No resiste presión de EU

Califica la prensa argentina de tibia la declaración del G-21

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 11 de octubre. De "tímida" tachó la prensa local la declaración firmada ayer por representantes de países asistentes a la reunión que celebró en esta capital el Grupo de los 21, o de los 20 ampliado, (G-21). Al parecer, hubo naciones que no pudieron enfrentar la presión estadunidense que se manifestó, según trascendidos, en llamadas directas de funcionarios de Estados Unidos a las cancillerías latinoamericanas para amenazar con represalias si sus representantes asistían al encuentro.

Se pretendía defender los preceptos de la cumbre de Doha en cuanto al rescate de la agricultura y condenar los subsidios que los países poderosos conceden a este rubro, y al menos no se logró romper al grupo surgido de las diferencias casi insalvables que estallaron en la reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Cancún.

Sin embargo, para el diario Página/12, "los subsidios ganaron la batalla", mientras que para Clarín, el G-21 "bajó el tono", y señala que "después de semanas de pirotecnia los cancilleres de los países en desarrollo buscan recuperar la cohesión interna y evitar un nuevo traspiés en la reunión de la OMC en Ginebra, de diciembre próximo.

Ausencia de Derbez

Hubo desencantos por la ausencia de algunos cancilleres, como Ernesto Derbez, de México, si bien se esperaba la deserción de los representantes de Costa Rica y Guatemala, que recibieron presiones directas de Washington. El canciller de Brasil, Celso Amorim, comentó estas presiones al afirmar: "nosotros no queremos acorralar a nadie, pero tampoco queremos ser acorralados".

Según dijeron a La Jornada algunos diplomáticos, se tratará de recuperar y recomponer las fuerzas tal como se agruparon en la pasada reunión de Cancún pues, indicaron, la región sabe que tiene mucho por ganar más que perder si se mantiene en el terreno de la multilateralidad.

"Los 148 países de la OMC deberían fijar nuevas pautas para los multimillonarios subsidios agrícolas a partir de 2005", señala Clarín. El diario recuerda también que las naciones latinoamericanas tienen "un as bajo la manga", ya que a finales de año vence la llamada cláusula de paz, mejor calificada como de "impunidad", firmada en 1995 para proteger a las potencias de posibles juicios en la OMC por sus posiciones proteccionistas".

Antes de la reunión, Amorim se refirió del G-21 como un "grupo coyuntural", con lo que intentó adelantarse a cualquier posibilidad de desencanto. Ahora el grupo prácticamente se redujo por las deserciones antes mencionadas y la posición asumida por otros países, como Perú y Uruguay de participar sólo como "observadores".

El analista argentino Raúl de la Torre advierte que hubo una sensación de frustración, y en círculos sindicales del Mercado Común del Sur (Mercosur) se estimó que los gobiernos deben buscar el apoyo de sus pueblos para verse muy fuertes ante "los escandalosos poderes dominantes".