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México D.F. Viernes 2 de mayo de 2003
Rindieron homenaje al Nobel mexicano a cinco
años de su muerte
Paz sugería aprender a deletrear la verdad y
la gloria de Sor Juana
Dieron a conocer el texto inédito de su oración
fúnebre a la monja jerónima
CESAR GÜEMES
La noche del pasado martes se efectuó en la Universidad
del Claustro de Sor Juana un homenaje en memoria de Octavio Paz, a cinco
años de su fallecimiento. En el acto fueron dados a conocer, impresos
por esa casa de estudios y la Fundación Carmen Romano de López
Portillo, la Oración fúnebre a Sor Juan Inés de
la Cruz, hasta ahora inédita, el ensayo de Carmen Beatriz López-Portillo
Romano, Sor Juana en la mirada de Octavio Paz, y el disco compacto
Homenaje a Octavio Paz realizado por las instituciones mencionadas
más el apoyo de la Universidad Nacional Autónoma de México,
que contiene, en voz del Nobel mexicano, su oración por la poeta,
además del Ritual de difuntos de la orden de San Jerónimo,
interpretado por la capilla musical de ese claustro.
La
rectora del Claustro de Sor Juana, Carmen Beatriz López-Portillo,
agradeció a Marie Jose Paz, presente en el acto, la posibilidad
de editar en forma impresa y en versión de disco compacto el trabajo
que Octavio Paz dedicara a la monja jerónima. Sobre la relación
entre ambos pensamientos, dijo:
''El diálogo entre Octavio Paz y Juana Inés
revela simpatía, com-pathia, compasión, condolencia,
traduciendo el milagro de la reciprocidad de las conciencias que envuelve
a dos seres diferentes, y por tanto iguales, en una sola sensación,
en un solo sentimiento. Acto amoroso que nos abre, gracias a la mirada
milagrosa, al otro. Tanto Sor Juana como Octavio Paz hablaron en favor
de lo que somos, su palabra reconstruye la complejidad del ser humano,
reivindica la totalidad de nuestro ser: mujer y hombre, razón y
pasión, cuerpo y mente, conciencia y deseo, libertad y compromiso,
pensamiento y vida, cambio, fluidez, devenir.
''No mutilan el ser que somos en esquemas que nos empobrecen
al definirnos, hacen que nuestro ser se exprese en el caleidoscopio del
tiempo que lo permite, oponiéndose a la construcción de permanencias,
aceptando que el espejo no retenga la mirada, sabiendo que el sabernos
sabiendo es instantáneo y una ilusión. No dejan que el asombro
se pierda a cambio de una seguridad inexistente."
Leer bien a la Décima Musa
El catedrático y ensayista José Pascual
Buxó, quien comentó el texto hasta ahora inédito del
autor de Las trampas de la fe, destacó: ''Lo primero que
hizo Octavio Paz en su Oración fúnebre fue preguntarse
por la verdad verdadera del poeta, esto es, por la posibilidad de rescatar
a un escritor de esa eternidad de humo que es la fama".
Y, en efecto, dentro de las primeras páginas del
texto que Paz leyera en el ex templo de San Jerónimo, el 17 de abril
de 1995, a 300 años de la muerte de Sor Juana, puede leerse ahora:
''La verdad verdadera del poeta y del prosista está en su obra.
Sí, nos hace falta conocer la correspondencia de Sor Juana y estudiar
sus manuscritos pero, sobre todo, nos hace falta leerla como ella se merece.
Tenemos que aprender a deletrear su verdad, su gloria, entre los caracteres
del estrago".
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