Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 20 de febrero de 2003
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Política

Washington no puede justificar el conflicto bélico, señala

El poder ciega a EU, lamenta la Comisión Episcopal para los Laicos

ALMA E. MUÑOZ

La Comisión Episcopal para los Laicos lamentó que ''el poder y la voluntad de dominio ciegue a Estados Unidos y sus pocos aliados'' para provocar una guerra. Consideró que detrás de esta causa ''el misterio de la iniquidad pesa con toda su fuerza''.

Presidida por el obispo emérito de Coatzacoalcos, Veracruz, Carlos Talavera Ramírez, la comisión episcopal subrayó que no hay razón alguna para que Estados Unidos justifique el conflicto bélico, y pidió a todos los católicos orar por la paz en el mundo. Sobre todo porque el enviado del papa Juan Pablo II a territorio iraquí, el cardenal Roger Etchegaray, facilite el diálogo entre las naciones dando cabida a la razón, la prudencia, el perdón y la reconciliación.

Después de que Radio Vaticano criticara al gobierno de Estados Unidos y sus aliados, Gran Bretaña y España, por su ''arrogancia'' para atacar a Saddam Hussein, pese a la oposición mundial, la Conferencia del Episcopado Mexicano dio a conocer el documento donde se juzga indispensable superar la indiferencia ante la guerra.

''No es el miedo ni la amenaza la que nos mueve -escribió el obispo Talavera-, es el espíritu de Dios que anima la historia hacia la unidad de la entera familia humana la que nos inspira oración, ayuno, reflexión y obras para construir la paz en todas las latitudes del planeta.''

Ante los ''amenazantes escenarios de guerra, destrucción, sufrimiento y desequilibrio mundial'', manifestó que los católicos ''ya no podemos esperar pasivamente, sin esperanza y sin caridad operante, que las cosas se arreglen'', porque la intención, aunque ''no hay razón alguna que la justifique'', es una ''guerra preventiva'', pero no se toma en cuenta que ''la guerra es destrucción, es una espiral cada vez más profunda, es una negación del hermano y de Dios''.

Para el obispo, es indispensable acompañar con la oración el trabajo del cardenal Etchegaray, para ''anunciar la buena noticia, para facilitar el diálogo, para buscar dar cabida a la razón, la prudencia, el perdón y la reconciliación".

No obstante, subrayó la dificultad que enfrentará el enviado papal con Estados Unidos y sus aliados, ''pues el poder y la voluntad de dominio los ciega''.

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