Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 8 de marzo de 2003
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Mundo
VIENTOS DE GUERRA

Francia y sus aliados rechazan en la ONU el ultimátum; México evita definirse

Estados Unidos da a Irak 10 días para desarmarse, o atacará

Destaca Blix la cooperación de Bagdad; la eliminación total de armas, en algunos meses, afirma

No se trata de oponerse a EU, sino a una resolución con la que no se está de acuerdo, dice Derbez

DAVID BROOKS Y JIM CASON CORRESPONSALES

Nueva York y Washington, 7 de marzo. Estados Unidos y sus aliados declararon este viernes que Irak cuenta con 10 días a partir de hoy para desarmarse o habrá guerra, con o sin el apoyo de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

A pesar de que los jefes de inspectores de armas de la ONU informaron hoy al Consejo de Seguridad que el proceso de inspecciones está rindiendo frutos por primera vez en una década, y que una abrumadora mayoría de los países miembros de ese mecanismo reiteró su preferencia por la "vía pacífica" para resolver esta crisis, Estados Unidos, Gran Bretaña y España anunciaron un plazo final para comenzar la guerra.

Los cancilleres de los tres países informaron que convocarán al Consejo de Seguridad la próxima semana para que vote una versión enmendada de su resolución conjunta, que autorizara el uso de la fuerza militar para desarmar a Irak.

La nueva versión establece que "Irak habrá fracasado en tomar la última oportunidad ofrecida por la resolución 1441, a menos de que el 17 de marzo de 2003, o antes, el organismo concluya que Irak ha demostrado cooperación plena, incondicional, inmediata y activa de acuerdo con sus obligaciones de desarme" bajo las resoluciones de Naciones Unidas.

Esta sorpresiva acción tal vez fue resultado de que estos tres países anticipaban que los jefes de inspectores presentarían un informe hoy señalando avances en el proceso de desarme, y que solicitarían más tiempo para su labor.

La larga ruta de los expertos

El jefe de inspectores, Hans Blix, señaló este viernes que se necesitan, bajo la suposición de una plena y continua cooperación de Irak, "meses, no semanas, no años, pero sí meses" para lograr que Saddam Hussein se deshaga de todas sus armas de destrucción masiva.

Blix informó de resultados concretos. "La destrucción (de misiles) realizada constituye una medida sustancial de desarme, de hecho la primera desde comienzos de los 90. No estamos observando la destrucción de palillos. Se están destruyendo armas letales", afirmó.

Con todo, el informe presentado por Blix indicó una serie de cuestiones de desarme no resueltas y pendientes, pero no hubo duda de que el jefe de inspectores deseaba más tiempo para este proceso.

Blix fue seguido por su colega Mohamed el Baradei, jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica, encargado de las inspecciones de armas nucleares en Irak.

Como lo ha dicho antes, El Baradei fue muy claro en su evaluación: "después de tres meses de inspecciones de intrusión, hasta la fecha no hemos encontrado prueba alguna del reavivamiento de un programa nuclear en Irak".

Sin embargo, el secretario de Es-tado estadunidense, Colin Powell, y sus contrapartes de Gran Bretaña y España insistieron nuevamente que todo esto no era suficiente y que Irak no ha cumplido con sus obligaciones ante la ONU.

El informe escrito de los inspectores, dijo Powell, era más bien "un catálogo de la no cooperación" iraquí. Agregó: "colegas, ahora es el momento para que el consejo envíe un mensaje claro a Saddam de que sus tácticas no nos han engañado. Nadie quiere guerra, pero está claro que el avance limitado que hemos visto, los cambios de proceso, los ligeros cambios sustantivos son resultado de la presencia de una gran fuerza militar... no es de los inspectores".

Advirtió que "ahora es el mo-mento para que el Consejo de Seguridad le diga a Saddam que el reloj no se ha detenido por sus estrategias y sus maquinaciones... El reloj sigue corriendo. Y las consecuencias de las continuas negativas de Saddam Hussein a desarmarse serán muy, muy, reales".

Pero la mayoría de países miembros pareció rechazar la fecha límite del 17 de marzo propuesta hoy por Estados Unidos y sus aliados; Francia, Rusia, China y Alemania reafirmaron su postura de que no hay necesidad de una segunda resolución, ya que el informe de los inspectores señala que las previas resoluciones están rindiendo resultados, por lo que explícitamente rechazaron cualquier iniciativa que autorice una guerra.

Una vez más, el discurso del canciller francés fue el más elocuente y apasionado en contra de la opción bélica. Dominique de Villepin fue tajante al subrayar que "no podemos aceptar un ultimátum" y una propuesta que lleva a "la lógica de la guerra".

En estos momentos, insistió, se debe responder a la interrogante planteada por "pueblos de todo el mundo: ¿Por qué deberíamos en-trar en una guerra con Irak? ¿Por qué destruir instrumentos que acaban de comprobar su efectividad? ¿Por qué deberíamos desear continuar, a cualquier precio, con la fuerza cuando podemos tener éxito pacíficamente? La guerra es siempre el reconocimiento de fracaso".

Para De Villepin la conclusión del informe presentado por los inspectores era que Irak "ahora representa un peligro menor al mundo que en 1991, y de que podemos alcanzar nuestro objetivo de desarmar efectivamente a ese país".

Respondiendo a la propuesta anglo-estadunidense, dijo que "no podemos aceptar un ultimátum en tanto los inspectores estén reportando avances. Eso implicaría guerra. Llevaría a que el Consejo de Seguridad abandonara sus responsabilidades. Al imponer una fecha límite de sólo unos cuantos días, ¿nos reduciremos a buscar un pretexto para la guerra? Como miembro permanente del Consejo de Se-guridad, lo repito, Francia no permitirá la aprobación de una resolución que autoriza la automaticidad del uso de la fuerza. Mejor consideremos la angustia y la espera de la gente por todo el mundo, en todos nuestros países, de El Cairo a Río de Janeiro, de Argel a Pretoria, de Roma a Yakarta".

Esta decisión transciende el caso de Irak, destacó el canciller:. "Veamos esto con lucidez: estamos definiendo un método para resolver las crisis. Estamos optando por definir el mundo en que queremos que vivan nuestros hijos".

Respondiendo directamente a las justificación y proclamaciones del presidente George W. Bush en días recientes, De Villepin afirmó que si se trata de cambio de régimen, "la fuerza ciertamente no es la mejor manera de crear la democracia. Alentaría a la peligrosa inestabilidad, ahí y en otras partes".

Si es para luchar contra el terrorismo, agregó, la guerra sólo lo intensificará, y advirtió no entrar en el juego de "aquellos que de-sean el enfrentamiento de civilizaciones, de religiones".

Agregó: "Para quienes creen que la guerra sería la manera más rápida para desarmar a Irak, yo digo que establecerá abismos y creará heridas que durarán mucho en curarse. ¿Y cuántas víctimas resultarán, cuántas familias enlutadas?".

Tras manifestar que se entiende "el sentido profundo de inseguridad con el cual han vivido los estadunidenses desde la tragedia del 11 de septiembre de 2001", señaló que no hay ninguna prueba de que exista un vínculo entre el régimen de Irak y Al Qaeda, y preguntó si el mundo sería un lugar más seguro después de una intervención militar en Irak. "Les quiero decir que la convicción de mi país es que no".

En los próximos días, concluyó, el consejo enfrentará una decisión esencial, "desarmar Irak por la guerra o la paz. Y ésta es una decisión crucial que implica otras: la capacidad de la comunidad internacional de resolver crisis actuales y futuras, una visión del mundo y un concepto del papel de la ONU".

Así, sorprendió con su propuesta: a esta votación se deberían presentar los mandatarios de los países miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para asumir esta responsabilidad.

Esta iniciativa fue rechazada luego por Estados Unidos y otros países alineados con Washington. Pero el mensaje fue claro: esto tiene que ver con el nuevo orden mundial y con quién, cómo y mediante qué medios se establecerá.

México, la incógnita

En un día en que se establecían en su forma más definida las posturas entre las opciones de paz o guerra en el Consejo de Seguridad, México decidió evadir. Sin adoptar una posición clara y definitiva sobre las propuestas en la mesa, el canciller Luis Ernesto Derbez sólo afirmó que México favorece buscar todas las opciones para resolver esta crisis de manera pacífica, e instó al consejo a hacer todo lo posible para alcanzar un consenso.

Cuando a su salida se le preguntó si México podría considerar votar contra Estados Unidos, Derbez respondió: "México no puede decir no a Estados Unidos, sino a una resolución con la cual no está de acuerdo".

-¿México estaría dispuesto a condenar una acción militar unilateral de un miembro del Consejo de Seguridad contra un miembro de la ONU? -se le preguntó al canciller.

Derbez evitó responder directamente, al señalar que "esa es una pregunta hipotética". Al parecer no había escuchado los comentarios del presidente Bush anoche, cuando reafirmó que Estados Unidos tiene el derecho de usar la fuerza militar contra otro país con o sin el "permiso" o la autorización de la ONU, declaración que, de acuerdo con algunos especialistas, por definición viola la Carta de la ONU.

Tras insistir en que México desea ampliar el diálogo dentro del consejo, "ampliar el espectro de fórmulas para lograr el desarme efectivo de Irak" y abrir "este espacio a más opciones e ideas que preserven la vía diplomática para atender" este asunto del desarme, Derbez señaló que la división y polarización sobre el tema está generando daños en el ambiente político y económico internacional.

Así, junto con Chile, instó nuevamente a redoblar el esfuerzo para lograr un mayor consenso dentro del consejo y la ONU. "Este es un momento definitorio, por lo que México desea resaltar la importancia de no desmayar en la búsqueda del consenso más amplio entre los miembros" del Consejo de Seguridad.

Reiteró: "México está convencido de que hay que explorar todas las vías, hay que recorrer todos los caminos, hay que aprovechar todas las oportunidades para resolver esta cuestión por la vía pacífica".

Pese a todo, Derbez evitó sumarse a la posición de Francia, Rusia, China y Alemania, que explícitamente proclamaron que no podían apoyar la opción bélica mientras no se agoten todas las opciones de una solución pacífica. Así, dejó en duda si la próxima semana votará en favor, en contra o se abstendrá de la resolución estadunidense-británica-española.

Sin embargo, al declararse en favor de una solución pacífica y multilateral, no diferenció la posición mexicana de la estadunidense y la británica, que siempre han insistido en que prefieren la paz y que esta instancia multilateral cumpla con sus "responsabilidades".

En su intervención ante el consejo, Derbez también dedicó un tiempo notable -comparado con otros miembros- a las advertencias y críticas contra Irak.

"México desea manifestar su amplia preocupación ante la situación en Irak y la falta de una cooperación activa, inmediata y efectiva por parte del régimen que gobierna ese país", afirmó.

El énfasis siempre fue sobre la necesidad de mayor cooperación por parte de Irak y menos sobre si el uso de la fuerza está descartado por México en favor de dar más tiempo al proceso de inspecciones.

El día terminó con el mundo más cerca de la guerra en Irak. Ahora hay una fecha límite y ello implica, según entienden casi todos, que la guerra comenzará unos cuantos días después del 17 de marzo, si no hay sorpresas, con o sin el apoyo de Naciones Unidas.

La jornada también terminó con el mismo conteo de votos con el que empezó. Del lado de Estados Unidos, los únicos que se han atrevido a expresar su apoyo a la opción bélica son Gran Bretaña, España y Bulgaria. Del lado que rechaza esta opción y está en favor de dar más tiempo al proceso de inspecciones están Francia, Alemania, Rusia, China y Siria.

Los llamados "seis de en medio" o los "indecisos" reiteraron sus posiciones en favor de presionar más a Irak para que cumpla con sus obligaciones impuestas en las resoluciones, aunque también expresaron en general su preferencia por una solución pacífica de este conflicto. Estos son: México, Chile, Pakistán, Guinea, Camerún y Angola.

Entre los observadores y diplomáticos se calcula que los últimos cuatro tendrán poco margen de maniobra al llegar la votación y se supone que se verán obligados a votar con Estados Unidos.

Eso dejaría a los dos países latinoamericanos que se han unido en favor de un mayor consenso entre los países permanentes, como los que podrían definir si Estados Unidos logra una mayoría para su resolución (aunque si todo queda igual, ésta sería nulificada por un veto de Francia y tal vez Rusia).

Si nada cambia de manera dramática, el mundo queda avisado: la guerra podría comenzar en cualquier momento a partir del 17 de marzo.

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