Investigadores de UNAM y UAM presentan reporte

Hay un déficit de unos 18 millones de puestos de trabajo, según especialistas

KARINA AVILES

Los saldos de una política laboral basada en el neoliberalismo son los siguientes: de 1982 hasta hoy existe un déficit de 18 millones de puestos de trabajo. Actualmente 27 millones de trabajadores reciben menos de cinco salarios mínimos, 9 millones obtienen menos de dos y 11 millones sobreviven con ingresos de cero a dos salarios mínimos. Además hay 7 millones de empleados que son sobrexplotados, indicaron investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) con base en sus propios estudios.

Por lo anterior, dijeron que "más que quitarle el freno al cambio hay que quitárselo al salario y al empleo", pues la pobreza, la sobrexplotación, la fuerza de trabajo trasnacionalizada y la precariedad son las características que retratan las condiciones en las que laboran millones de personas. Mencionaron como ejemplo que para recuperar el poder adquisitivo que los trabajadores tenían en 1976 tendrían que transcurrir 35 años.

En conferencia de prensa, José Alfonso Bouzas Ortiz y Gerardo González Chávez, investigadores del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM, y la profesora Rosa Albina Garavito, de la UAM, efectuaron un análisis de la realidad laboral mexicana.

Garavito precisó que de 1982 a hoy existe un déficit total de 18 millones de puestos de trabajo, de los cuales 3 millones corresponden al gobierno foxista. En esta administración, recalcó, "no sólo no se han creado empleos, sino que también se han destruido".

La académica indicó que en el país hay un desempleo "disfrazado" y recordó que en la administración de Ernesto Zedillo 63 por ciento de los 700 mil empleos anuales que se crearon eran de menos de un salario mínimo. Es decir, "salarios chatarra".

Expresó que si se implantara una jornada laboral de 40 horas semanales en lugar de la actual de 48 horas se crearían 13 millones de puestos de trabajo. Recordó que 53 por ciento de la población económicamente activa (PEA), que suma 23 millones, labora en la economía informal al no haber encontrado una fuente de empleo.

A lo anterior se debe añadir que 20 por ciento de la fuerza de trabajadores ( 8 millones) está trasnacionalizada. De cada cien mexicanos que nacen ocho emigrarán en busca de un trabajo, de acuerdo con el Consejo Nacional de Población, apuntó.

Subrayó que este escenario no se puede analizar sin entender el problema "del desastre de las finanzas públicas", pues hay una "deuda escondida" que coloca al déficit fiscal en 4.5 por ciento del producto interno bruto.

Para revertir el deterioro, propuso eliminar los topes salariales, ya que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos "es un elefante obsoleto". También planteó la necesidad de una reforma fiscal profunda, fomentar la democracia sindical y "quitarle el freno al salario y al empleo".

En su turno, Gerardo González manifestó que "el crecimiento económico se sustenta en bases poco sólidas, con un modelo de economía abierta que no ha logrado siquiera igualar el crecimiento de la población y el empleo con el aumento de años anteriores, lo que ha repercutido en la acentuación de la desigualdad social".

De 1976 hasta la fecha, la pérdida del poder adquisitivo alcanza 70 por ciento y necesitarían pasar alrededor de 35 años para recuperar el poder de compra que los trabajadores tenían a finales de la década de los setenta, puntualizó.

Apuntó que la tasa de desempleo abierto creció de 2.2 por ciento, en 2000, a 2.8 por ciento, en 2003. Por su parte, José Alfonso Bouzas abordó el tema de la llamada iniciativa Abascal. La calificó de antidemocrática, conservadora y "atentatoria del derecho de asociación y contratación colectiva".