Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 17 de abril de 2003
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Cultura
REPORTAJE /QUEHACER FEMENINO EN EL ARTE POPULAR

Rindieron homenaje a Carmen Caballero, judera particular de Diego Rivera

Mujeres creadoras de cartonería todavía enfrentan la desigualdad

Desde hace tres siglos, esa técnica artesanal se ha practicado en el país, pues llegó en la Colonia y se arraigó en nuestras tradiciones. De los objetos, juguetes, calaveras y alebrijes de cartón, los judas son sus representantes más emblemáticos

FABIOLA PALAPA QUIJAS

La tradición cultural mexicana comprende manifestaciones artísticas populares de diversa índole, entre ellas, la cartonería. Sin embargo, la mujer creadora todavía se enfrenta a la desigualdad, pero su esfuerzo y tenacidad por hacer arte popular le han permitido incursionar y mantener su presencia, de manera destacada, en la elaboración de figuras de cartón.

judasriveraDesde hace tres siglos, la cartonería se ha practicado en el país, pues llegó en la época colonial para arraigarse en nuestras tradiciones. De los objetos, juguetes, calaveras y alebrijes de cartón, los judas son sus representantes más emblemáticos.

Herencia cultural centenaria

Don José María Alvarez, en su libro Añoranzas. El México que fue, mi colegio militar, explica que ''el Sábado de Gloria a las 10 de la mañana repicaban las campanas en todos los templos y estallaba el bullicio con la quema de judas en calles y plazuelas. Las más famosas se realizaban en la calle de Tacuba, frente a la botica de Bustillos, a la librería de Maucci o a la panadería de la Alcaicería, colgándose ahí numerosos monigotes de cartón, encohetados, adornados con medicinas, sombreros, roscas de pan, etcétera".

Carmen Caballero Sevilla y don Pedro Linares fueron dos de los artesanos más reconocidos por su trabajo creativo en la elaboración de judas. Ella se encargó de hacer todas las figuras que se encuentran en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, y el arte de don Pedro forma parte ya de la cultura mexicana.

Caballero, conocida como la judera particular de Diego Rivera, fue una representante de la expresión del pueblo. La cartonera Enriqueta Laundgrave Zamora, quien junto con los cartoneros de la ciudad de México y el Faro de Oriente organizaron un homenaje a Carmen Caballero, comenta que ''darle el lugar a ella, es darle el lugar al arte popular, especialmente a la cartonería. Rescatar el valor que tiene Carmen Caballero es rescatar la figura de la mujer creadora que se enfrenta todavía a la desigualdad".

Para Laundgrave, la importancia del trabajo de Caballero radica en que fue transmisora de una herencia cultural centenaria; plasmó esa capacidad maravillosa que tiene el pueblo mexicano de percibir su realidad. ''Gracias a Carmen, grandes artistas como Rivera y Tamayo reconocieron la inmensa riqueza que tiene el arte popular, porque era el arte más sencillo", señala la cartonera.

En la actualidad, la presencia de la mujer sigue vigente en esta actividad. Enriqueta Laundgrave se inició en la cartonería luego de que a la edad de ocho años sus padres la llevaron al mercado Abelardo Rodríguez. ''Recuerdo que entramos y vimos varios judas colgados, y por el tiempo supongo que Carmen Caballero estaba en ese lugar, no recuerdo exactamente su cara, pero sé que ella estaba ahí vendiendo. Me causó tanto impacto mí esa escena que jamás la olvidé".

Su admiración por Carmen hizo que buscara alguna imagen de ella, y con motivo del homenaje que se realizó la semana pasada en el segundo Encuentro de Cartoneros, logró conseguir, con la ayuda de Juan Carlos Valdés, cuatro fotografías en la Fototeca del Convento de San Francisco, en Pachuca. ''Fue extraordinario verla. Ya una mujer grande, en medio de todos sus judas, calaveras. Ella con toda su creación. Su rostro reflejaba gentileza y bondad", manifiesta Laundgrave.

''Siempre me gustaron las artes plásticas, estuve en la Escuela de Diseño y Artesanías, en cerámica y textiles, pero lo que más me gustó fue la cartonería, por ser algo extraordinario, así que decidí dedicarme a esto. Hace 15 años que realizo figuras de cartón, sobre todo calaveras."

El alebrije, pieza surrealista

Dentro de la cartonería también se realizan alebrijes, objetos que desafían la lógica y enaltecen la fantasía y el ingenio. Su forma híbrida de combinar elementos reales de aves, mamíferos, peces, reptiles e insectos, sumado a las texturas escamosas, emplumadas y espinosas de su superficie, dan como resultado figuras que pueden ser reales y ficticias a un tiempo.

Para hacer un alebrije, Susana Buyo, argentina naturalizada mexicana, que se ha dedicado a la cartonería durante 18 años, invita a entrar al mundo de la locura y de la imaginación en sus talleres.

''El alebrije es una pieza totalmente surrealista que tiene formas zoomorfas. En mis alebrijes no sólo incluyo formas humanas; de pronto trabajo con otros materiales, como semillas, caracoles, cuentas y piedras. Son siempre una mezcla zoomorfa o con partes humanoides, pero que no se pueden identificar, y lo único que se puede decir es que se trata de un alebrije."

Buyo ha presentado más de 30 exposiciones en países como México, Suecia y Noruega. El Museo Nacional de Dinamarca, para su acervo permanente de alebrijes, compró toda la colección de las figuras de la artista que itineraron en los países escandinavos.

Buyo señaló que todo ser humano es creativo y usa su propia forma para expresar lo que ocurre en su entorno. El taller de Susana está constituido por 65 por ciento de mujeres y 35 por ciento de hombres.

Sobre las figuras de cartón, explicó que ''en todas las culturas y en todas las civilizaciones siempre aparece este tipo de monstruo, como el centauro, el minotauro, la sirena o el unicornio. Todas las civilizaciones siempre tienen esos engendros de mezcla zoomorfa".

La alebrijera señaló que hacer esas figuras se relaciona con el inconsciente colectivo, pues es una herencia que se recibe históricamente, queda grabada en el inconsciente y de alguna manera surge esa fascinación por los alebrijes.

Asimismo, Susana Buyo consideró importante que cada día se conozca más la cartonería, la cual es una técnica sencilla que casi no tiene límites. ''El límite es la posibilidad de espacio o de tiempo que tengan para dedicarle, porque pueden hacer infinidad de cosas con esta actividad".

Apoyo limitado

La cartonería, como arte popular, resiste no obstante que el apoyo es limitado y el valor que se otorga a los objetos realizados está por abajo de lo que realmente valen. Al respecto, Mireya Carrera expresó que ''una pieza de cartonería es muy elaborada, entonces es difícil fijar un precio por el trabajo, pero al ponerlo a la venta es muy despreciado, y dicen: 'por qué tan caro si es de papel'".

Mireya gusta de hacer máscaras y calaveras, y recuerda que desde niña su mamá le enseñó a hacer empapelados sobre botellas y plastilina para realizar figuras de animalitos; esa fue su primera incursión en la cartonería. Además, indicó que son pocas las personas que viven de la cartonería debido a la falta de apoyo económico, por eso optan por impartir talleres. ''Ahora las personas compran algo que les pueda servir más, porque la cartonería son adornos, prefieren comprar algo útil, claro que quien tiene dinero y le gusta algún objeto lo compra".

En la elaboración de figuras de carrizo y cartón, el hombre ya tiene un lugar en este trabajo artesanal. El arte de la familia de don Pedro Linares se ha transmitido de generación en generación, desde 1930.

Don Pedro Linares nació en la ciudad de México el 29 de junio de 1906. Desde niño incursionó en la cartonería, elaborando judas para las fiestas de Semana Santa, así como calaveras y todo tipo de figuras para la fiesta del Día de Muertos. A lo largo de su vida se dedicó a realizar figuras relacionadas con temas fantásticos, como los llamados alebrijes, los cuales fueron concebidos en una especie de revelación que don Pedro Linares, bajo el influjo de una severa enfermedad, tuvo cuando era niño.

En 1981, en una entrevista con el antropólogo Víctor Inzúa Canales, don Pedro expresó:

''Yo inventé los alebrijes hace algunos años, porque yo estaba bien malo; inclusive ya me daban por muerto. Cuando estaba en cama, era cuando tenía visiones de extraños animales monstruosos, porque yo veía animales en este caso: caballos o burros con alas, animales muertos con formas humanas, etcétera. Entonces estos sueños que yo tenía como revelaciones, me hicieron pensar en hacerlos de cartón, y fue así como los llame alebrijes."

Don Pedro Linares recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en la rama de Arte Popular en 1990. El 26 de enero de 1992 falleció, pero su arte siempre extraordinario y original sigue vigente en la creatividad de sus descendientes.

Miguel Linares, hijo de don Pedro, señala que cada año se realiza la quema de judas en su colonia. Cerca de 20 piezas son las que incineran, de las cuales algunas son propuestas por los vecinos y otras son de personajes relacionados con la política. Este año se quemarán las figuras del presidente estadunidense, George W. Bush; del primer ministro británico, Tony Blair, y de Saddam Hussein. Señaló que actualmente existe mayor libertad para quemar la figura de un político, y el preferido de los cartoneros en años anteriores fue Carlos Salinas de Gortari.

La hija de Miguel, Blanca Linares, también se dedica a la cartonería y el año pasado obtuvo el Premio de Cultura Popular que otorga el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart).

Carrizo y papel

El proceso para la construcción de un judas puede variar; generalmente se utiliza la estructura de carrizo para formar el personaje, después se reviste de papel reciclado o periódico y finalmente se afina con papel kraft o maché para pintarlo con tintas acrílicas y así lograr un acabado más rápido. El tamaño puede ser de dos a cuatro metros y se requiere una labor de cuatro días aproximadamente.

La quema de Judas de la familia Linares se efectuará este sábado a las 18 horas en la calle Oriente 30, número 251, colonia Merced Balbuena.

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