México D.F. Viernes 2 de mayo de 2003
Concursos y disfraces enmarcaron la feria número 38
Otumba celebró el Día del Trabajo con fiesta de burros
Realizaron juegos de polo y carreras con animales de carga
JAVIER SALINAS CESAREO CORRESPONSAL
Otumba, Mex., 1Ɔ de mayo. Un carnaval único en el mundo. Aquí en Otumba ser burro es un orgullo, y es que no sólo a los nacidos en este municipio se les conoce con ese mote, sino que al animal de carga se le festeja en este Día del Trabajo.
Con una tradición que se conserva desde hace 38 años, en esta ocasión la Feria Nacional del Burro tuvo lugar en Otumba (lugar de otomíes) con el lema: "Los burros han soportado en sus lomos buena parte del peso de la historia".
Aquí no hay desfile obrero ni pancartas exigiendo incremento salarial, aquí sólo hay burros y miles de espectadores que disfrutan de un carnaval singular, una buena comida tradicional y un mejor pulque. Hubo partidos de polo sobre burro, desfile de burros adornados, jineteo sobre burro y las carreras formulas I, II y III.
Primero, en el burródromo (la plaza principal del municipio) la destreza de los competidores se hizo presente cuando saltaron en la improvisada cancha los dos equipos de polo: los otumbenses contra chilangolandia. Con escoba en mano y montando a sus bestias, ambos grupos dieron muestra de sus habilidades.
Pero fallaron los de casa, pues los chilangos fueron superiores y ganaron 9 a 2 goles. Los silbidos y aplausos de los más de 3 mil espectadores subieron de tono cuando hicieron su aparición los burros disfrazados. Las alusiones a la paz en el mundo fue el tema de dos de los participantes.
šPobre burro, que culpa tiene!, exclamaba uno de los asistentes mientras frente a él pasaba el "Burro Bush", un animal que en el lomo cargaba una figura representando un tanque de guerra estadunidense, junto con un niño soldado, y otro menor, disfrazado de iraquí, con una manta en la que se leía: "Los niños del mundo queremos paz".
Pero el ganador del desfile fue la Reina Xóchilt (la creadora del pulque) y su burro pinacate, ataviado con un paisaje de los magueyes de Otumba y sus instrumentos para raspar el maguey: sus castañas, acocote, raspador y cuchara.
También formaron parte del carnaval el burro alebrije, Chuky el burro diabólico, el guerrillero, el burro araña, y sin concusar -porque llegó tarde- la burra becaria de Brozo.
Las carreras de burro fórmulas I, II y III se dieron paso para provocar entre los asistentes los gritos por la velocidad en la que eran conducidos los animales de carga. Hubo también jineteo sobre burro. Los primeros tres lugares de cada categoría se hicieron acreedores a un premio de 3 mil, 2 mil y mil pesos, respectivamente.
Cuenta la tradición que la festividad nació por una convivencia entre Dolores Navarrete, La China; Nicolás; Felipe; Pedro y Odilón Contla, derivada de la anécdota: "Cierto día se encontraron dos compadres. Después de saludarse, uno le pregunta al otro: 'Ƒa dónde vas, compadre? Voy a Tulancingo a comprar burros. ƑPero compadre, para que vas tan lejos, si ahí en Otumba hay muchos burros y muy buenos'. Por eso, para burros los de Otumba".
La tradición se conserva, y este año, para darle continuidad e impulso, fue conformado la Asociación Otumbense Para la Defensa y Conservación del Burro.
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