Xóchitl Gálvez: etnias enviaron
a nuestro país en 2000 más de 600 millones de dólares
De 241 municipios indios marginados, 38 por ciento
de los migrantes a EU
Subsecretario de Salud denuncia falta de fondos para
atención sanitaria de indocumentados
LA JORNADA DE ORIENTE
Puebla, Pue., 25 de enero. En la composición
del flujo migratorio de México hacia Estados Unidos, 38 por ciento
tiene su origen en 241 municipios indios de alta o muy alta marginación,
expresó Xóchitl Gálvez, encargada de la Oficina de
Representación para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas
de la Presidencia de la República.
Según estudios realizados por la dependencia, al
llegar al país vecino los migrantes que hablan alguna lengua autóctona
han logrado obtener empleos con remuneraciones iguales a las conseguidos
por otros mexicanos que incluso tienen un nivel superior de estudios.
Respecto al envío de remesas a sus familiares,
dijo la funcionaria, los indígenas envían proporcionalmente
más dinero y con mayor frecuencia a sus parientes que radican en
territorio nacional; durante 2000, mandaron casi 606 millones de dólares
a México, una mejora sustancial de sus ingresos si se toma en cuenta
que acá ni siquiera lograban ganar un salario mínimo como
labriegos.
Durante el último día de actividades del
foro internacional Diáspora Latinoamericana a Estados Unidos y Canadá,
que se desarrolló desde el viernes en esta capital, la funcionaria
federal recalcó que casi 20 de cada 100 migrantes que salieron en
pos del sueño americano entre 1995 y 2000 pertenecían
a hogares indios de Oaxaca, Hidalgo y Michoacán, las entidades de
mayor expulsión de etnias al extranjero.
"Irse para el otro lado se convierte en rito de paso para
la juventud, un camino hacia la madurez y el reconocimiento social; así
la migración es hoy para muchos jóvenes indígenas
de ambos sexos una expectativa vital y una experiencia cultural necesaria,
y en muchos casos ineludible."
Durante la misma mesa redonda, Roberto Tapia, subsecretario
de Salud, reconoció que los programas gubernamentales para la atención
sanitaria de los migrantes, como el denominado Vete sano, regresa sano,
no han recibido suficientes recursos económicos, porque "a las instituciones
encargadas de distribuir el dinero no les ha caído el veinte"
de la urgencia de combatir las enfermedades entre los grupos de indocumentados
que se mueven entre México y el país vecino.
Por el momento, la Secretaría de Salud utiliza
fondos de otros programas en los que se ha incluido a los emigrantes, que
constituyen uno de los grupos más vulnerables, que constantemente
se convierten en víctimas del sida y tuberculosis.
Por separado, Ignacio Santos Preciado, titular del Centro
Nacional de Salud para la Infancia de la misma dependencia, dijo que entre
las carencias más importantes en la política del cuidado
de salud de los migrantes destaca la inexistencia de un cerco de vigilancia
epidemiológica y un monitoreo constante de quienes forman parte
de los flujos migratorios circulares.
En tanto, Xóchitl Castañeda, coordinadora
de la iniciativa binacional de salud México-California, apremió
a los gobiernos de George W. Bush y de Vicente Fox a hacer del tema de
la salud de los migrantes un asunto prioritario y a apoyar a las universidades
y organizaciones no gubernamentales que ofrecen servicios médicos
a los connacionales en el extranjero.
Por último, la directora del Sistema para el Desarrollo
Integral de la Familia, Ana Teresa Aranda, alertó sobre el aumento
de la prostitución infantil en la franja fronteriza, que se produce
cuando los menores no logran atravesar la frontera y para conseguir dinero
son explotados sexualmente.