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E S P E C T A C U L O S
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México D.F. Martes 20 de mayo de 2003

Dirigida por Lorena Maza, la puesta en escena narra la historia de tres mujeres

Destino Gritadero, catarsis que por un lado aprieta y por otro libera

Las actrices Verónica Langer, Montserrat Ontiveros y Emma Dib son las protagonistas

Se presenta todos los fines de semana en La Gruta, en el Centro Cultural Helénico

MARIANA NORANDI ESPECIAL

La condición humana esconde todo un universo desconocido que no deja de sorprender. Con el transcurso de los siglos, la humanidad no ha sabido aprender de sus errores, sino que los ha reproducido y acentuado, colocando a la especie humana en un mundo de incomunicación, rencor y soledad. En este espacio desolado, donde la muerte de la palabra ha cedido su lugar al grito, se desarrolla la puesta teatral Destino Gritadero, de Guy Foissy, que se representa todos los fines de semana en La Gruta del Centro Cultural Helénico.

Dirigida por Lorena Maza e interpretada por Verónica Langer, Montserrat Ontiveros y Emma Dib, la obra narra la historia de tres mujeres que esperan, en una parada de autobús, el camión que las lleve al Gritadero, lugar donde les es permitido gritar para desahogar angustias y emociones internas. En una atmósfera huxleyiana, en la que la modernidad ha acabado con la esencia humana, estas mujeres desean emitir gritos de auxilio, dolor, desesperación, placer, frustración; gritos seudoliberadores que son controlados por el ojo del poder. La tardanza del autobús hace que estas tres mujeres rompan el muro de la incomunicación para entrar en contacto y analizar sus sentimientos más profundos.

Al mes de su estreno, se platicó con las actrices acerca de este montaje, el cual representa para el espectador un viaje catártico y reflexivo, en el que se plantea una situación futurista cada vez más cercana y actual.

La voz se repite y no se oye nada

-¿Cómo se imaginan ustedes el gritadero?

Emma Dib (ED): Como cubículos carcelarios, dentro de una atmósfera de hospital, en la que te vas a encerrar para una terapia inadecuada. Todo muy reglamentado, donde tu voz se repite y no oyes nada.

Montserrat Ontiveros (MO): Un Palacio de los Deportes, donde te filman para que te veas cómo gritas.

Verónica Langer (VL): Una celda de castigo de un mundo devastado, en el que los seres humanos andan deambulando solos, pero muy controlados.

-¿Es una obra futurista?

MO: Podría haber parecido futurista hace 20 años, pero ahora ya no lo es tanto. Si oyes con atención el libreto, te das cuenta que habla de situaciones que, de alguna manera, ya se están dando. Vivimos unos con otros, pero estamos más aislados que un champiñón.

ED: En el sentido literal tal vez pueda parecer futurista, pero en términos concretos y reales no lo es tanto. Tenemos el caso de Big Brother, en el que tratan a las personas como ratas de laboratorio grabándolas todo el día en la intimidad, o la situación de la guerra contra Irak.

-¿Qué quieren gritar estas mujeres?

VL: Cada una quiere gritar cosas diferentes, pero en el fondo quieren gritar esa falta absoluta de amor en la que viven.

-¿Es necesario gritar de vez en cuando?

MO: Es necesario, pero no el grito reglamentado.

VL: Porque el grito, a veces, está reglamentado desde el poder para que cada quien siga el caminito que quieren que se siga. Así nunca puede ser un grito necesario de liberación.

-¿Por qué los hombres gritan en gritaderos diferentes al de las mujeres?

ED: Es algo que plantea la obra, porque la división entre hombres y mujeres representa el desgaste de la sociedad. Pero, aunque gritan en turnos diferentes, finalmente todos están reventando.

MO: Aunque nosotros, en nuestra puesta, no quisimos presentar la situación desde una división genérica, sino un problema de la humanidad como tal.

-¡Qué visión pesimista de la vida tiene esta obra!

VL: Es muy pesimista porque plantea una sociedad horrenda, en la que no hay posibilidad de contacto ni de comunicación, pero luego aparece un destello de esperanza cuando se inicia la comunicación entre las tres mujeres. De repente aparece ese milagro del ser humano que es la comunicación.

-¿Ustedes se ven reflejadas en alguno de esos personajes?

MO: Lo que me gusta de esta obra es que, si la lees como un monólogo, te das cuenta que podría ser la historia de una misma mujer contada en tres facetas de su vida.

VL: Pienso que te puedes identificar con las tres y con ninguna porque, de pronto, no harías nada de lo que hacen ellas y, en otros momentos, te das cuenta que están atrapadas en situaciones que alguna vez hemos estado todos.

-Esta obra posee un texto muy denso. ¿Cómo se vive a nivel actoral representar un montaje así?

MO: Nos sucede que estamos representando un montaje que dura una hora y 10 minutos y acabamos agotadas como si hubiese durado tres horas.

ED: Es una obra que exige mucho; es como una catarsis, te aprieta por un lado y te libera por otro.

Destino Gritadero: La Gruta del Centro Cultural Helénico. Av. Revolución 1800, colonia Guadalupe Inn. Se presenta los viernes a las 20 horas, sábados a las 18 y 20, y domingos a las 18. Entrada: 120 pesos.

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