A LA MITAD DEL FORO

León García Soler

De La Profesa al conventículo de la globalización

NO LEAS LA PRENSA, así serás más feliz, dijo alguna vez el Presidente de la incontinencia verbal. "No sé leer", le respondió la pobre mujer. Digo pobre aunque se enojen las que ya tienen el voto y reclaman el poder. Pobre como los cincuenta y tantos millones de mexicanos que los expertos demógrafos ubican en la pobreza extrema. Como los cientos de millones de pobres que el Banco Mundial redescubrió por todo el orbe y motivaron un gesto de duda, un parpadeo suficiente para decir que las privatizaciones a ultranza no resultaron en dicha comparable a la del analfabetismo, que sembraron vientos y cosechan tempestades.

IGNORO SI JAMAL SAGHIR, director de Energía y Agua del Banco Mundial, leyó lo dicho por su jefe y sus aláteres. Pero en el conventículo de la globalización organizado por el Banco de México y el Senado de la República, el procónsul financiero sentenció que nuestro país debe privatizar el sector energético. Se echó al agua el señor Saghir y condenó al Poder Judicial de nuestra República: la resolución de la Suprema Corte que declaró inconstitucionales los contratos a la iniciativa privada para obras supletorias de la generación y distribución de energía eléctrica, dijo, desalentó "el interés de los inversionistas foráneos por participar en México". El dogma de la nueva ortodoxia entonó un "himno a la privatización energética", concluyó Manuel Bartlett

CORTO CIRCUITO EN EL CABILDEO por las reformas estructurales, vitales, fatales si no las hacemos de inmediato, según el discurrir retórico del presidente Fox: Road show, decían los pregoneros del reformismo salinista. Encomio en la hora del acuerdo. Tras los ágapes dorados, la dirigencia del PRI tomó café en Bucareli con Felipe Calderón ("Nuevo Zar de la Energía", dice la prensa neoyorquina). Felipillo santo, Santiago Creel, María Amparo Casar y el subsecretario José Luis Durán hicieron el milagro: habrá reunión en la sede del PRI para presentar las virtudes y variables de la reforma de marras. Con el Consejo Político, con el CEN, donde sea su voluntad. Y para consumo doméstico, los cabilderos convocaron a quienes han dirigido la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

ACOMPAÑADOS POR ALFREDO Elías y el flamante zar tariácuri, estuvieron en Los Pinos Fernando Hiriart, Alberto Escofet, Guillermo Guerrero Villalobos y Rogelio Gasca Neri. Los cuatro avalaron la urgencia de invertir. Guerrero Villalobos leyó un documento en el que señalan "coincidencias" con el Presidente. Hacen luz, deslumbran las coincidencias: "un marco jurídico que establezca explícitamente que es obligación del Estado el servicio público de energía eléctrica, que el control del sistema eléctrico nacional quede en poder de la CFE; que las redes de transmisión y distribución se mantengan en control de la empresa y que se fortalezca a la comisión en cuanto a su estructura operativa y autonomía de gestión".

LA ENERGIA ELECTRICA NO puede almacenarse. Tampoco la de una campaña desatada desde la cúspide del poder. Pero el poder político ha de eludir choques frontales, seguir los cauces de la razón y construir acuerdos esenciales, si no quiere que el caudal desatado se salga de madre: después del cambio, el diluvio. Lo iluminado por los cuatro en Los Pinos estaba a la vista: el marco jurídico establece que el servicio público es a cargo del Estado y éste ha de controlar las redes de transmisión y regular la generación, distribución y venta. Suman adeptos las reformas estructurales que la alegría sevillana de Felipe González nos aconseja hacer, no porque provengan de Vicente Fox, sino porque permitirán ampliar lo abierto: "ƑConoce usted el parquecillo de María Luisa?"

EN LA TRAMA DE la banca central hubo cultivo para el optimismo del Presidente que ha vuelto a sonreír porque recibió una llamada telefónica al llegar a Tampico, Tamaulipas, donde gobierna Tomás Yarrington, compadre del amigo que Fox tiene en la Casa Blanca. Digo tiene porque los voceros entonaron el sursum corda: šLa conversación duró 20 minutos!, " buena señal de que regresamos a intensificar las conversaciones; noté un fuerte interés de parte de él de hacerlo así", dijo el mandatario que la semana entrante se encontrará con George W. Bush en Bangkok, Tailandia. El rey y yo. El latinajo significa arriba corazones y no, como dijera un diputado rupestre en Donceles: "Sursum corda... que quiere decir: bajo cuerda".

LOS CANGREJOS MARCHAN al compás. A plena luz. No bajo cuerda. En el cónclave del conventillo organizado por el Banco de México y el Senado de la República se escuchó el diktat magistral del enviado del Banco Mundial: la privatización eléctrica fracasó en Argentina, en Chile y en Dominicana, dijo, debido a "problemas macroeconómicos y no a las reformas". Reconocimiento global a nuestro banquero central. No hace muchos días que Guillermo Ortiz dijera solemnemente que el empobrecimiento de generaciones de mexicanos no se debe a los programas de austeridad de la nueva ortodoxia, sino a la crisis. No hay vacuna contra la vacuna. Extraño sino el de los actores centrales de la transición en presente continuo. Se funden y se confunden.

ENRIQUE JACKSON ES el sinaloense de mirada dura que en los estertores del priíato tardío subió a la tribuna para denunciar ilícitos electorales de los amigos de Fox. Dinero de empresas y dinero del extranjero para sacar al PRI de Los Pinos y llevar al Macabeo abajeño a la Presidencia de la República. Copias de cheques y de transferencias desde Bélgica y del otro lado del Bravo. Enrique Jackson es senador y anfitrión del conventillo organizado para amacizar la ratificación del autónomo gobernador del Banco de México y traducir la conjura de La Profesa al lenguaje de la globalización. Duro el discurso del sinaloense que invocó y evocó el valor de la propiedad soberana de lo nuestro. Pero evasiva la mirada al oír a los que saben el costo de todo e ignoran su valor.

SALVO AL COMPARTIR la escena con Bill Clinton, conferencista de lujo, de invaluable vocación política y conocimiento del poder. Jackson agradeció a Clinton la ayuda solidaria que dio al gobierno de México en 1995: "En momentos difíciles para nosotros demostró ser amigo de México". El estadista que nos prestó dinero y al que Ernesto Zedillo pignoró a cambio del crédito la renta petrolera, tuvo la elegancia de sonreír. Y a pesar de no apartarse demasiado de la oda reformista, Bill Clinton nos puso al día. Se acabó la onda exportadora, hay que atender al mercado interno: "México tiene que seguir manteniendo sus puertas abiertas al comercio y la inversión. Pero (...) tiene que entender que todas las economías del mundo crecen dentro de sus fronteras".

CARLOS SLIM, PARTICIPANTE activo y orador en el foro, sonrió. Francisco Gil y Guillermo Ortiz dirán que son cosas de contabilidad. Pero no es lo mismo gasto que inversión, responde el filósofo de Güemes. La trama del crecimiento en la globalidad incluiría en esta ocasión la magistral intervención del premio Nobel James J. Heckman: los mexicanos tienen que "dejar de leer a Marx"; "hay demasiados murales de Diego Rivera", dijo el culto ecónomo. Y añadiría que sobra el artículo 123 de la Constitución, porque hoy día impera la incertidumbre. Ergo, no tiene caso una norma destinada a dar certeza a los trabajadores. Que coman dudas. Y si alguno hubiera que en verdad haya leído a Marx, abra los ojos al cambio, sea feliz, no lea. Nada.

AUNQUE LOS PROCERES de la transición se repitan: "no traigo cash", dijo el doctorcito Zedillo; "no traigo feria", dice hoy Vicente Fox. Ajeno al conflicto de los amigos de sus amigos: lo del Instituto Federal Electoral es asunto del partido, dice el vocero, y parafrasea la pregunta obligada en los escándalos en las alturas, la que se repite a partir del Watergate: ƑCuánto sabía el Presidente y cuándo lo supo? Sálvese quien pueda. Lino Korrodi anuncia la presentación de un libro del que se dice autor y niega serlo de los ilícitos que dieron pie a la multa del IFE al PAN y al descrédito del amigo al que, dice Korrodi, él "puso en la Presidencia". Luis Felipe Bravo Mena hace el Tancredo. Germán Martínez, segundo de a bordo de Francisco Barrio, declaró al anunciarse la inminente sentencia y multa al partido en el poder: "Son amigos de Fox, no del PAN". Lino, el elegante, replicó: "Es un diputadillo hipócrita".

Y EL PANISTA PIDE clemencia: yo no voy a contestar a excesos verbales... en algún lugar debe caber la sensatez". No en los amigos de sus amigos. Quieren cruzar el pantano sin mancharse, a costa de las instituciones. Por lo pronto hubo un herradero en el IFE. Miguel Angel Yúnes y Fidel Herrera Beltrán dieron rienda suelta a la vena diazmironiana, a la verba alvaradeña, en décimas jurídico-electorales. Y tienen ra-zón. Salvo en el burdo afán de culpar a la institución. El neófito representante del PRD, Juan Guerra, puso el acento en las violaciones a la norma constitucional, en los recursos recibidos del extranjero, de empresas privadas y de entidades oficiales. Duro el del PRD: les salió barata la Presidencia en 545 millones de pesos, aunque es ilegítima, afirmó, "es, como dijo él (Vicente Fox) en una frase, si mal no recordamos, es una marranada".

LA OBSESION DE LOS puritanos por encender las hogueras de la vanidad por el cambio y quemar en leña verde a los brujos del pasado, se prolongó medio sexenio; las filtraciones cundieron y cundió el fuego que hoy le llega a los aparejos al régimen de Fox, a sus amigos y a los amigos de sus amigos. Una operación inquisitorial mal traducida a razón de Estado, condujo a los navegantes del cambio al naufragio: ninguno pudo tapar el pozo y cayeron en él los de ayer y los de hoy. Peor todavía: han puesto al borde del abismo a las instituciones que hicieron posible el sistema plural de partidos, elecciones legales y confiables. El arribo del sufragio efectivo, aunque con él llegaran los maromeros del poder mediático espectacular y los indestructibles pregoneros de la democracia directa.

ESA QUE EN CALIFORNIA fue vía para que Arnold Schwarzenegger se convirtiera en gobernador de California. Poder político para el admirador confeso de Hitler, filonazista y sexista. Ah, es "una personalidad", poseedor de imagen reconocida y reconocible, personaje ideal para las campañas del poder mediático. Y nuestros navegantes de la transición se dan valor con el sueño de reformar el financiamiento de partidos sin tocar a los medios electrónicos ni con el pétalo de un decreto. šCuidado! "Big Brother is watching you". No es un reality show. Es la terca realidad.