PRD, PRI y PAN destacaron que ese órgano legislativo aprobó 210 leyes o decretos

Hablar de parálisis legislativa es una falacia, coinciden las principales fuerzas del Senado

El Ejecutivo intenta evadir su responsabilidad y culpar a otros de su ineficiencia: Jackson

ANDREA BECERRIL Y VICTOR BALLINAS

Para los coordinadores de las tres principales fuerzas políticas en el Senado de la República, el balance de trabajos de los tres años de la 58 Legislatura, que ayer concluyó, es positivo, pese a que faltaron las reformas estructurales, se aprobaron 210 leyes y decretos, entre ellos la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, La Ley de Desarrollo Social y la Ley contra la Discriminación.

Por ello, hablar de parálisis legislativa "es una falacia", pues se aprobaron cambios a ordenamientos ya en vigor y se pusieron en vigor nuevas leyes de gran importancia, como la Reforma Indígena, la Ley Nacional de Aguas, esta última relacionada directamente con la seguridad nacional, y otras que tienen repercusiones a escala social, advirtió el coordinador priísta Enrique Jackson.

Tanto él como el perredista Jesús Ortega coincidieron, sin embargo, en que tienen pendientes las reformas eléctrica, fiscal y laboral, las que requieren de esfuerzos y un acuerdos, ya que se refieren a asuntos torales para el país.

Jackson rechazó que el Senado frene la marcha del país, como ha acusado Vicente Fox, por no haber aprobado los cambios estructurales que tienen que ver con el servicio eléctrico y las relaciones laborales en el país. "Es una manera fácil de evadir la responsabilidad y de buscar culpables. Está a la vista de todos que el Ejecutivo ha sido muy pobre en sus resultados y muy escaso al cumplir los compromisos que adquirió".

Balance positivo, para Jesús Ortega

A su vez, Ortega dijo que en términos generales el trabajo del Senado "fue muy bueno", sobre todo en este periodo, en el que se aprobaron leyes importantes, como la de bioseguridad. Consideró, sin embargo, que se abusó de la búsqueda del consenso, ya que pudieron aprobarse por mayoría cambios fundamentales sobre todo en materia estructural.

Inclusive, el coordinador panista Diego Fernández de Cevallos calificó de relevante el trabajo logrado en estos tres años de la 58 Legislatura, ya que se aprobaron leyes de enorme beneficio para el país.

En cifras, el Senado aprobó 210 leyes, 53 de ellas tramitadas por el Ejecutivo federal, y 157 por los legisladores. Se realizaron nueve reformas a la Constitución, tres de ellas ya en vigor y tres en proceso de dictamen en la Cámara de Diputados, y tres más en las legislaturas de los estados.

Asimismo, el Senado ratificó 95 instrumentos internacionales, se aprobaron 99 nombramientos diplomáticos y 236 puntos de acuerdo. Hubo 94 comparecencias de funcionarios federales.

Durante los tres años de gestión, el Senado votó reformas y modificaciones en materia de seguridad social, creó un marco normativa para el desarrollo del campo mexicano mediante la Ley de Desarrollo Rural y se aprobó, asimismo, la ley del Instituto Nacional de las Mujeres.

Aunque se pensó que el segundo periodo de sesiones del tercer año de la legislatura en vigor sería poco productivo, ya que es el más corto del año, apenas de 15 sesiones, y se realiza a pocas semanas de un proceso electoral, no fue así, toda vez que se reformaron 32 leyes y decretos y se aprobaron 6 nuevas leyes.

Una de las reformas más debatidas fue la que permitió crear el seguro popular, que se aprobó con el voto en favor del PRI y del PAN, y la división de la fracción del PRD, ya que la mitad no estuvo de acuerdo con las modificaciones que se hicieron a la ley de Salud, por considerar que es un principio privatizador de la seguridad social. Igualmente fue motivo de discusión la iniciativa del priísta Genaro Borrego, para subrogar las guarderías.

En la última sesión del periodo, la del miércoles 30 de abril, se votó la Ley General de Derechos de Autor, que el Senado había aprobado en diciembre, pero que le regresó la Cámara de Diputados con una modificación que ayer avaló el Senado, con el propósito de que pase al Ejecutivo para su promulgación.

La ley se aprobó sin considerar la protección a los autores de la denominada "copia privada", como se había planteado originalmente bajo el argumento de que tal determinación debe analizarse con mayor detenimiento. El presidente de la Asociación Nacional de Artistas e Interpretes (ANDI), Humberto Zurita, dijo que pese a ello consideran que saldrán muy beneficiados con la nueva ley, ya que proporciona un marco jurídico del que habían sido despojados en 1996, a consecuencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Otra minuta que desahogó el Senado fue la que modifica los artículos 31 y sexto transitorio de la Ley del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas. Se trata de la modificación que el Congreso aprobó en diciembre del año pasado y que fue devuelta en marzo por el presidente Vicente Fox con el argumento de que el impacto de la misma no fue previsto en el presupuesto de 2003, por lo que no existen recursos para hacer frente a un aumento de 22 por ciento en los ingresos que reciben los militares en activo y en 95 por ciento para las pensiones de los familiares de los fallecidos.

Los senadores aprobaron la decisión de la colegisladora de diminuir los incrementos, de tal manera que los militares recibirán sólo 70 por ciento de compensación cuando se retiren y los familiares de los integrantes de las fuerzas armadas fallecidos 60 por ciento de la pensión.

Otra minuta fue devuelta a la Cámara de Diputados. Se trata del proyecto para expedir la Ley de Responsabilidad Civil por el Daño y el Deterioro Ambiental, que desde la sesión del martes se discutió fuertemente. PAN y PRD votaron esta vez juntos para regresarla, por considerar que tiene serias deficiencias jurídicas.

El perredista Demetrio Sodi dijo que no debe descartarse la posibilidad de llamar a un periodo extraordinario para discutir de nueva cuenta esta ley y otras que quedaron pendientes. Sin embargo, el panista Jorge Zermeño señaló en tribuna que los intereses electorales entorpecieron la tarea parlamentaria, ya que muchos legisladores estaban más preocupados por los comicios de julio próximo.