México D.F. Viernes 11 de julio de 2003
Deslinda la SSP a los granaderos
El director del agrupamiento a caballo de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Mario Montaño Alcocer, deslindó a los policías retenidos en Xalatlaco de cualquier responsabilidad en la destrucción de cabañas y, con ello, de alguna violación al amparo judicial ganado por pobladores de ese municipio mexiquense a comuneros de la delegación Tlalpan.
Indicó que ninguno de los uniformados será sancionado ni sujeto a proceso interno en la SSP. Ayer sólo fueron citados en la dependencia para que informaran sobre lo sucedido, y reportaron que los pobladores mexiquenses no les regresaron una de las armas que les quitaron al capturarlos.
Desde hace dos semanas un grupo de 20 elementos de la policía montada fue enviado a Santo Tomás Ajusco, en Tlalpan, para reforzar la vigilancia en los límites con el estado de México, pero "únicamente para hacer presencia" e inhibir cualquier acto de violencia.
Sin embargo, la situación se salió de control la noche del miércoles con la destrucción de las cabañas edificadas por habitantes de Xalatlaco, "en la que no participaron los policías", aseguró el funcionario, pero los campesinos rodearon a los uniformados y los tomaron en rehenes, junto con personal de la delegación.
Los policías llegaron en un camión de los denominados costeros y no a caballos, e iban armados, pero según Montaño Alcocer reaccionaron con prudencia al no oponer resistencia a los 150 habitantes del pueblo que los sometieron. Sin embargo, 12 uniformados pudieron escapar y se internaron en el bosque hasta llegar donde estaba otro camión de la policía e informaron de la situación a sus superiores.
Los restantes ocho efectivos fueron despojados de sus armas de cargo (cinco revólveres calibre 38 especial y una escuadra) y encerrados en el camión, pero ninguno fue golpeado, según el jefe policiaco. Los mandos de la SSP determinaron no enviar refuerzos para rescatar a los uniformados, para no empeorar la situación, pese a que fueron trasladados a territorio mexiquense. La solución quedó en manos del secretario de Gobierno, Alejandro Encinas, quien encabezó las negociaciones para que los efectivos fueran liberados, lo que ocurrió ayer al mediodía. SUSANA GONZALEZ G. |