El primer ministro defiende la actuación del gobierno

En Francia, ascendería a 5 mil el número de fallecimientos por el calor

AFP, REUTERS Y DPA

Paris, 17 de agosto. El primer ministro francés, Jean Pierre Raffarin, defendió la actuación de su gobierno ante la tremenda ola de calor, que pudo haber cobrado hasta 5 mil muertes, cifra muy superior a las 3 mil víctimas declaradas oficialmente hasta ahora.

En una entrevista con el semanario Le Journal du Dimanche, publicada hoy, Raffarin dijo que ha sido presionado por la oposición respecto a la posible dimisión del ministro de Salud, Jean Francois Mattei. "Todo esto es ridículo. La política no es el establecimiento permanente de marcadores. Frente a tragedias humanas como ésta, es tiempo de solidaridad, no de polémica estéril", subrayó.

El semanario citó fuentes no identificadas del Ministerio de Salud, que apuntan a que el número de muertes desde el 25 de julio, estimadas anteriormente en 3 mil, podrían aumentar a 5 mil, cuando el gobierno dé a conocer la próxima semana las cifras finales.

Mattei, de su lado, confirmó hoy en una rueda de prensa que el número de muertes en el país, debidas directa o indirectamente a la ola de calor en las pasadas dos semanas, oscila entre mil 600 y 3 mil. Aseguró que sus servicios no están al corriente de la cifra de 5 mil víctimas mortales, publicada hoy por la prensa francesa.

Reconoció, sin embargo, que el número real se situará más cerca de 3 mil que de mil 600, luego de asegurar que la situación "está totalmente controlada, aunque los servicios médicos siguen en estado de alerta".

Explicó que la emergencia sanitaria se mantiene, debido a que las temperaturas podrían subir de nuevo la próxima semana y algunas personas de por sí débiles podrían sentir con efecto retardado las consecuencias del calor.

En su momento, el gobierno establecerá responsabilidades y aclarará cómo funcionaron los diferentes servicios de alerta, el cuerpo de bomberos, los hospitales y algunos organismos públicos, que están en el ojo del huracán por esta crisis política suscitada por el calor, manifestó.

Por lo pronto, expresó que no se siente chivo expiatorio. "Soy el ministro de Salud y asumo mi responsabilidad", dijo tras señalar que desde que se produjo un aumento de los ingresos en los servicios de urgencia de los hospitales, el 7 de agosto, se puso en marcha un plan de emergencia, aunque admitió que se necesitan nuevos equipos y más personal.

Además de los hospitales, las funerarias de París tampoco pudieron darse abasto y se vieron obligadas a buscar planes de emergencia para encontrar lugares refrigerados para guardar los cadáveres y ataúdes.

En Italia, mientras tanto, más de 100 personas murieron en los últimos días en Génova, debido también al intenso calor. La mayoría eran mayores de 75 años, informó hoy la televisión estatal. Hace unos días se anunció que Milán y Turín superaron la cifra de 50 muertos.

Por otra parte, la empresa nacional de ferrocarriles (SNCF), los bomberos y el servicio nacional de electricidad (EDF) informaron que el tráfico ferroviario estaba parcialmente interrumpido la noche del domingo en el sureste de Francia, a consecuencia de violentas tormentas que provocaron daños materiales y cortes en el servicio de energía eléctrica.

Las tormentas ocasionaron numerosas caidas de árboles sobre las vías férreas, lo que impuso cortes en las líneas y en la alimentación electrica, indicó la SNCF.

Unos 15 trenes, en particular en las líneas que enlazan Grenoble (este) y París, así como Ginebra y París, tuvieron retrasos de una a cinco horas, dijo la compañía nacional, que precisó que actualmente equipos de mantenimiento retiraban los árboles que obstaculizan la circulación.