Acusaciones, para justificar los escasos votos que obtuvo

Responde Duhalde a Menem: no hubo fraude en los pasados comicios

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 3 de mayo. El presidente Eduardo Duhalde dijo hoy que "no existió fraude alguno" en las elecciones presidenciales del pasado 27 de abril, en respuesta al ex mandatario Carlos Menem, candidato del Frente por la Lealtad, quien este sábado habló sobre esa posibilidad. Duhalde sostuvo que Menem no acepta haber obtenido escasos votos y por ello busca una excusa.

Menem enfrenta un adverso escenario político en la segunda vuelta, como lo demostró su humillante y frustrada visita a San Luis, adonde fue a solicitar ayuda, en vano, al tercer candidato presidencial del Partido Justicialista (PJ), Adolfo Rodríguez Saá, a quien ofreció un cargo en su próximo gobierno a cambio de llamar a sus adeptos a votar por él, petición que fue rechazada.

Menem había anunciado que ganaría por más de 46 por ciento el pasado 27 de abril, y cuando ya se veía virtualmente derrotado, por la avalancha de votos que se expresaron en diversos partidos en su contra (75 por ciento), esperó tener 8 por ciento de diferencia con respecto a su oponente más cercano, Néstor Kirchner, también del PJ, del Frente para la Victoria. No lo logró y ahora trata de judicializar el proceso electoral para no reconocer su derrota preanunciada en todas las encuestas, que hoy dan a Kirchner entre 30 y 45 por ciento de diferencia sobre el ex mandatario.

Así, por donde va el ex presidente encuentra caminos cerrados y se estima que su intento de judicializar el proceso electoral es otro paso hacia su derrota, lo cual genera temor entre analistas, que señalan posibles recursos "mafiosos" del ex mandatario y ven con preocupación los secuestros para extorsionar, como el que sufre la hija de un empresario. También ha sido negativa la información de sus otrora leales medios de Estados Unidos, que han mencionado en días recientes la corrupción que imperó en sus gobiernos (1989-1999), como si estuvieran advirtiéndole que no es el candidato preferido, porque no lo necesitan, ya que todas las privatizaciones les favorecieron.

Lentamente todos los dirigentes peronistas del interior comienzan a reacomodarse detrás de la figura de Kirchner, como sucede en estas horas en Córdoba, Entre Ríos y otras provincias. También los intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires han prometido votar por Kirchner. Menem se esfuerza ahora por presentar a nuevas figuras, tratando de captar el voto independiente, que es más opuesto a su candidatura.

Carrió también se negó a negociar

Por su parte, Elisa Carrió, diputada y líder del partido Alternativa para una República de Iguales, decidió no negociar nada a cambio del respaldo electoral a Kirchner, que ella considera servirá para frenar a "la mafia" (Menem). La propuesta es continuar luego en el camino de la depuración política. Hay algunos temas, sin embargo, coincidentes entre Carrió y Kirchner, como los que harían posible la renovación de la Corte; una reforma constitucional para reducir el presidencialismo y renovar el Parlamento, y aspectos de política exterior, como el reforzamiento del Mercosur y la alianza estratégica con Brasil, así como medidas fuertes en el rubro social.

Los mercados internacionales también parecen rechazar a Menem, como quedó claro el pasado lunes con la caída en la bolsa de los papeles de bancos y de empresas de servicios públicos, que fue una respuesta a la derrota de su candidato preferido, Ricardo López Murphy, del Movimiento Federal Recrear, que era el "as en la manga" en los mercados financieros para este periodo histórico.

Los más importantes líderes políticos de años recientes en el juego bipartidista Menem, del PJ, y Raúl Alfonsín, de la centenaria Unión Cívica Radical, aparecen en estas horas como los representantes del pasado. Kirchner, en tanto, sale al extranjero con nuevas señales para la centro-izquierda con el propósito de encontrarse con Luiz Inacio Lula da Silva y Ricardo Lagos, presidentes de Brasil y Chile.

El 18 de mayo los menemistas, se dice, podrían recurrir a impugnaciones y otras acciones para evitar que el 25 de mayo asuma un nuevo presidente, con el propósito de obligar a la Asamblea Legislativa a elegir otro mandatario provisional.

Una encuesta nacional revela que Menem ni siquiera retiene los votos que logró el domingo anterior. "La gente percibe el ocaso de un liderazgo", según el encuestador Zuleta Puceiro, quien advierte que "la mayoría de la gente dejó de pensar que Menem es invencible. Creen que esta vez perderá".