Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 23 de febrero de 2003
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Cultura
La hija del escritor hidalguense recopila material disperso, videograbaciones principalmente

La labor de Garibay en cine, radio y tv, el doble de su obra literaria

Hay casetes con mil 200 cápsulas que autor de Par de reyes hizo para el Imer, y que podrían derivar en una serie de compactos Hoy, homenaje en la Feria del Palacio de Minería

CESAR GÜEMES ENVIADO

Cuernavaca, Mor., 22 de febrero. Hasta el momento, a casi cuatro años de la muerte de Ricardo Garibay, que se conmemoran este 3 de mayo, su archivo y biblioteca personal se mantienen en la que fue su casa, en esta ciudad. Desde el fallecimiento del autor de Par de reyes, su hija, la periodista María Garibay, se ha dedicado de tiempo completo a clasificar los documentos existentes y recuperar las cintas de audio y video que a lo largo de varios años don Ricardo grabó para distintos medios.

Este domingo a las 12 horas se lleva a cabo en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería un homenaje en memoria del escritor hidalguense, organizado por Editorial Océano, en el que se dará a conocer el quinto volumen de la colección Obra Reunida de Ricardo Garibay, titulado Crónica II, y que contiene De lujo y hambre, Chicoasén y una amplia variedad de crónicas no pensadas para un libro específico. Con motivo de ese homenaje hemos visitado a su hija María, única responsable al frente de lo que es ya el Archivo Garibay, conformado por todos los manuscritos de las obras literarias del prosista, medio centenar de guiones cinematográficos, 150 casetes de audio y otras tantas cintas de video, más la biblioteca particular del escritor, una de las más completas y ambiciosas del país.

De esta suerte, el trabajo de Garibay puede extenderse a casi el doble de lo que dio a conocer en forma impresa. Tan sólo de las cápsulas sobre literatura universal que hizo para el Instituto Mexicano de la Radio (Imer), María Garibay tiene copia de 70 casetes de 94 minutos cada uno, lo que implica un promedio de mil 200 cápsulas, en su momentro transmitidas por Opus 94 y Horizonte, mismas que dejaron de emitirse hace un par de años. Además, el propio Imer mantiene en su poder al menos otras 100 horas de grabación correspondiente a otros tantos programas realizados por el novelista. Al respecto nos dice su hija: "Me gustaría iniciar pláticas con los directivos del instituto para que en principio den copias de esos programas al archivo, independientemente de que el Imer mantenga los derechos de transmisión. En el caso de los casetes con las cápsulas, que he transcrito casi en su totalidad, tuve por parte de la administración anterior del instituto el permiso de publicar la transcripción, algo que no se ha realizado por varias razones, una de ellas es que el trabajo ahí contenido estaba pensado para ser dicho, no leído. Así que hemos pensado en la posibilidad de editar una serie de discos compactos, pero ese proyecto requiere de apoyos con los que por el momento no contamos los herederos de mi padre".

A lo largo de varios años, Garibay hizo para lo que ahora es Televisión Azteca una muy amplia cantidad de programas, en ocasiones a solas, en otras con escritores invitados. Luego de que esa empresa termine en estos días de reorganizar su videoteca, María Garibay espera que en este mes se inicie la copia de un centenar de cintas de video para que se sumen a las existentes en el archivo.

-Esa es una muy buena noticia.

-Lo será mejor ahora que se concrete. En las negociaciones para tener copia de esos programas, negociaciones que han sido amables, tenemos ya varios años.

-¿Dejó trabajos inéditos que hayas encontrado al clasificar este acervo?

-No precisamente. Garibay escribió para publicar y lo cumplió. Casi todo lo escrito se puede encontrar en libro y aparecerá en la Obra Reunida, que tiene a cargo quien fue uno de sus amigos más leales, el editor de Océano, Rogelio Carvajal. Lo último que escribió mi padre fue el libro que iba a llamarse Cartas a Minerva, que estaba planeado para 40 textos de los cuales alcanzó a escribir sólo siete. Poco antes de eso escribió su último cuento, titulado El Pegaso. Tenemos sus diarios y muy escasa correspondencia. Tal como hemos hablado con Carvajal, los diarios han de mantenerse dentro del archivo y no darlos a conocer. Cuando mi padre escribía un texto lo trabajaba mucho, lo rescribía en varias ocasiones y lo ajustaba al máximo, por eso es que si publicáramos las páginas de su diario no encontraríamos al Ricardo Garibay que él quiso dar a conocer.

-El acervo de su padre es muy extenso y valioso. ¿Ha recibido ofertas de alguna institución para conservarlo y que los interesados trabajen en él?

-He mantenido algunas pláticas, pero no hay nada en firme. Me interesa mucho que el archivo se quede en México, desde luego. Ricardo Garibay escribió aquí y es su país el que ha de interesarse por el resultado de su trabajo.

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