28 dólares por barril. Su cotización cerró por encima de 32 dólares. El precio del West Texas Intermediate (WTI) cerró en 33 y casi en 30 el de la mezcla mexicana de exportación. Con ello y como sucedía desde hace casi 12 años, el precio de nuestro crudo completó más de 10 días consecutivos en niveles próximos a los 30 dólares por barril. Precios elevadísimos en un mercado deprimido representan una verdadera sorpresa que sólo se explica por los conflictos actuales.

Los pronósticos de hoy señalan precios medios mensuales superiores a los 38 o 39 dólares para los siguientes tres meses. Incluso mayores si -como también se asegura en el ambiente petrolero internacional- la guerra contra Irak implicará un corte drástico en el suministro petrolero mundial, cercano a los 2 millones de barriles diarios. Y podría ser ligeramente mayor si, como también indican reportes que citan informes de inteligencia militar estadunidense, frente a los ataques y la invasión efectivamente los iraquíes dinamitan sus poco más de mil 500 pozos (mil 685 según los informes técnicos más recientes). Se trata de pozos que le representan al antiguo imperio persa una capacidad de producción cercana a los 3 millones de barriles al día, la mayor parte de crudos ligero Basrah (similar al Istmo) y superligero Kirkuk (parecido al Olmeca), aunque también un poco de pesados (como el Maya).

Acaso por ello -según voceros del Pentágono- el ejército estadunidense prepara acciones rápidas de recuperación de esos pozos petroleros iraquíes. Y, también por ello y en previsión de precios aún más altos -como lo aseguró el ministro del Petróleo, Ali Naimi, este sábado en Davos-, Arabia Saudita se prepara para impulsar acciones complementarias en caso de que la ampliación de la producción OPEP, que comienza el sábado primero de febrero, no resulte suficiente para impedir que la cotización de la canasta OPEP se mantenga por encima de la cota superior de 28 dólares por barril. Y es que, como es sabido, Arabia Saudita produce actualmente cerca de 8 millones de barriles diarios y en pocos días puede alcanzar una producción cercana a 10 millones de barriles diarios. La elevación de la producción árabe buscaría -a decir de Naimi- que la cotización de la canasta de la OPEP fuera de 25 dólares por barril, nivel que el ministro asegura es el adecuado.

En Venezuela, mientras tanto, el conflicto continúa e impide que fluyan casi 2 millones de barriles al día del crudo cuya mayor parte se destinaba a Estados Unidos y que representa 13 por ciento de sus suministros externos. Y precisamente de Estados Unidos, por conducto del ex presidente James Carter, surgen dos propuestas de discusión sobre el futuro inmediato de Venezuela: la primera, recortar el mandato presidencial a cuatro años en lugar de seis, con lo que el gobierno de Chávez terminaría este año y se convocaría a elecciones; o, la segunda, aceptar el referéndum de agosto en el que se preguntaría el deseo popular de que el presidente Chávez continuara o se retirara del gobierno.

Independientemente de la decisión que se adopte, lo cierto es que se ha debilitado mucho su capacidad productiva, ya que el conflicto con el presidente Chávez ha sido promovido e impulsado por la mediana y alta dirigencia de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).

Todo esto hace concluir que, efectivamente, los próximos cuatro o cinco meses serán muy difíciles para el mercado petrolero y, por ello mismo, para la evolución económica mundial. Precios altos se suman a otros factores para inhibir la recuperación económica estadunidense y europea. Y, con ello, la recuperación económica nuestra. Lamentablemente.

NB. Muchos esperamos con verdadero gusto el reinicio de las transmisiones de Canal 40. šEnhorabuena por la determinación de los tribunales!

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