Responsabilizó a desequilibrios fiscales, inseguridad jurídica y excesiva regulación

La banca, ''obligada a la cautela'' al otorgar créditos: Othón Ruiz

En la 66 convención de los banqueros, su saliente presidente consideró necesario impulsar la modernización de los poderes judiciales estatales y asignarles mayores recursos

ANTONIO CASTELLANOS E ISRAEL RODRIGUEZ ENVIADOS

Merida, Yuc., 3 de abril. Othón Ruiz Montemayor presidente saliente de la Asociación de Banqueros de México (ABM) afirmó anoche que la falta de reformas legales y los altos costos de regulación obligan a la banca a ser ''cautelosa'' al otorgar créditos e hizo un llamado a las autoridades para discutir estos temas, ya que su solución mejoraría la competitividad del sistema bancario.

Ruiz Montemayor consideró que la aprobación de las reformas estructurales favorecería el crecimiento de la economía y del crédito.

En otro aspecto destacó que la aprobación de la miscelánea de garantías, realizada hoy por la Cámara de Diputados, representará notables beneficios para los solicitantes de crédito y para la economía, y confió en que será ratificada por el Senado en el actual periodo ordinario de sesiones.

Expuso que es necesario impulsar la modernización de los poderes judiciales estatales y asignarles mayores recursos; para resolver la falta de crédito y su alto costo consideró imprescindible atacar aquellos elementos que determinan las tasas de interés y que explican la asignación del crédito selectivo.

Al comenzar la 66 Convención Bancaria, Ruiz Montemayor manifestó que el encarecimiento del financiamiento obedece a los desequilibrios fiscales que llevan al gobierno a competir con la banca por los recursos y también a la inestabilidad o incertidumbre económica; ambas situaciones desembocan en el elevado costo de captación.

En un discurso pronunciado ante los banqueros organizados del país, mencionó que otros elementos que elevan el crédito están relacionados con la inseguridad jurídica y el débil estado de derecho. También con la excesiva regulación y supervisión impuesta por las autoridades a los intermediarios.

A pesar de estas limitantes, el crédito vigente creció 9.1 por ciento en 2002 y 14.2 por ciento en términos reales en los dos primeros meses del presente año. Asimismo, el crédito total se incrementó 2.1 por ciento el año pasado y 11 por ciento en el primer bimestre de 2003.

Ante mil 500 convencionistas reunidos aquí, Ruiz Montemayor expresó su beneplácito porque esta mañana la Cámara de Diputados aprobó por mayoría la iniciativa de la miscelánea de garantías. Expresó su confianza en que el Senado ratificará en este mismo periodo dicha iniciativa, que propiciará notables beneficios a la economía y a los solicitantes de crédito.

La función social de la banca

Destacó lo que llamó función social de la banca al cumplir con una buena administración del ahorro y la asignación responsable del crédito, como al ofrecer medios de pago eficientes y seguros para la liquidación de las transacciones comerciales de la economía.

De acuerdo con el dirigente saliente de la AMB, en el entorno doméstico la nueva distribución del poder político ha planteado importantes retos, como la necesidad de encontrar mecanismos más eficientes para la relación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo.

En su mensaje estableció que de la misma manera que los comerciantes e industriales mencionan la inseguridad, el exceso de regulación y trámites, la actividad bancaria enfrenta los mismos obstáculos que pueden considerarse incluso mayores si se toma en cuenta que la intermediación financiera es también la más sensible a estos factores.

El también director general del Grupo Financiero Banorte destacó que las condiciones que la banca requiere para apoyar la competitividad de las empresas por medio del crédito y para dar servicios a buen precio dependen en buena medida de decisiones gubernamentales que consoliden las bases para el desarrollo económico del país.

Subrayó la importancia del flujo de crédito al campo y sostuvo que durante los años posteriores a la crisis la banca buscó la forma de regresar a ese sector productivo lo que logró a través de diversos esquemas como los clubes de agroindustria o de grandes compradores, esquemas masivos apoyados en la garantía del FIRA, fideicomiso del Banco de México para la agricultura.

Lo anterior hizo que a partir de 1999 se reiniciara un repunte del crédito hacia ese sector, pasando de 25 mil millones de pesos a 31 mil 600 millones en 2002, lo que representó un crecimiento real de 26 por ciento.

En su mensaje destacó la importancia de la función social que la banca lleva a cabo, tanto al cumplir con la buena administración del ahorro y la asignación responsable del crédito, como por ofrecer medios de pago eficientes y seguros para la liquidación de las transacciones comerciales de la economía.

Un sistema circulatorio

Dijo que en la medida que el sistema de pagos es eficiente la economía se beneficia; el sistema de pagos es su sistema circulatorio porque por él corren los recursos que le dan vida y energía.

Al respecto, explicó que durante 2002 la infraestructura del sistema de pagos operó con poco más de 102 mil empleados, 7 mil sucursales, casi 19 mil cajeros automáticos y 130 mil terminales punto de venta, lo que permitió atender a cerca de 32 millones de cuentahabientes y a 41 millones de tarjetahabientes.

De esta forma, agregó, se procesaron 606 millones de cheques y 2 mil 379 millones de operaciones con tarjetas. Señaló que el valor de estos dos medios de pago sumó un importe de 11.1 billones de pesos, equivalentes a casi dos veces el producto interno bruto de ese año.

Durante todo el año pasado la banca trabajó de forma estrecha con las autoridades, principalmente del Banco de México y de la Secretaría de Hacienda. Invirtió importantes recursos para continuar con la modernización del sistema de pagos orientada al mayor uso de los medios electrónicos