Se estaría usando a lacandones para desalojarlos, dice el abogado De los Santos

Posible provocación oficial a comunidades de Montes Azules: Defensores Comunitarios

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

San Cristobal de Las Casas, Chis., 1Ŷ de mayo. ''El problema de fondo en los intentos de desalojo en Montes Azules es la negativa del Estado a la autodeterminación indígena y el reconocimiento de los derechos territoriales de los pueblos, es decir, el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés'', dice en entrevista el abogado Miguel Angel de los Santos. ''El actual problema es un claro reflejo de que en México no se cumplen los derechos indígenas'', agrega.

Miembro de la Red de Defensores Comunitarios por los Derechos Humanos, negó que el organismo haya pedido al gobierno medidas cautelares para las comunidades amenazadas de desalojo en Montes Azules. ''Es mentira'', dice De los Santos en relación con declaraciones gubernamentales recientes. ''Las medidas cautelares las solicitamos a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que por cierto se ha negado a tramitar la solicitud''.

Al referirse a los acontecimientos de la segunda quincena de abril, cuando grupos de la comunidad lacandona amenazaron a los pobladores de Ignacio Allende (San Rafael) y San Isidro, el abogado De los Santos considera que ''las autoridades federales podrían estar coludidas para llevar a cabo una provocación que justificara el uso de la fuerza pública''.

Eso se piensa, agrega, ''cuando uno ve la impunidad que está mostrando la comunidad lacandona; si hasta parece que los funcionarios los alientan''. Mientras la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos naturales (Semarnat), la Procuraduría Federal para la Protección del Ambiente (Profepa) y Áreas Naturales Protegidas acompañan estos ''operativos punitivos'' de la comunidad lacandona (como asesores y, llegado el caso, voceros), la CNDH da ''tratamiento de queja'' a la solicitud de medidas cautelares, y en los hechos acata los lineamientos del gobierno federal en relación con el problema.

''Desde el momento en que los lacandones intervienen, el asunto deja de ser federal y se convierte en estatal'', agrega el entrevistado. Y por la vía de ''evitar'' presuntos enfrentamientos intercomunitarios o ''étnicos'', podrían justificarse los operativos de desalojo.

Es claro que los miembros federales de la mesa ambiental que atiende la problemática de Montes Azules presionan para involucrar más al gobierno de Chiapas en las medidas de desalojo y castigo. La Profepa ha insistido en esto, del mismo modo que la Semarnat intenta revolver las aguas al proponer la ''mediación'' de los centros de derechos humanos (concretamente el Fray Bartolomé de las Casas), sin ofrecer el menor atisbo de solución.

Ante todo, ''el gobierno del estado tiene la responsabilidad de proteger a la población'', concluye el defensor y activista de los derechos humanos.

Príncipes de la selva y dueños de segunda

Las autoridades federales insisten en expulsar cuanto antes a las comunidades de Montes Azules, empezando por las de creación más reciente en la región sureña de Ixcán. Para ello echan mano de la comunidad lacandona, a la cual están convirtiendo ya en una pequeña sociedad de castas, con señores, plebeyos y parias. Dos clases de ''dueños'': una, los lacandones, algo así como ''príncipes de la selva'' por invención de antropólogos, ambientalistas, inversionistas y filántropos. La otra (la plebe, los ''dueños de segunda'' del vasto latifundio), la componen los mucho más numerosos comuneros choles de Nueva Palestina y Frontera Corozal, quienes a la hora de amedrentar o agredir a los ''parias'' ponen el número, los machetes y las armas.

Los comuneros choles -aunque nadie lo dice- detentan menos derechos que los lacandones: no es lo mismo tener en su favor un decreto presidencial, que los dos que dan distinta categoría a los lacandones. Al menos, categoría de socios en los proyectos turísticos privados en Lacanjá Chansayab y la estación-hotel de Chajul, ya en servicio, así como la anunciada estación Jalisco de ''observación biológica'' (y encubierto, cuanto exclusivo, hotel tasado en dólares) en Montes Azules y la reserva de Cojolita.

La asociación civil Espacios Naturales y Desarrollo, vinculada a ex funcionarios federales zedillistas como Julia Carabias, Arturo Warman y otros, impulsa la construcción de dicho centro turístico por conducto de Cooperativa Estación Jalisco, donde 14 ''miembros lacandones'' participarán en "administración, coordinación, acompañamiento de turistas y mantenimiento del centro''.

Aparte de los propósitos de investigación y conservación de la riqueza biológica, el proyecto considera, como último punto, la ''difusión y promoción de servicios que impulsen la generación de una derrama económica y empleo directo a los habitantes de la comunidad lacandona''.

O sea. En esa soñada comunidad lacandona hasta mero arriba estarían los investigadores, inversionistas y turistas. Luego, los lacandones -coartada y símbolo- ''socios", que administrarán la limpieza, la cocina y las visitas guiadas allí, que abundan ruinas, lagunas y santuarios naturales. Y por último, los choles de Frontera Corozal y Nueva Palestina, a los que algo les caerá de la ''derrama económica'' prometida. Por eso andan ahora tan bravamente ''interesados'' en limpiar la selva de ''invasores'' y proteger el ''patrimonio genético de la nación''.

Los nuevos señores mayas

ƑEstamos ante un fenómeno civilizatorio? ƑO es la historia, que cuando se repite lo hace como farsa? Mucho antes de la conquista española, por motivos que los mayistas desconocen, la estructura de castas había desaparecido de estas tierras mayas. Con empecinada independencia así han permanecido estos pueblos durante más de mil años.

Tuvo que llegar el siglo XXI para que, con el auxilio de gobiernos y ambientalistas, los nuevos ''señores mayas'' controlen, si no palacios, al menos taquillas, bungalows y servicios. En el caso de la Estación Jalisco, un reducido número de ''adultos'' de Lacanjá Chansayab (lacandones, según especifica el proyecto ecoturístico) recibirán beneficios adicionales por ser ''dueños legales'' del latifundio más vasto y codiciado del país. ƑIndios de primera? ƑCapataces? ƑQuinta columna de la privatización? ƑCarne de cañón en caso de que, literalmente, la sangre llegue al río?