Presentan el primer volumen de Cuadernos de patrimonio cultural y turismo

Conocer lugares, comer y cultivarse constituyen hechos indisolubles

El viajero es un humano en busca de lo humano, afirma un comentarista de la colección

ARTURO JIMENEZ

La cultura debe ser la base del desarrollo de cualquier sociedad, pero continúa la lucha para que ocupe ese lugar que le corresponde, se dijo durante la presentación del primero de tres volúmenes de los Cuadernos de patrimonio cultural y turismo.

Editado por la recién creada Coordinación Nacional de Patrimonio Cultural y Turismo, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, este volumen fue presentado hace unos días en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes por Gloria López Morales, titular de esa coordinación, Ricardo Díaz Muñoz y José Iturriaga, moderados por Mercedes Iturbe.

Estos tres primeros cuadernos, cuyo propósito es analizar el vínculo de la cultura con las diferentes ramas del desarrollo social y revalorar los aportes a la generación de riqueza del patrimonio cultural tangible e intangible, recogen las memorias de los tres primeros congresos sobre Patrimonio Gastronómico y Turismo Cultural en América Latina y el Caribe.

López Morales dijo que los especialistas del sector turismo son ''muy técnicos'' en su materia y se encuentran un tanto alejados de las cuestiones culturales, de la misma manera que, a la inversa, sucede con la gente del medio cultural.

Sin embargo, dijo, ambos están condenados a imbricarse en el futuro inmediato. ''No se puede reflexionar en turismo y en desarrollo si no se toman en cuenta los factores culturales", señaló.

Díaz Muñoz, por su parte, precisó que no se trata de incluir la cultura los proyectos turísticos, sino al contrario. ''Todo es cultura, hasta el turismo. La cultura y el turismo son inseparables", indicó, y más adelante definió: "El viajero es un humano en busca de lo humano".

El taco vencerá a la hamburguesa

En una amena charla salpicada de sus conocimientos sobre la gastronomía mexicana y mundial, José Iturriaga consideró que el turismo no sólo tiene que ver con los museos, los monumentos y las bellezas naturales de los lugares que se visitan, sino con su comida y su gente.

Al criticar los gustos gastronómicos elementales de los viajeros estadunidenses -''el turismo más ignorante del mundo"-, Iturriaga señaló que, por ejemplo, en los restaurantes de China y Japón tienen que instalar ''expendios" de "comida occidental" al lado de los restaurantes de comida local.

''La cocina es cultura", dijo, y explicó que mientras comer es un acto biológico, cocinar es un acto cultural. La gastronomía, agregó, es y tiene que ver con el patrimonio cultural tangible e intangible, como las fiestas y otras celebraciones.

En países como México, señaló, la gastronomía se convierte en una de las ''presentaciones estelares" de la cultura. Sin embargo, advirtió sobre la ''tomadura de pelo" de la supuesta ''nueva cocina mexicana", a la cual se la ha ocurrido la mala idea de agregar sabores como tamarindo o mango ''a nuestra alta cocina mexicana".

Por lo demás, recordó que en muchos casos no debería haber diferencia entre los buenos restaurantes caros y los buenos restaurantes populares. ''Los mejores moles y adobos se pueden probar en los pueblos", ilustró.

También arriesgó una previsión esperanzadora acerca de que la hamburguesa es una moda que, aunque larga, al final declinará ante el avance del taco en la cultura aglosajona. En México la primera no le significa mayor competencia al segundo, sostuvo. ''El pueblo anglosajón se está haciendo adicto a la tortilla."

Al final, Gloria López Morales recordó la próxima realización del Congreso Iberoamericano sobre Patrimonio Cultural, Desarrollo y Turismo, del 9 al 11 de junio en Morelia, Michoacán.