Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 11 de abril de 2003
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas 
  >

Deportes
Fonseca ingresó de relevo y anotó dos goles; el otro fue de Trujillo

Emocionante pase de Pumas; 3-1 a Peñarol y va contra Cobreloa

Los uruguayos intentaron agredir a Aílton y la cancha se convirtió en un cuadrilátero

Los universitarios avanzaron a octavos en la Libertadores por diferencia de un tanto sobre Bolívar

MIGUEL ANGEL RAMIREZ

Se prendieron las luces de fiesta y también las de alarma en Ciudad Universitaria. Pumas ganó 3-1 y despojó pulcramente al Peñarol del banquete de octavos de final de la Copa Libertadores, y los charrúas sacaron todas sus garras al final tratando de convertir la cancha en un ring. Salieron doblemente frustrados porque su otro botín, Ailton da Silva, se les fue vivo.

La felicidad de los universitarios quedó comprometida en la primera parte. Su entusiasmo no tuvo un romance con el talento en este periodo y se fueron al descanso con desventaja de 1-0.

El distinguido visitante recurrió a un libreto que resultó más que lógico con el clima lluvioso y con la delantera de un punto que le llevaban a los auriazules: atrincherarse en su campo y, cuando se pudiera, buscar algún camino que conduciera al gol.

Su mejor arma fue en las llamadas jugadas a balón parado. La estatura y corpulencia eran superiores a la de los felinos y pronto quedó de manifiesta. Al minuto 14 Marcelo de Souza falló increíblemente al quedar solo ante el portero Bernal en el cobro de una falta.

Más tarde, al 18, Pacheco levantó un tiro de esquina por el sector derecho y esta vez el cabezazo de De Souza fue fulminante: 1-0 el Peñarol.

Pumas recurrió mucho a los centros al área y como no tenía éxito con Alvaro González hizo ingresar a Francisco Fonseca para que lo acompañara.

En el segundo tiempo los del Pedregal fueron un ciclón y no dejaron nada en su sitio. El agobio fue incesante y al minuto 54 Ailton mandó un centro desde su banda izquierda; Fonseca metió la pierna en el área para vencer a Adrián Berbia y establecer el 1-1.

La pesadilla de Peñarol no terminó ahí. Pumas intentó de todo y no se desanimó ni con los dos goles que el árbitro argentino Héctor Baldassi anuló a Alvaro y a Fonseca.

El grito de "¡ratero-ratero!" que emanó de las tribunas cambió al minuto 77 por el del "¡gol!". Esta vez Fonseca remató un envío del Gonzo González para poner las cosas 2-1.

La situación no obstante parecía complicarse para Pumas, no sólo porque en el estadio se sabía que Bolívar iba ganando, sino porque al 78 vino la expulsión de Israel Castro.

Sin embargo, con 11 o con 10 los auriazules no tenían freno. Al 82 vino la locura con otra diablura de Ailton, quien esta vez cedió para Mariano Trujillo y éste se encargo de poner el marcador 3-1, el gol que significó el pase, ya que Pumas y Bolívar terminaron con nueve puntos, pero la UNAM acabó con la diferencia de goles de cero y los bolivianos con menos uno.

Peñarol, por su parte, quedó eliminado con siete unidades.

Parecía que lo mejor para el cuadro uruguayo era tirar la toalla, pues vino la expulsión de Fabián Estoyanoff y Pumas no dejaba de presionar.

La estrategia funcionó. Según confesó Fonseca, después recibieron indicaciones desde la banca que les faltaba un gol. No era verdad, pero comprendieron que era para que no bajaran los brazos. Fonseca de todos modos lo anotó, aunque tampoco contó; lo invalidaron.

Y cuando se escuchó el silbatazo final Nicolás Rotundo intentó cobrarse la humillación tundiendo a Ailton junto con otros dos compañeros. Sin embargo, el brasileño se fue al vestidor como alma que lleva el diablo y ni el polvo le vieron.

Se armó tremendo lío camino al vestidor de Pumas. Cedrés y algunos de sus compañeros repartieron y se llevaron algunos golpes porque había gente de seguridad de Pumas y muchos representantes de los medios de comunicación que por hacer su trabajo se llevaron algún recuerdo (además de trancazos llovieron hielos y monedas a la cancha).

Los uruguayos argumentaron que Ailton se estuvo burlando de ellos. Ni siquiera su técnico, Diego Aguirre, justificó su actitud y adelantó que tendría que charlar con ellos al respecto.

Hugo Sánchez, por su parte, tampoco los justificó pero los entendió, pues dijo que se debe respetar su manera de ser.

Aplaudió que sus jugadores no cayeran en la provocación, ya que ahora los está esperando el Cobreloa chileno.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año