Encontraron cuatro órganos humanos en frascos

Más incertidumbres en el caso de 8 mujeres asesinadas en Juárez

JENARO VILLAMIL ENVIADO

Ciudad Juarez. En esta ciudad, remover las arenas del desierto es un oficio peligroso. No sólo porque existe la certeza de que allí se encuentran los restos mortales de mujeres desaparecidas en los pasados diez años, sino porque también ahí se pueden desenterrar las contradicciones y las pistas de los expedientes prefabricados por los cuatro procuradores y las siete fiscales que han desfilado en esta década de crímenes impunes que le ha costado la vida a por lo menos 320 mujeres.

Uno de los terrenos emblemáticos de esta pesadilla que ha sitiado a Ciudad Juárez es el lote algodonero, ubicado en Paseo de la Victoria y Prolongación Ejército Nacional, en uno de los cruces más transitados y conocido como "la zona dorada" juarense. Ahí se encontraron el 6 de noviembre de 2001 los restos de 8 víctimas, cuyos cuerpos fueron arrojados en este sitio. La identidad de cada una de ellas, hasta el momento, no ha sido plenamente acreditada.

Este enigmático lote algodonero, ex propiedad de unos chinos, cercano a los terrenos del rancho de la familia Bermúdez, aliados empresariales del ex gobernador Francisco Barrio, vuelve a ser hoy el escenario de una historia llena de contradicciones sobre los crímenes seriales que ha atraído la atención de la prensa internacional. La hipótesis de que ahí fueron arrojados tres cuerpos para traficar con sus órganos ha revivido el interés en este sitio y los expedientes que de él se han derivado.

Ocho cruces con los nombres de Claudia Ivette, Brenda, Bárbara, Laura Berenice, Lupita, Esmeralda, Verónica y uno que dice "Desconocida", permanecen ahí como testimonio de las ocho víctimas encontradas entre el 6 y el 7 de noviembre de 2001. En aquella ocasión, la sociedad juarense se conmocionó y el escándalo nacional e internacional no se hizo esperar: por primera vez aparecían varios restos mortales no en los lotes periféricos de la ciudad (Lote Bravo, Lomas de Poleo, Cerro del Cristo Negro, Cerro Bola, Anapra, zona del ferrocarril, etcétera) sino en uno de los sitios más emblemáticos de la clase empresarial y del desarrollo maquilador de esta ciudad. El lote algodonero se encuentra ubicado enfrente a la Asociación de Maquiladoras.

Expediente exprés y contradicciones

Con la premura por acallar las críticas frente a la ineficacia el entonces jefe de peritos de la fiscalía, Oscar Máynez, estableció similitudes entre los crímenes de estas ocho mujeres y el de Lilia Alejandra García Andrade. Como las ocho mujeres del campo algodonero, García Andrade fue violada, torturada y estrangulada. En los casos había un indicio común: fueron mutiladas de los senos.

Aunque las investigaciones apenas estaban en curso, el 11 de noviembre de 2001 el procurador Arturo González Rascón se apresuró a anunciar la captura de 2 culpables de los 8 homicidios: los conductores de transporte urbano Víctor Javier García Uribe, El Cerillo, y Gustavo González Meza, La Foca. El 14 de noviembre, el juez tercero de lo penal, José Alberto Vázquez Quintero, dictó auto de formal prisión a La Foca y El Cerillo.

Desde ese momento iniciaron las contradicciones. Tanto la fiscal de entonces, Zulema Bolívar, como el ex jefe de peritos, Oscar Máynez, se negaron a avalar el expediente de la procuraduría. Máynez fue contundente: "esto apesta", declaró a la prensa local. Al periodista Sergio González Rodríguez, autor de libro Huesos en el desierto, le manifestó su temor de que la gente del procurador hubiera "sembrado evidencias inculpatorias".

El 25 de febrero de 2002, familiares de las ocho mujeres encontradas en el lote algodonero hallaron prendas y objetos de las víctimas en el lugar de los hechos. Estos hallazgos originaron especulaciones sobre la falta de una buena exploración o que se hubieran "sembrado" nuevas pruebas.

Ahora, a año y medio de estos sucesos, sobre los escombros del campo algodonero, la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada (UEDO) de la PGR y la propia procuraduría estatal, intentan acreditar el expediente sobre presunto tráfico de órganos.

Los escombros removidos han vuelto a despertar suspicacias y temores. En paralelo con el expediente de "los cuerpos del lote algodonero" está también el crimen contra Mario César Escobedo Anaya, abogado defensor de La Foca, cometido por agentes judiciales y el deceso de La Foca.

El arraigo de Miguel Angel Vázquez Villegas y de Hernando Valles Contreras, acusados de traficar con órganos de mujeres asesinadas, vuelve a abrir la caja de Pandora.

Para acreditar el expediente contra Vázquez Villegas y Valles Contreras, el miércoles 23, agentes de la UEDO removieron los escombros del lote algodonero, pero no encontraron nada que acreditara que ahí fueron arrojados, por lo menos, tres cuerpos más.

El domingo 27 de abril, cuatro días después de la expectativa, un comunicado de la procuraduría chihuahuense informó que se encontraron cuatro órganos humanos, en frascos con etiquetas en inglés, que habían sido abandonados a unos kilómetros de la frontera con El Paso, Texas.