40 patinadores recrean a los personajes animados; la mitad del show es sólo para Cenicienta

Las princesas de Disney ya se deslizan en el Auditorio Nacional

JAIME WHALEY

De la ya sexagenaria Blanca Nieves, quien salió a escena en 1937, a la más reciente, Bella, heroína de La bella y la bestia, las llamadas princesas de Walt Disney se deslizaron por la pista instalada ex profeso en el Auditorio Nacional para presentar el gélido espectáculo que, aunque es para menores, no deja de interesar a los mayores.

Una compañía de 40 patinadores encarna a los personajes del celuloide que le han dado ganancias a más no poder a la empresa Disney, que ahora también está en la linea de desechables, quédese entendido que es una referencia a los pañuelos, para que la chiquillería se suene sus moquitos con el pato Donald.

Los patinadores presentan unas maniobras precisas y lucidoras coreografías, implantadas por el matrimonio integrado por la ex campeona sueca de la especialidad Catarina Lindgren, con antecedentes olímpicos, y Tom Dickson, galardonado por la Professional Ice Skating Association. Ambos son partidarios del patinaje sincronizado, especialidad de reciente creación.

Seis cuadros continuos de breve duración son presentados en la primera parte del espectáculo para darle vida en la segunda a la famosísima narración de Cenicienta.

Jazmín y Aladino vuelan en alfombra mágica en su mundo ideal. Aparece en otra escena Aurora, la de La bella durmiente, e igualmente se dejan ver con mucho colorido cuadros de Bella, la pretendida de la bestia, La Sirenita, con su ritmo cuasi tropical, y la abuelita de todas ellas, Blanca Nieves, con sus siete enanos entre los que destaca Tontín, a quien hace unos años algunos malosos llamaban Carlitos, por su semejanza auricular.

La parte prolongada de la función es la escenificación de Cenicienta. Ahí se hace patente la coreografía y la novedosa tendencia del deslizamiento sincrónico del espectáculo, que tuvo un costo de nueve millones de dólares y que estará vigente, al decir de María Maldonado de la empresa productora Feld, por espacio de dos años en una gira que podría extenderse hasta tierras australianas. Aquí, la compañía únicamente estará por cuatro semanas, en las que esperan una asistencia cercana a las 300 mil personas.