Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 27 de abril de 2003
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C U L T U R A
.. REPORTAJE/CREACION ARTISTICA EN LA CAPITAL ZACATECANA

Escritores y promotores estatales ponen en entredicho el optimismo oficial

Una "verdad a medias", el alto nivel de producción cultural en Zacatecas

"Los cinco o seis pasados festivales culturales son muy reiterativos en cuanto a artistas zacatecanos (...) Se da prioridad a los creadores que presionan por medio de la prensa, con declaraciones o vínculos políticos, y no a quienes destacan en cierta disciplina artística"

CARLOS PAUL ENVIADO

Zacatecas, Zac. Declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1993 por su rico acervo histórico colonial, Zacatecas es considerada una ciudad con alto nivel de producción cultural; sin embargo, para algunos creadores locales "eso sólo es una apariencia, una verdad a medias", que se refleja en distintas problemáticas, por ejemplo en que no existe aquí una sola imprenta especializada en editar, de principio a fin, revistas y libros, lo que repercute en la baja publicación de éstos y a la vez en el desarrollo creativo de la entidad.

En Zacatecas "se publica muy poca poesía, y cuando se hace, ésta en general es mala, no obstante la enorme tradición que se tiene", reconoce el titular del departamento editorial del Instituto Zacatecano de Cultura, Juan Antonio Caldera.

Eso quizá podría entenderse respecto a la cantidad de poetas a quienes se considera consolidados, pues "no pasan de cinco o seis", según el funcionario.

José de Jesús Sampedro, Veremundo Carrillo, Juan José Macías, Guadalupe Dávalos, Víctor Hugo Rascón Bécquer y Jorge Salmón, entre otros, serían para Caldera los que en la actualidad figuran como punto de referencia en el ámbito poético zacatecano, en tanto que en el rubro de narrativa sólo dos escritores destacan: Gonzalo Lisandro, con cuatro libros publicados, y Alejandro García, quien el año pasado obtuvo el premio José Rubén Romero.

También estarían, como jóvenes escritores, Maritza M. Buendía y Tryno Maldonado, narrador de 25 años que se dio a conocer el año pasado con su primer libro de cuentos, titulado Temas y variaciones.

Una de las dificultades para publicar a las que se enfrentan los creadores zacatecanos es que en esta ciudad "no hay una sola imprenta que haga un buen libro, que maneje buen papel, impresión, cosido. Hay muchísimas imprentas, pero no saben hacer un libro", expresa Caldera.

"Esto es muy preocupante, porque Zacatecas gozó en algún tiempo de tradición editorial excepcional. Se tienen buenos diseñadores y editores, pero ahora todos los escritores o editores independientes mandan imprimir fuera de la ciudad, y los que son publicados aquí lo hacen sólo por conducto del Instituto Zacatecano de Cultura."

Aunque existen muchas revistas literarias, sólo un par destaca: Dos filos, con 35 años de trayectoria, dirigida por José de Jesús Sampedro, y Finisterre, con tres años y 13 números, dirigida por Juan José Romero, editor de 24 años.

Las otras publicaciones son consideradas "seudoliterarias", pues "meten de todo, además de que nacen hoy y mañana desaparecen, lo que permite ver que no hay continuidad ni interés".

En la entidad los escritores se dividen por grupos. "Que el grupo de Sampedro, que el de Macías, que el de la revista Finisterre, que el del taller de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) o el de su Unidad de Letras. Siempre se habla de grupismo y cada uno se erige como el taller que sí funciona; no obstante, lo que es significativo y preocupante -considera Caldera- es que en ninguno hay una propuesta estética de fondo, ni resultados como la producción de un libro".

Otros referentes de la actual vida cultural lo conforman los dos suplementos culturales que circulan en la ciudad: Corre conejo y Trópico de Cáncer, y de próxima aparición Asedios a Jericó, que será editado por la Unidad de Letras de la UAZ.

Asimismo, el Festival Cultural Zacatecas, que desde hace 17 años se realiza en esta ciudad, es motivo de reflexión para el poeta y escritor Víctor Hugo Rascón Bécquer, quien considera que los jóvenes escritores "conforman un movimiento interesante", pues por iniciativa propia "y con mucha buena voluntad" empezaron publicando sus propios trabajos en hojas volantes. "Se ha visto que un taxista aparece como benefactor de una hoja de poesía, una tortillería como la que financia el papel y otras personas o pequeños comercios la tinta o el trabajo de formación.

"Algunos ahora ya no sólo editan hojas sueltas, sino cuadernillos. Y distintas disciplinas artísticas ya no están divorciadas; los pocos grupos de teatro conjuntan sus esfuerzos con las nuevas generaciones de músicos, bailarines y pintores para crear un espectáculo multidisciplinario. Cada uno pone su talento en favor del otro y ya no se es tan egoísta como antes."

Respecto al festival "habría que examinar con mayor detenimiento los actuales esfuerzos de las instituciones oficiales, llámese UAZ, Instituto de Cultura o municipio, porque el objetivo principal y original no sólo tenía propósitos turísticos, sino de promoción de los valores culturales de la ciudad, y sobre todo de los escritores, músicos, escultores o pintores de los distintos municipios.

"Se trataba de tener invitados especiales que reforzarán con su imagen a esos valores locales, pero creo que la planeación se les fue de las manos, al suponer que la derrama económica es más importante que el apoyo que se puede ofrecer a los artistas locales.

"Se tiene la fama de que la ciudad es culta, sin embargo, la gente de la periferia aún no termina de incorporarse, eso es lo grave, porque se está dejando en segundo término los barrios que siempre fueron típicos en Zacatecas, y se pretende traer hacia el centro, como bestias al aguaje, a la gente que se supone no tiene preparación. Están obligando a la gente a que acuda a los espectáculos, cuando se puede captar su atención yendo a esos lugares, además de hacerlos participar. Creo que nos llevaríamos algunas sorpresas, se descubriría que existen también otros creadores, que no son sólo estudiantinas y rondallas."

Hace 25 años, para referirse a Zacatecas se hablaba de dos, tres avenidas, la Plaza de Armas y se acabó. Ahora, la ciudad se ha extendido a pasos agigantados, se ha unido, por ejemplo, con una parte de la periferia que se conoce como Villa de Guadalupe.

"Cuando se realiza el festival cultural, los jóvenes desbordan las calles; lo curioso es que en su mayoría no lo hacen para cuestiones productivas, sino se vuelven simples espectadores de lo que los forasteros vienen a hacer. Además, creo que no se ha hecho una adecuada y amplia difusión de los espectáculos.

"En esos días los jóvenes tratan de llenar los antros para incorporarse a las masas de turistas que visitan la ciudad. Y los artistas locales parecería que son los teloneros de los invitados, como una especie de relleno, cuando el propósito era precisamente al revés."

Actividades en el festival

La versión 17 del Festival Cultural Zacatecas 2003 contó con más de 150 actividades culturales, 60 por ciento de las cuales fueron propuestas locales. Tuvo un presupuesto de 6 millones de pesos, aportados en partes iguales por los gobiernos estatal y federal y la iniciativa privada.

Las estimaciones de la derrama económica para los prestadores de servicios, como hoteleros y restauranteros, según cifras del Consejo Estatal de Turismo, son de más de 40 millones de pesos, con la inversión mencionada del sector privado de 2 millones.

"Los hoteleros y restauranteros deberían aportar mucho más para el festival, pues son los que se llevan las mayores utilidades", dice Bécquer.

Para la nueva generación de escritores, nacidos en los años 70, como Juan José Romero y Tryno Maldonado, director y subdirector de la revista Finisterre, respectivamente, así como Gerardo Aguilar, "lo de ciudad cultural es sólo una apariencia y habría que tomarlo con mucho cuidado".

Afirma Romero: "Existen dos realidades; una que se ha tratado de vender al exterior, destacando que existen actividades culturales importantes, de lo que se han encargado las instituciones. La otra, que también conocemos, es que el tal despegue cultural no existe. Por ejemplo, los cinco o seis pasados festivales culturales son muy reiterativos en cuanto a artistas zacatecanos. Son los mismos desde hace años. El detalle es que se da prioridad a los creadores que presionan por medio de la prensa, con declaraciones o vínculos políticos, y no a quienes destacan en cierta disciplina artística".

Aguilar señala: "El binomio turismo y cultura se puso en práctica hace muchos años, lo cual no se trata de cambiar, sino de integrar nuevas ideas, considerando que la diversidad nos fortalecerá".

Expresa Maldonado: "Aquí se presume que existen muchos museos; sin embargo, el de pintura abstracta Manuel Felguérez siempre está solo. No se le ha enseñado a la gente a apreciar ese arte".

Romero considera que "los nuevos pocos escritores que están surgiendo no están saliendo de los talleres literarios, pues al parecer es una dinámica que creo no funciona mucho".

A Finisterre se le ha cuestionado que no publique a los escritores zacatecanos.

"La cuestión -según Romero- es que no hay muchos. Existen sólo cuatro o cinco con calidad, lo que permite ver el estado en que nos encontramos. Publicamos lo que consideramos tiene calidad literaria, no para darle gusto a tal o cual artista. Podríamos citar a más de 25 escritores que trabajan en talleres literarios y han publicado en diversos suplementos, pero de ahí se rescatarían cuatro o cinco. En Zacatecas todavía se batalla porque el quehacer literario se profesionalice y no sea sólo una tertulia a la que se asista sólo porque alguien trae un 'sentimiento muy hondo'.

Asevera Maldonado: "Creo que van a venir cosas buenas para nuestra generación, porque tenemos un aleph moderno, tenemos un acceso tremendo a la información; uno puede aprender lo que quiera con sólo meterse en Internet, lo que constituye una herramienta útil, no necesariamente indispensable".

Lo que hoy caracteriza a la cultura zacatecana "es su enorme dinamismo", destaca por su parte David Eduardo Rivera Salinas, titular del Instituto Zacatecano de Cultura, organizador del Festival Cultural 2003.

Para el funcionario, en la entidad "existe un movimiento incesante y creativo de las diversas disciplinas artísticas, entre las que sobresale la pintura. En este momento existen más de 50 pintores en activo, todos con reconocimientos, y de manera reciente hemos empezado a empujar al teatro.

"Se tiene un desarrollo importante en el área de música de cámara. Contamos con al menos 10 ensambles, entre cuartetos y tercetos, de cuerdas o metales."

En literatura "al menos 20 escritores, entre poetas y narradores, todos ellos destacados, han hecho de Zacatecas uno de los centros editoriales de relevancia en el centro y el norte del país. Se cuenta también con 600 bibliotecas públicas y 20 librerías.

"Actualmente, el instituto se encuentra a la cabeza en el terreno editorial. Se han empujado diversos proyectos, tanto literarios como históricos o fotográficos, desde coediciones con otras instituciones educativas e inclusive con los poderes Judicial y Legislativo."

Reconoce Rivera Salinas: "es común que los editores independientes u otras organizaciones tengan su domicilio en la ciudad de México, donde existen todos los medios para imprimir. Hemos luchado mucho por que Zacatecas cuente también con esos medios. Me parece que las razones son estrictamente de orden financiero, por falta de estímulos hacendarios, en ningún momento por incapacidad de los impresores".

Sin casa de la cultura

En la ciudad tampoco existe una casa de cultura. La razón, explica el funcionario, "es que ese concepto ha sufrido diversas modificaciones durante las pasadas décadas. Antes era una aspiración permanente de una ciudad o estado. Sin embargo, ahora sus funciones han sido cubiertas por otras instancias, como universidades, consejos o institutos de cultura, como en nuestro caso, en el que realizamos en promedio 800 actividades al año".

Por otro lado, explica, "no creo que el festival cultural que se realiza cada año haya perdido su espíritu. Las premisas que lo sustentan parten de hacer efectivo el derecho de los zacatecanos a la cultura".

Respecto al financiamiento del festival cultural, manifiesta: "hemos trabajado para que la iniciativa privada participe más en los proyectos culturales. En esta versión 17 tuvimos una participación más importante de ese sector; sin embargo, su participación sigue siendo muy escasa. Y efectivamente, los mayores beneficiaros siguen siendo los prestadores de servicios turísticos, que deberían apoyar aún más al festival".

Para concluir, señala Rivera Salinas, "el festival no define por sí mismo el desarrollo cultural de Zacatecas; es el escenario más importante, sí, pero tenemos más de 600 actividades que lo complementan, y las oportunidades para los creadores, mediante convocatorias y apoyos durante el año son muchas, siempre y cuando nos presenten los proyectos, podemos intuir que existe un desarrollo importante en alguna área, pero necesitamos ese acercamiento".

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