Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 12 de marzo de 2003
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Mundo

VIENTOS DE GUERRA

La influencia del clima en las operaciones militares

CAMPO UDARI, KUWAIT. Las recientes tormentas de arena en el desierto de Kuwait han recordado estos días a las unidades estadunidenses estacionadas en ese país la influencia determinante que puede tener ese clima en las operaciones militares durante una eventual guerra contra Irak.

Vientos de más de 50 nudos han soplado estas semanas recientes en el norte de Kuwait, complicando la vida de las decenas de miles de soldados estadunidenses que esperan una orden para atacar.

"La comida está llena de arena, todo está lleno de arena", se lamentaba el lunes Jeremy Smith, un suministrador de carburante de la 101 División Aerotransportada, mientras intentaba resguardarse en su tienda de la reciente tormenta.

Además de los pequeños inconvenientes que provoca en la vida diaria, la arena puede ocasionar problemas más serios. Y la 101 división, equipada con 270 helicópteros, resulta especialmente vulnerable a este tipo de fenómenos.

"El viento y la arena hacen que el entorno resulte más duro", aseguraba un comandante de brigada, el coronel Gregory Gass. "El helicóptero es frágil con sus miles y miles de piezas", añadió.

Según Grass, las tormentas de arena que comenzaron en enero hacen que los vuelos se conviertan en un ejercicio arriesgado y ello ha provocado la anulación de varios entrenamientos.

"Hay que tener en cuenta los riesgos que esto comporta", dijo Grass, quien consideró que es "extremadamente peligroso volar en tales condiciones".

El coronel Gass reconoce que el viento y la arena pueden evitar que los helicópteros puedan volar. "Si el viento es fuerte, al punto de reducir la visibilidad, no se puede volar", declaraba el militar estadunidense.

Si para los helicópteros civiles está prohibido volar con vientos de 45 nudos, los Apache y otros aviones militares pueden hacerlo con vientos de 60 nudos, aseguraba el coronel Gass.

Algo que confirmaba un piloto del helicóptero de asalto, Troy Wyatt, que se disponía a realizar un vuelo de entrenamiento.

Los técnicos afirman por su parte que las condiciones climáticas del norte de Kuwait y del sur de Irak necesitan una atención mayor cuando se realiza cualquier operación de mantenimiento.

"Hay piezas que cuestan 2 o 3 millones de dólares y que se pueden dañar seriamente si se les expone a la arena", afirmaba el técnico Josh Rich.

"Si se engrasa demasiado una pieza, retendrá más arena, así que el efecto será el contrario al que buscábamos", observaba Rich, para quien una pieza que debe ser verificada cada dos o tres meses en condiciones normales, requiere una revisión cada dos o tres semanas en Kuwait.

Según el responsable de la unidad de meteorología de la brigada aérea de la división, el sargento Aaron Kelley, está previsto que las tormentas de arena continúen al menos un mes más.

Después, el calor hará su aparición, indicaba el meteorólogo, que advirtió que los soldados tendrán que soportar, de abril a septiembre, temperaturas que podrán alcanzar los 57 grados centígrados. AFP

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