Se sientan las bases para la solución del dominio colonial: Partido Independentista

Disturbios en Puerto Rico al celebrarse que la marina de EU se retiró de Vieques

Llama el líder Rubén Berríos a dejar de lado las diferencias para recuperar la soberanía

AFP Y PL

Vieques, 1Ɔ de mayo. Puerto Rico festejó con ma-nifestaciones, algunas de las cuales culminaron con actos de violencia, la retirada oficial de la marina estadunidense de Vieques, isla puertorriqueña utilizada durante más de 60 años para maniobras y bombardeos navales, pese a la protesta de sus habitantes.

El presidente del Partido Independentista Puertorriqueño, Rubén Berríos Martínez, al referirse a esta fecha dijo que la salida de las fuerzas estadunidenses de Vieques sienta las bases para la solución del dominio colonial de Puerto Rico.

Respecto de las protestas de los tres últimos años contra la presencia militar estadunidense en esta isla, indicó que "hace falta repetir el espíritu de Vieques" para encaminar la solución del estatuto político de este país, un estado libre asociado ligado a Estados Unidos desde 1952, que le permite su administración interna y limitados contactos internacionales.

Berríos, que pasó un año en desobediencia civil en los terrenos militares de Vieques hasta su arresto por parte de agentes federales en mayo de 2002, llamó a dejar de lado las diferencias ideológicas, tal como se hizo en Vieques.

"Hemos enfrentado con la desobediencia civil, con las armas de la paz, a la marina de guerra del país más poderoso del mundo, y hemos vencido. Se ha comenzado a romper la potencia colonial, obstáculo fundamental para nuestro desarrollo y libertad", dijo.

Poco después de que se cumpliera, a las cero horas locales del jueves, el plazo para la retirada de la marina estadunidense, cientos de manifestantes quemaron vehículos militares y causaron destrozos en el recinto federal de la isla, usada desde la década de los años 40 como polígono de artillería y bombardeos, y para desembarcos anfibios de infantes de marina.

Entre 500 y 600 manifestantes, algunos de ellos con el rostro cubierto, derribaron la valla que durante años separó la zona civil del campamento naval García, e invadieron el recinto, que desde este primero de mayo pasa a estar bajo control del Departamento de Interior estadunidense.

La violencia empañó una fiesta por la soberanía que se anunciaba pacífica, organizada por los ciudadanos de Vieques que durante años llevaron a cabo una campaña internacional contra las maniobras militares estadunidenses.

"Lo que ha ocurrido debe ser repudiado por todos los puertorriqueños", aseguró el jueves la gobernadora de este estado libre asociado, Sila María Calderón, en rueda de prensa. "Estos actos violentos desvirtúan el espíritu de esta celebración", añadió.

Cuando durante la noche del miércoles al jueves se iniciaron los fuegos artificiales, los manifestantes quemaron los vehículos usados por los militares estadunidenses y destruyeron numerosas estructuras del polígono, relataron testigos y la policía.

"Vieques sí, Navy (marina) no", gritaban los manifestantes que se congregaron para celebrar la retirada oficial.

Inacción policial

Responsables de la policía afirmaron que no podían arrestar a los causantes de los incidentes, ya que éstos se produjeron en una propiedad federal estadunidense.

Sin embargo, el jefe de la policía, Víctor Rivera, aseguró después que solicitará al gobierno federal de Estados Unidos permiso para detener a quienes perpetren actos violentos en lo que fue el polígono militar.

Tras los incidentes, durante la jornada del jueves varios políticos de Puerto Rico criticaron la inacción de la policía para atajar los actos de vandalismo.

Los 9 mil habitantes de la pequeña isla Vieques, de poco más de 200 kilómetros cuadrados, alegaban desde hace varios años que las pruebas con bombas afectaban su salud, y que en consecuencia el índice de cáncer en la zona era el más elevado de Puerto Rico.

Los habitantes de la pequeña isla -cuyas dos terceras partes fueron adquiridas en 1940 por la armada estadunidense- arreciaron sus protestas contra las maniobras militares en 1999, cuando una bomba desviada cayó sobre una caseta de vigilancia y mató a un empleado local de seguridad.

El tema se convirtió en objeto de protestas tanto en Puerto Rico como en Washington, lo que obligó al presidente George W. Bush a fijar el primero de mayo de 2003 como fecha límite para poner fin a los ejercicios en Vieques y hallar sitios alternativos para dichas maniobras.

Poco antes de cumplirse el plazo para la retirada oficial, el Pentágono emitió un comunicado anunciando que el "Departamento de la Armada ha transferido todas sus propiedades en la isla de Vieques, Puerto Rico, a la jurisdicción administrativa de la Secretaria de Interior", que a su vez transformará ese territorio en una reserva natural, para lo cual este año invertirá 2.3 millones de dólares.

Según el Pentágono, las unidades de la costa este de la marina y el cuerpo de marines estadunidenses se entrenarán a partir de ahora en campos del territorio continental de Estados Unidos.