Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 23 de marzo de 2003
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Economía

José Antonio Rojas Nieto

Lamentable premio al martirio de Bagdad

El movimiento de flotas y marines estadunidenses ha modificado muchas expectativas en cuanto a la evolución de los precios internacionales del crudo. Cuando muchos esperábamos elevaciones drásticas del precio -incluso a niveles cercanos a 70 u 80 dólares- la realidad nos ha desmentido. Se presumía no sólo la quema de buena parte de los pozos iraquíes, sino la supresión de parte de los suministros provenientes del Pérsico. Pero no. Se informa de no más de una decena de pozos quemados (otras versiones hablan de treinta) en el rico campo de Rumaila, el segundo en importancia después del campo Kirkuk (el más fértil que se encuentra en la zona norte), y en el que se encuentra cerca de la tercera parte de los casi 2 mil pozos productivos de Irak.

Sin dar muchos detalles, este viernes en la tarde el secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, confirmó que el ejército estadunidense conquistó y tiene bajo su control la zona de Basora al sur de Irak, donde está el campo Rumaila. Se trata de una de las más exhuberantes y ricas zonas petroleras de este doliente país donde, además, se encuentra su salida estratégica al Pérsico. Esta información -que se había dado a conocer desde las primeras horas del viernes- ratificó la confianza de los cínicos mercados estadunidenses en la arbitraria actuación del gobierno de Bush.

Por una parte se garantiza que no dejará de fluir el crudo de la zona petrolera más rica del mundo. Y, por otra, que los invasores ya tienen el control de parte importante de pozos, oleoductos y puerto de salida del crudo iraquí. Junto con una caída estacional de la demanda, que se estima en poco más de 2 millones de barriles diarios, este hecho bélico ha generado un "clima de confianza" que ha hecho descender abruptamente los precios internacionales del petróleo. En la semana que concluyó se desplomó cerca de nueve dólares por barril. El crudo ligero de referencia en Wall Street (Nymex light sweet crude) cerró este viernes en 26.91 dólares por barril. El viernes anterior había cerrado en 35.50 dólares, lo que ya representaba una baja de más de dos dólares respecto del viernes anterior. Se trata de 12 dólares en no más de quince días. Severo descenso.

Pese a las diferencias, el gas natural también bajó esta semana. No sólo por un aumento de la temperatura en el vecino país, que ha hecho descender de manera importante la demanda, sino por la severa caída de los petrolíferos de referencia, justamente los que pueden sustituir al gas natural en los equipos estadunidenses de calefacción. Así, merced a estos dos hechos, el gas natural perdió dos dólares por millón de unidad térmica (million british thermal unit, mmbtu) y cerró en 5.13 dólares, ya lejos de los 9.50 dólares que había registrado la cotización de esa misma unidad de medida la última semana de febrero

Y frente a todo ello esos cínicos mercados han reaccionado muy "positivamente". En los primeros días de esta estúpida invasión y esta injusta guerra, los índices que registran la expectativa económica de las finanzas, las industria y las grandes corporaciones de Estados Unidos y del mundo, han experimentado el "mejor comportamiento semanal" de los pasados 20 años. Ni más ni menos. El índice industrial Dow Jones se elevó 8.5 por ciento. El índice corporativo Standard and Poors 7.5 por ciento. Y el Nasdaq de las empresas tecnológicas en porcentaje similar. Con todo esto, los barones del poder financiero, productivo e industrial no han ocultado su optimismo, ya no sólo "esperanzados" en el éxito de la guerra, sino en lo que ya algunos consideran la inminente recuperación económica mundial. Y tienen una expectativa inmediata: que a más tardar la semana próxima, las tropas estadunidenses ingresen a Bagdad y concluyan de "manera exitosa" una invasión que -a su decir- abrirá una nueva fase de expansión de la economía mundial.

No cabe duda, presenciamos uno de los momentos más absurdos de nuestra vida y de nuestra historia. La muerte de miles y miles de inocentes a cambio de la vida de corporaciones financieras, productivas, industriales y comerciales. šQué alto costo tiene el martirio iraquí! šQué lógica tan lamentable! šY pensar que nuestro gobierno estuvo a punto de seguirla! šGracias a la movilización social no lo hizo!

NB. šA detener la guerra. No en nuestro nombre. Ni el de nadie más!

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