La medida, positiva para las relaciones migratorias entre ambos países, indica

Celebra Cuba entrega de 20 mil visas de EU

Demanda a Washington acciones concretas para desalentar la migración ilegal

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

La Habana, 19 de septiembre. Cuba calificó de "positivo" el anuncio de Washington de que concluyó en el tiempo pactado la entrega anual de 20 mil visas a cubanos emigrantes a ese país.

Una declaración del director de América del Norte de la cancillería, Rafael Dausá, dijo que hasta el jueves el gobierno cubano carecía de confirmación oficial sobre el proceso, pero "en cualquier caso consideramos que es un elemento positivo para las relaciones migratorias entre Cuba y Estados Unidos".

Aunque el tema es volátil y cualquier incidente puede precipitar súbitamente una crisis, el tono comedido de la declaración, valorando el anuncio estadunidense, parece reflejar el surgimiento de un clima de pragmática cooperación en la materia, en contraste con una atmósfera de crispación que se vivió en el primer trimestre del año.

Ese ambiente se puede beneficiar con el anuncio de este viernes en Miami, de que el cubano Adermis Wilson González, quien secuestró un avión de su país en marzo pasado, con 51 pasajeros a bordo, y lo hizo aterrizar en Cayo Hueso, Florida, fue condenado por la justicia estadunidense a 20 años de cárcel por piratería aérea.

El miércoles la Sección de Intereses (oficina diplomática) estadunidense en La Habana informó que había concluido la entrega de 20 mil visas, el mínimo anual a que está obligado Estados Unidos, según el acuerdo migratorio de 1994, el primero de los dos vigentes entre ambos países.

El lapso de entrega se cuenta según el año fiscal estadunidense, que empieza en octubre y termina en septiembre.

"Otorgar esta cifra significa que Estados Unidos ha cumplido con esta parte de los acuerdos migratorios", dijo Dausá.

El anuncio estadunidense y el comentario cubano siguen a un episodio en el que, por primera vez en el conflicto de cuatro décadas, Estados Unidos devolvió a Cuba una embarcación mayor que había sido secuestrada, luego que las autoridades de La Habana ofrecieron una condena moderada para los responsables, a diferencia del fusilamiento sumario que aplicaron a tres secuestradores de una lancha en abril.

La devolución de los asaltantes de la nave Gaviota 16, el pasado 21 de julio, "es totalmente coherente con la letra y el espíritu de los acuerdos migratorios", dijo en esa fecha una declaración oficial cubana.

La migración es el único punto de diálogo y negociación entre ambos gobiernos, los cuales ratifican sistemáticamente su propósito de garantizar un flujo legal, ordenado y seguro.

Seis cubanos que secuestraron otro avión en marzo y también lograron llegar a Cayo Hueso, serán llevados a juicio en esa localidad en diciembre próximo.

A pesar de que este panorama gravita en favor de la aplicación de los acuerdos, Dausá hizo notar el permanente reclamo cubano de que Estados Unidos mantiene vivas lo que La Habana considera como fuentes principales de la emigración ilegal: la ley de 1966, que concede residencia a los nacionales de la isla que llegan a territorio estadunidense por cualquier vía, incluso violenta y la paralela política de pies secos-pies mojados, por la cual son repatriados los balseros interceptados en alta mar, pero admitidos los que logran pisar territorio de aquel país.

Por ejemplo, aunque Wilson González está sentenciado, su esposa Lehidy, de 19 años, y su hijo Andy, de tres, viven legalmente en Estados Unidos, adonde llegaron en el avión secuestrado.

En abril el canciller Felipe Pérez Roque había afirmado que Estados Unidos entregaba las visas pactadas con suma lentitud, como parte de una política deliberada para favorecer la emigración ilegal. Dausá dijo que aquella declaración "sirvió de alerta".