México D.F. Domingo 12 de octubre de 2003
La cifra de $560 mil millones es para alarmar
al Congreso y a la sociedad, consideran
Infla el gobierno hasta 70% la necesidad de
recursos para el sector eléctrico: expertos
Rechazan previsión oficial de aumento de la demanda
debido a la desaceleración económica
ISRAEL RODRIGUEZ Y ROBERTO GONZALEZ AMADOR
Los requerimientos de inversión en el sector eléctrico,
estimados por la Secretaría de Energía (Sener) en 560 mil
millones de pesos para los próximos 10 años, son falsos,
y han sido claramente sobredimensionados con la intención de alarmar
al Congreso y a la sociedad, aseguraron los ex funcionarios de la Comisión
Federal de Electricidad (CFE) Faustino Valle y José Luis Apodaca,
así como el investigador Víctor Rodríguez-Padilla,
al destacar que una vez eliminada la doble contabilidad y adoptando hipótesis
menos infladas se concluye que se necesita entre 40 y 70 por ciento
menos que el cálculo oficial.
Faustino Valle González, funcionario jubilado,
y quien se desempeñó como coordinador en la gerencia de Generación
y Transmisión, contralor regional y asesor en la Subdirección
de Distribución de la CFE, cuestionó las cifras de la Sener
sobre la tasa de crecimiento de la demanda prevista en 9 por ciento. En
primer lugar, explicó, porque esta estimación suponía
que el producto interno bruto (PIB) crecería 7 por ciento a lo largo
del sexenio, lo cual ya fue descartado.
En segundo lugar, añadió, porque hay que
distinguir entre el crecimiento de la demanda autoabastecida y la del servicio
público. Esta última crecerá entre 4.7 y 6.8 por ciento,
según los escenarios de la CFE, y seguramente menos debido a la
desaceleración de la economía estadunidense, una mayor terciarización
de la economía mexicana, el persistente bajo poder de compra de
la población, el aumento de los precios de la electricidad y la
disminución de los subsidios.
Por su parte, José Luis Apodaca, ex gerente general
divisional de la CFE, rechazó que el Estado carezca de recursos
para realizar las inversiones necesarias. Explicó que los subsidios
ascendieron a 44 mil 600 millones de pesos sólo en 2000. Su eliminación,
indicó, permitiría generar recursos por más del doble
de lo que se necesita invertir cada año.
Por otro lado, si el gobierno decide seguir subsidiando
a los consumidores pero transfiere a la CFE la subvención para cubrir
las tarifas deficitarias, y el aprovechamiento se destinara íntegramente
para inversión en nuevas obras de infraestructura eléctrica,
se habría generado un flujo de efectivo el cual, sin necesidad de
financiamiento, ascendería a más de 76 mil millones de pesos,
cantidad suficiente para garantizar el pago de los compromisos contraídos
y el crecimiento de la capacidad eléctrica.
De
acuerdo con estimaciones de Víctor Rodríguez-Padilla, investigador
de la Facultad de Ingeniería de la UNAM y miembro del Sistema Nacional
de Investigadores, los requerimientos financieros para la próxima
década oscilan entre 168 mil y 336 mil millones de pesos, cifras
menores en 40 y 70 por ciento a las previsiones oficiales.
El también asesor de la Comisión de Puntos
Constitucionales del Senado de la República y de la Comisión
de Energéticos de la Cámara de Diputados, así como
consultor de la Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (Cepal), subrayó que el actual modelo de desarrollo
de la industria eléctrica ha probado que funciona con costos y riesgos
bajos para el país. Y, lo más importante, con ajustes adecuados
puede mejorar su funcionamiento y garantizar su viabilidad a largo plazo.
En el estudio efectuado por los tres expertos, denominado
Propuesta de restructuración y fortalecimiento del sector eléctrico
en México, difundido por la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM), se destaca que la tasa de cobertura de la CFE
es una de las más altas entre los países en desarrollo; la
capacidad de generación es adecuada para atender la demanda, la
inversión privada ha fluido y la CFE es una empresa financieramente
sana.
Detalla el análisis que de los 97.3 millones de
habitantes que tenía el país en febrero de 2000, 94.7 por
ciento contaban con servicio eléctrico. En el medio urbano la electrificación
alcanzó 98.7 por ciento, y en el medio rural, 83 por ciento.
Acerca de la capacidad de generación, se precisa
que en 2000 la capacidad del sistema eléctrico nacional ascendió
a 36 mil 268 megavoltios para situarse en este 2003 en más de 42
mil. "Si se cumple con el calendario previsto en el programa de
obras de la CFE, el abasto seguro se extendería hasta 2010. Esa
garantía es una de las grandes ventajas de la planeación
centralizada", se consigna.
El estudio, que forma parte del volumen La industria
eléctrica mexicana en el umbral del siglo XXI. Experiencias y propuestas
de reestructuración, coeditado por la UNAM y la Facultad de
Ingeniería, se menciona que la CFE es una empresa financieramente
sana. Sólo en 2000 obtuvo un remanente de 5 mil 730 millones pesos.
Además, tiene razones de liquidez financiera y
capacidad de endeudamiento aceptables, al registrar una relación
de pasivo/patrimonio superior a 16 por ciento; es decir, de cada peso de
activo, 89 centavos corresponden a activo fijo y por cada peso de pasivo
total (corto y largo plazo) tiene 6.14 pesos de patrimonio.
Por lo tanto esta empresa tiene la capacidad para soportar
la operación y financiar su crecimiento de manera sana y rentable.
Sobre las tarifas se precisa que dentro de la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México
tiene la cuarta tarifa industrial más baja y la segunda a nivel
residencial. "Comparado con países latinoamericanos no miembros
de la OCDE, donde la desregulación del sector eléctrico ha
sido calificada de exitosa, tenemos que en Chile el precio promedio para
la industria es superior en 19 por ciento al de México, mientras
que para los hogares lo es en 52.5 por ciento.
"Se trata sin duda de un negocio de grandes dimensiones,
el cual despierta el interés del sector nacional y extranjero",
concluyen los especialistas.
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