México D.F. Martes 20 de mayo de 2003
Investigadora de la UNAM dice que los campesinos deben insistir en revisar el TLCAN
La globalización impide al gobierno dictar políticas para el agro: especialista
México no crece porque resuelve problemas contingentes, no ve a largo plazo: Bendesky
ANGELICA ENCISO L.
Para resolver la crisis del campo mexicano es necesario sacar los granos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), establecer una política nacional de precios de los alimentos y destinar más recursos a la productividad, sostuvo la especialista Blanca Rubio.
El Acuerdo Nacional para el Campo que firmaron hace unas semanas el gobierno federal y organizaciones campesinas establece paliativos a la situación del agro, pero no se resuelve el problema, sostuvo la especialista del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, durante su participación en la Semana de Economía en la ENEP Acatlán.
Uno de los problemas más importantes que enfrenta el campo es que "el gobierno no tiene el control sobre los precios, los cuales se fijan a escala internacional. Con la globalización el gobierno perdió ese control, y por tanto no puede dictar políticas agrícolas", explicó en entrevista.
El aumento de cien pesos al Procampo y otras medidas establecidas en el acuerdo sólo son paliativos, agregó. "Mientras continúen las importaciones de alimentos a bajos precios de nada sirve el aumento al gasto, porque la competencia externa anula cualquier pequeño proyecto que se haga."
Mencionó que por eso el movimiento El campo no aguanta más vislumbró como la cuestión más importante sacar los granos del TLCAN, aunque el problema, "como todos sabemos, quedó sin resolverse en el acuerdo nacional". Destacó que un logro fue el reconocimiento del gobierno de la importancia de impulsar al campo y algunos aspectos parciales que sin duda son buenos para algunos grupos campesinos.
Consideró importante insistir en la revisión del TLCAN, objetivo que no debe dejarse de lado, porque mientras no se logre ninguna otra política será efectiva, "sobre todo si se hacen políticas como aumentar el presupuesto, pero orientarlo en su mayoría a los rubros social, educación y salud, que no tienen que ver con lo productivo", sostuvo.
El punto de partida para el establecimiento de una política agropecuaria sería "la renegociación del TLCAN y que el gobierno vuelva a instaurar una verdadera política agropecuaria controlando los precios, de forma que sean redituables para los agricultores, además del cierre de fronteras, para que no entren productos que compitan con los nacionales", propuso.
En caso de no darse todo eso, dijo, "se profundizará la marginación de los productores de maíz y frijol. Lo del acuerdo nacional va a contener la crisis en algunas regiones, pero es tan profunda que no es posible pararla con este tipo de paliativos. La otra manera sería que se otorgaran subsidios tan altos como en Estados Unidos, y eso tampoco es factible a corto y mediano plazos".
Explicó que los precios internacionales están por debajo del costo de producción: el trigo está 40 por ciento por debajo y el maíz 20 por ciento. Con precios de esa naturaleza, en los países con población campesina la agricultura tiende a quebrar, aseveró.
A su vez León Bendesky, colaborador de La Jornada, en su participación en la inauguración de las conferencias que se realizarán toda la semana, recordó que para el estudio de la economía el trabajo es un elemento esencial, y si se parte de él "tendremos una perspectiva distinta que si utilizamos la definición convencional de que la economía estudia los usos alternativos de los recursos escasos, porque si se parte de este planteamiento, tanto el empleo como el trabajo acaban siendo el residuo".
Agregó que es fundamental el crecimiento a largo plazo, porque "siempre tenemos que resolver problemas contingentes: que no suba el déficit, los salarios; este país no tiene la capacidad de crecer porque no tenemos políticas que vayan a largo plazo", concluyó. |