González Ruiz: los textos, amalgama de moral sexual vaticana y conservadurismo

En la Guía de padres que elaboraron la fundación Vamos México y el sindicato magisterial aparecen "ideas de corte moralista" de grupos que promueven la abstinencia sexual, afirma el investigador Edgar González Ruiz. Para este filósofo y especialista en grupos de derecha es preocupante que la Guía de padres en vez de proporcionar información amplia y científica sobre el tema, promueva la "represión" sexual.

"En lugar de obligar a los adolescentes a hacer juramentos de castidad sería conveniente instruirlos sobre la forma de practicar la sexualidad evitando riesgos", afirma el autor de La sexualidad prohibida y Conservadurismo y sexualidad.

Asegura que estudios realizados en Estados Unidos, donde se han promovido ampliamente campañas en favor de la abstinencia sexual, han demostrado que de poco sirve esta estrategia para disminuir las tasas de embarazos precoces o la transmisión de enfermedades. Para los adolescentes, dice en entrevista, es más aconsejable contar con información veraz para practicar la sexualidad sin riesgos, ya sea mediante las diferentes modalidades de los juegos eróticos que no incluyen prácticas de riesgo o enfrentando éste mediante el uso del condón.

Al hacer un análisis detallado de los tres libros que integran la Guía de padres, González Ruiz concluye que son "una amalgama de la moral sexual del Vaticano y de los proyectos del conservadurismo mexicano ". Esta mezcla de enfoques provoca que el texto caiga en "obvias contradicciones". Por ejemplo, señala, la guía reconoce que hay distintos tipos de familia. Sin embargo, a lo largo de los capítulos pone énfasis en que la educación sexual debe estar orientada a transmitir un modelo de pareja heterosexual y encaminado a la procreación.

Cita párrafos que sustentan esas afirmaciones, los cuales aparecen en el primer libro: "la educación sexual es ofrecer a nuestra hija o nuestro hijo un modelo de pareja (...) La idea es que el niño (a) aprenda lo fundamental de la relación entre un hombre y una mujer".

Señala que estos manuales también hacen concesiones en otros temas. Por ejemplo, cuando dicen que es necesario hablar de anticonceptivos (aunque no especifican cuáles), aseguran que la masturbación es una práctica natural y hablan de la necesidad de respetar las diferentes preferencias sexuales.

Por otro lado, indica que la guía también tiene ideas útiles sobre asuntos como la higiene personal, los hábitos de estudio, de trabajo y convivencia, y la promoción de la lectura. Sin embargo, uno de los aspectos que más inquietan a González Ruiz es que pone énfasis en la abstinencia sexual, política que, explica, ha alcanzado su clímax en Estados Unidos con el apoyo de los gobiernos de Ronald Reagan y George Bush (padre).

En su análisis asegura que esta política de abstinencia sexual no está enraizada en el catolicismo, sino en grupos protestantes que promueven el puritanismo. Aunque aclara que en los últimos años el papa Juan Pablo II se ha ido acercando más a la línea de algunos grupos ultrarradicales que también prohíben el ejercicio de la sexualidad.

"Muchos de los trucos retóricos que aparecen en la guía están expresados de la misma forma en libros de autores moralistas y de grupos como Enlace en la Comunidad Encuentro", afirma.

El grupo Enlace, añade, fue integrado en los años noventa por esposas de funcionarios gubernamentales y empresarios que han organizado costosas campañas publicitarias para fomentar la abstinencia y que han colaborado con el gobierno de Guanajuato (sobre todo durante la administración de Vicente Fox) para la elaboración de materiales educativos.

La guía, plantea el especialista, repite casi textualmente las estrategias que recomiendan este tipo de libros y que curiosamente no aparecen en la bibliografía de los manuales elaborados por Vamos México y el sindicato magisterial.

Por ejemplo, cita la página 45 del volumen 3 de la guía, que recomienda a los padres de familia que "es necesaria una flexibilidad razonada junto con una autoridad firme para ayudarles a prevenir situaciones de riesgo, animarlos a buscar diversiones adecuadas a su edad, propiciar que salgan en grupo, que participen en fiestas con la presencia de un adulto y pospongan las citas en las que se encuentren solos en pareja".

Este tipo de recomendaciones, expone, van encaminadas a impedir físicamente que los adolescentes ejerzan en alguna medida su sexualidad, lo que además puede provocar que los padres de familia se conviertan en figuras "intransigentes y tiránicas".

Los libros, explica, también inducen a la idea de que la sexualidad equivale al riesgo de embarazo o de contraer determinadas enfermedades, con lo que se refuerza la idea de la abstinencia.

Otro lugar común del discurso conservador, agrega, es asociar la sexualidad con la violencia o el consumo de drogas. En la guía se hace referencia a ello: "La televisión suele presentar actitudes y comportamientos confusos y abrumadores para los chicos y chicas. La violencia, la sexualidad, el abuso de drogas y alcohol son temas comunes en los programas y en los comerciales, y ellos (los adolescentes) podrían asumirlos como algo natural".

El especialista encuentra otros "trucos" en la guía para prohibir el ejercicio sexual. El libro señala al respecto: "Para tener claridad y tranquilidad en sus decisiones, los adolescentes necesitan conocer con precisión cuáles son las consecuencias de una vida sexual activa. Deben saber que muchas enfermedades de transmisión sexual pueden dejar secuelas graves en el organismo e incluso provocar la muerte, y que ellos no están exentos de contagiarse". Tal como la guía lo presenta, la abstinencia sexual es el camino hacia el "amor maduro", planteamiento que, concluye González Ruiz, parece fruto de reflexiones, de normas religiosas y de viejos prejuicios. CLAUDIA HERRERA BELTRAN