Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 12 de abril de 2003
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Capital
Afirma que su propuesta de compactación de prestaciones es para acabar con el charrismo

Las cuotas sindicales deben auditarse para evitar privilegios: López Obrador

Confía en que los trabajadores, y no sus líderes, aprobarán su oferta de revisión salarial

No es posible que los dirigentes gremiales sigan viviendo como sultanes, reclama

ELIA BALTAZAR

Las cuotas sindicales provienen de recursos públicos y deberían someterse a revisión para que nadie mantenga privilegios, propuso ayer el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, al dar a conocer públicamente la oferta de las autoridades para compactar en el salario las prestaciones de los trabajadores de la administración local.

Luego de explicar detalladamente en qué consiste su oferta de compactación de prestaciones para elevar el salario de los trabajadores y asegurar que se trata de una medida que en algo devolvería al salario su capacidad de adquisición -"que en 20 años de larga noche neoliberal ha descendido 70 por ciento"-, López Obrador aseguró también que su propuesta es un factor en favor del desmantelamiento del corporativismo sindical.

Dijo: "No es posible que los dirigentes sigan viviendo como sultanes, que continúe el charrismo y sigamos tolerando eso".

Cuestiona poca transparencia de dirigencias sindicales

En su conferencia de prensa matutina, López Obrador cuestionó la poca transparencia y democracia con que actúan las dirigencias sindicales, la manipulación de los líderes y el carácter de intermediarios que ejercen no sólo las organizaciones gremiales sino aún las instituciones que deberían beneficiar a los trabajadores. Y todo, dijo, para mantener la tutela, en beneficio de unos cuantos.

En ese contexto se inscribe la necesidad de dejar en manos de los trabajadores los beneficios de sus conquistas laborales y no en poder de los líderes y sus allegados, que manejan prestaciones y cuotas sin rendir cuentas a nadie, señaló.

La gente quiere trabajo y le piden que "se moche con la cuota sindical" que un dirigente maneja sin que nadie sepa cómo, aun cuando se trata de dinero público, advirtió. Y hay sindicatos muy grandes, que obtienen muchísimo de cuotas o los allegados de los líderes manejan fideicomisos supuestamente en beneficio de los trabajadores, cuando en realidad unos cuantos se quedan con eso, aseguró.

Advirtió, en principio, que seguramente por eso su oferta no le va a gustar mucho al corporativismo sindical, pues basta imaginar lo que significa manejar las prestaciones de manera discrecional, muchas veces, y obligar a los trabajadores a someterse a la voluntad de los "caciques" administrativos y sindicales.

López Obrador consideró que la vida sindical también debe someterse a los cambios de los nuevos tiempos, para alcanzar la democracia en todos los espacios de la vida pública, y para que los trabajadores, y no sus líderes, sean quienes verdaderamente decidan lo que les conviene.

Así, insistió en la necesidad de abrir el debate en torno de estos temas, porque nada debe ser sometido a la "mordaza". La autonomía sindical, dijo, no significa quedarnos callados, cuando la regla de oro de la democracia es la transparencia y la rendición de cuentas.

Por eso, agregó, "queremos transparentar la propuesta para que los trabajadores la conozcan y discutan", pues "me llama mucho la atención" que una propuesta que beneficia a los trabajadores se rechace de antemano, sólo por "la manipulación" y el "engaño" de la dirigencia, pues "una cosa es que arriba estén diciendo -ya me los imagino- que la propuesta del Gobierno es un engaño, una trampa, cuando en realidad los que van a perder son otros, porque lo que van a perder es el control de los trabajadores".

Consideró, sin embargo, que la suya es una propuesta que replantea el papel de los sindicatos. "Se habla mucho de nuevo sindicalismo, pues ésta es la posibilidad de llevarlo adelante y acabar con los vicios de control y manipulación. Que haya libertad y democracia sindical, y que los trabajadores decidan".

Recomendó, inclusive, que en las secciones sindicales haya asambleas, sin gritos ni sombrerazos y dejando de lado toda la carga ideológica y partidista, para que los trabajadores puedan solicitar la información que requieren. "Porque luego piden con ganas de que no se les dé".

La oferta del GDF

El jefe de gobierno extendió, pues, su confianza en que los trabajadores sabrán decidir en favor de sus intereses, pues se trata de un asunto de sentido común, que busca también romper las cadenas que se mantienen desde la época del corporativismo sindical.

El Gobierno del Distrito Federal (GDF) propone al Sindicato Uni-co de Trabajadores del Distrito Federal un aumento de entre 57 y 21 por ciento directo a su salario, mediante la integración de los recursos destinados a solventar el costo de 18 de las 31 prestaciones.

Aunque la propuesta no se acepte, como lo ha adelantado la dirigencia sindical, López Obrador aseguró que se mantendrá el compromiso de 7 por ciento de aumento salarial, retroactivo a enero.

No obstante, de concretarse la oferta, los principales beneficiados serán los trabajadores que perciben el nivel salarial más bajo, el cual equivale a 2 mil 598 pesos mensuales, quienes obtendrán el aumento de 57 por ciento directo a su salario, que se incrementará a 4 mil 60 pesos.

Este salario lo recibirán en total 20 mil 676 trabajadores, ubicados en los niveles escalafonarios que van del dos al ocho, quienes obtendrán aumentos de entre 57 y 32 por ciento, si bien el monto de las 18 prestaciones que se compactarían es de apenas 981 pesos.

Ayer, además, López Obrador consideró necesario revisar todos los mecanismos de beneficios a los trabajadores y los descuentos a que se somete su salario, pues pasan toda una vida pagando y al final no les toca nada.

Como ejemplo, mencionó el caso del Infonavit y del ISSSTE, y externó su preocupación por el manejo y el destino de los fondos para el retiro, "pues un día nos va a ir mal y se van a perder esos recursos".

Para el jefe de Gobierno, las instituciones que deberían apoyar a los trabajadores son, en realidad, cuotas políticas que se entregan a los dirigentes de sindicatos o partidos. 

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