De no haber respuesta el miércoles, los gobernadores se abocarán a realizarla

Ultimátum de la Conago al gobierno para que organice la convención hacendaria

Ricardo Monreal presentará en San Luis un informe sobre el tema migratorio

ENRIQUE MENDEZ

La Conferencia Nacional de Gobernadores se reunirá el miércoles en San Luis Potosí para retomar la discusión para que se convoque a una convención nacional hacendaria, y ahí se lanzará un ultimátum al gobierno federal para que la organice cuanto antes. Si no hay una respuesta positiva, entonces la Conago tomará el control del tema, como ya lo hizo con el de la reforma del Estado.

El martes de la semana pasada concluyó el plazo que la Conago le dio al gobierno federal para definir plazos y términos de la convención, y no hubo respuesta. Se informó que, como definieron en junio pasado en la sesión del Distrito Federal, los gobernadores organizarán dicha convención en forma autónoma y decidirán el método de trabajo con la 59 Legislatura, que iniciará sus trabajos en septiembre.

Gil Díaz, invitado

Para la sesión de pasado mañana se invitó al secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, con el propósito de llegar a un acuerdo, pero el funcionario aún no ha confirmado si asistirá a San Luis.

Asimismo, la comisión de asuntos migratorios, que se conformó en junio pasado y que está a cargo del gobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal Avila, presentará el informe del análisis que se le encargó sobre la situación que vive el país en la materia. Está previsto que en esa parte de la sesión participe el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez.

Respecto de la convención hacendaria, ésta ha sido una propuesta que han impulsado los gobernadores priístas y la dirigencia nacional del PRI, y se informó que ya no podrán esperar a que el gobierno central decida convocarla.

Los gobernadores tomarán la iniciativa, así como lo hicieron en abril pasado en Veracruz, cuando mandatarios estatales de PRI, PAN y PRD, así como los dirigentes nacionales de esos tres partidos, acordaron "reactivar" el debate nacional sobre la reforma del Estado.

En esa ocasión coincidieron en la perspectiva de que al gobierno de Vicente Fox se le había agotado el "periodo de gracia", y plantearon que dicha reforma debería aprobarse a más tardar en 2005.

Durante el primer diálogo que los gobernadores sostuvieron con los dirigentes de los tres partidos, se reconoció que "no tiene sentido" retrasar más la discusión sobre los cambios que necesita el país.

Los gobernadores resaltaron entonces que ese paso se dio no sólo porque el presidente Fox no pudo convocar a los actores políticos a un pacto nacional, sino porque la Conago adquirió suficiente "fuerza y representatividad" para armar un nuevo pacto federal que termine con el centralismo.