MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

Las obsesiones de don Vicente

La falta de una estrategia seria y alternativa deja al país estacionado en la parálisis

A VICENTE FOX NO SE LE escapaba tema alguno en sus discursos. Sus alocuciones resultaban lo más aproximado a la síntesis de un noticiero: la agenda nacional concentrada en una sola intervención.

SIN EMBARGO, DE UNOS meses para acá -algunos dicen que del 7 de julio en adelante- el discurso presidencial se ha vuelto monotemático: para el desayuno, la comida y la cena no existe otro menú que el de las "reformas", especialmente la energética.

EN ESTE PAIS, DE ACUERDO con su versión, todos, absolutamente todos los males se resolverán con la varita mágica de las "reformas": crecimiento económico, inversión, empleo, desigualdad social, concentración de la riqueza, distribución del ingreso, corrupción y lo que quiera agregarse.

RESULTA PELIGROSO EL enfoque presidencial, porque cuando un gobierno sólo tiene una opción, como cree tenerla el de Vicente Fox, el resultado es la parálisis, tal como se observa.

CANSADO DE ESPERAR EL maná proveniente de un quimérico crecimiento económico del vecino del Norte, el inquilino de Los Pinos llegó a la conclusión de que no tiene más alternativa que las "reformas" para medianamente concluir su administración, sin que el país se le desborde: sólo si el Congreso las aprueba el país saldrá del hoyo.

DADA LA EXPERIENCIA privatizadora aportada por los tres últimos sexenios priístas, la tesis presidencial, lejos de ganar adeptos, genera mayor preocupación: abrir, vender y entregar el control y manejo de sectores estratégicos a intereses extranacionales, aunque los supuestos inversionistas sean nacionales, no ha resultado el mejor camino para garantizar el desarrollo del país. Ejemplos sobran, pero el de la banca siempre resulta más que suficiente.

LA EXPERIENCIA, SIN embargo, parece no resultar lo bastante convincente para el gobierno del cambio, y en materia energética la "reforma" prevista por el inquilino de Los Pinos no se aparta de las impulsadas cuan fracasadas "modificaciones" promovidas durante el salinato y el zedillato.

ENTRE LOS LEGISLADORES, encargados de aprobar, rechazar o en su caso modificar la propuesta presidencial, existe preocupación: "Senadores de los partidos Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática lamentaron que Fox siga presionando al Congreso para que apruebe la privatización eléctrica... El Presidente está obsesionado con ello y por el bien del país debe superarlo, comentó el priísta Sadot Sánchez Carreño, mientras su compañera de bancada Dulce María Sauri consideró que el Ejecutivo debió aprovechar ese foro internacional (organizado por el Senado de la República y el Banco de México) para formular una estrategia gubernamental seria y no seguir con la reiteración machacona de un planteamiento que para él es como la vida, pero que no comparten los legisladores" (La Jornada, Andrea Becerril y Víctor Cardoso).

LAS INICIATIVAS FOXISTAS no convencen, mucho menos algunos argumentos para sustentarlas. Por ejemplo, el flamante secretario de Energía, Felipe Calderón, sostiene que la "reforma" al sector energético permitiría captar inversión suficiente para que el sector eléctrico nacional se desarrolle a plenitud durante la próxima década: poco más de 50 mil millones de dólares. "Esa suma no la pueden aportar ni la Comisión Federal de Electricidad ni Petróleos Mexicanos, inclusive llevando al máximo las posibilidades de cogeneración de electricidad, no sólo los mil 600 megavatios, que son los verdaderamente rentables, pues cada megavatio que podamos generar por esa vía requerirá un dinero que no tenemos".

LOS APOYOS INTERNOS A las iniciativas presidenciales -especialmente la relativa al sector energético- son escasos, más allá de la perorata de neo- panistas vestida de tricolores sedas marca Armani.

SIN EMBARGO, EL espaldarazo de algunas instituciones de pésima fama pública sí está a la orden del día. Anteayer se brindó el apoyo en materia fiscal y ayer para las modificaciones en materia energética.

DICHO ESPALDARAZO NO pudo provenir más que del Banco Mundial, que a pesar de su "crisis de fe" en su religión privatizadora no quita el dedo del renglón: el director de Energía y Agua de la institución financiera, Jamal Saghir, aseguró que la modernización del sector energético es crucial para el desarrollo económico de un país, "de ahí la necesidad de que México realice la reforma en la materia para responder a las necesidades en el futuro de la población".

DE ACUERDO CON LAS estimaciones del Banco Mundial, para el año 2020 México requerirá 42 mil millones de dólares para producir hidrocarburos. "En caso de que no se realice la reforma en el sector energético, el gobierno federal no será capaz de captar dichos ingresos para modernizar la infraestructura energética... Existen muchos inversionistas interesados en dejar sus capitales en México, pero que se alejan ante la incertidumbre jurídica y el difícil ambiente político que se vive en el país".

EL REPRESENTANTE DEL Banco Mundial también participó en el foro internacional organizado por el Senado de la República y el Banco de México, y en su oportunidad destacó "la importancia que tiene para el futuro de México la discusión sobre el sector energético, por lo que es necesario realizar las reformas para que alcancen mejores niveles de competitividad y se enfrenten los retos... Deben sentar las bases jurídicas para traer las inversiones que contribuyan a complementar la inversión pública y privada en México, se desarrolle la infraestructura energética y se esté en condiciones de darle viabilidad".

MIENTRAS LA "REFORMA" energética avanza más en el papel que en los hechos, ayer el inquilino de Los Pinos promovió su nueva versión de las modificaciones fiscales por él pretendidas: en lugar de 15 por ciento para todos y todo, como originalmente propuso, ahora plantea 10 por ciento para todos y todo. Un cambio de fondo, sin duda.

Las rebanadas del pastel:

COMO OPERADORES POLITICOS y promotores económicos, algunos movidísimos empresarios de alto nivel, quienes prácticamente constituyen un selecto gabinete paralelo, demuestran mayor capacidad de convocatoria, organización y acción que los secretarios de Estado que dicen trabajar en el gobierno foxista.

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