.. | México D.F. Domingo 12 de octubre de 2003
ENTREVISTA /ROY CHADERTON,
CANCILLER DE VENEZUELA
Es momento de pensar en un boicot a los países
desarrollados
PODRIAMOS DAR RESPUESTAS VIGOROSAS SI NOS PONEMOS DE
ACUERDO
"Si voy a una reunión con la intención
de derrotar a la otra parte, no estoy negociando, estoy imponiendo por
la fuerza... No se trata de eso. No se puede ver como enemigo al que está
enfrente, hay que verlo como parte interesada, que tiene sus derechos como
nosotros tenemos los nuestros"
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 11 de octubre. El canciller de Venezuela,
Roy Chaderton, una de las figuras más importantes en la reunión
del llamado Grupo de los 21 (G-21), integrado actualmente por 22 países,
que culminó anoche aquí, analizó la situación
en su país y criticó la cultura de la violencia y la victoria,
que se trata de imponer en las negociaciones como las que se intentaron
en la cumbre de Cancún.
Hablando con La Jornada, el canciller venezolano
analizó el momento que vive América Latina cuando se produce
este nuevo intento regional de enfrentar en conjunto las graves diferencias
que conforman un esquema de injusticia mundial.
"Estamos fastidiados y fatigados de tanta iniquidad y
tanta inequidad. Por eso menciono siempre las consecuencias de la cultura
de la victoria que prevalece sobre la cultura del compartir. Por eso se
habla de fracaso de la reunión de Cancún, pero Cancún
al menos abrió la oportunidad de acercarnos a los que tenemos intereses
comunes, pero ocasionalmente caemos en la tentación de andar sólo
en exclusivas compañías, para terminar al final del camino
cayendo en trampas.
"Por eso digo que Cancún fue muy pedagógico,
y tan pedagógico que llegamos aquí países de diversas
culturas, de diversos grados de desarrollo, pero que comparten intereses,
temores y experiencias. Y nos podemos poner de acuerdo para emprender la
defensa de la producción y otros. Nosotros venimos sufriendo desde
hace mucho tiempo un boicot por parte de las economías más
ricas, un boicot de los agricultores más ricos de países
más desarrollados a los más pobres, inclusive a los empresarios
menos ricos de esta parte del mundo, que ven limitado y obstruido su acceso
a los mercados en nombre de la idea del libre mercado, lo cual es un gran
engaño.
"Este es un momento en que podríamos ir pensando
si no habría que hacer un boicot a productos, a las importaciones
que hacemos de las economías más desarrolladas, así
como los ricos del llamado primer mundo venden por debajo del costo de
producción de los pobres, de esta parte del mundo, para forzarlos
a quebrar. Podríamos dar respuestas vigorosas si nos ponemos de
acuerdo, y empezar a golpear con instrumentos legítimos a esas economías
que pretenden ahogar las nuestras. Lo ideal es que ellos como nosotros
encontremos espacios para crecer, enriquecernos, generar empleo, lograr
progreso social, dándonos espacios donde la equidad sea una referencia
para el crecimiento."
-Cuando
el presidente Hugo Chávez estuvo en Argentina habló de que
este es un momento único, que existen grandes posibilidades para
América Latina, si toma su lugar en el mundo. Hay quienes son más
pesimistas. ¿Qué esperan ustedes de estos nuevos signos?
-Nosotros somos fanáticos históricos de
la integración. Podría parecer arrogante, pero la integración
como concepto la inventamos nosotros los venezolanos. Que hayamos procurado
la integración desde casi los principios del siglo XIX, mucho antes
de que se concretaran los esquemas que hoy funcionan en el mundo, evidencia
un compromiso y una visión muy coherentes, de lo cual nos sentimos
orgullosos en su concepto, no en su ejecución, porque finalmente
nos desintegramos. Ahora es como revivir la historia, cuando, con mayor
claridad de conciencia y mayor claridad de aporreos, los países
que nos desintegramos empezamos a vislumbrar las bondades de la integración,
la bondad inicial que nos hace más fuertes.
"Por eso yo hablaba de la cultura de la victoria. Si voy
a una reunión con la intención de derrotar a la otra parte,
no estoy negociando, estoy imponiendo por la fuerza de armas diversas,
de la economía, por habilidades, trucos. No se trata de eso. No
se puede ver como enemigo al que está enfrente, hay que verlo como
parte interesada que tiene sus derechos como nosotros tenemos los nuestros.
"Pero en esta cultura de superhéroes y de villanos
es muy difícil actuar en soledad. Por eso es necesario que también
nosotros endurezcamos y al mismo tiempo flexibilicemos nuestra propia musculatura
social y económica, diplomática, porque no queremos la bélica,
ni la tenemos, ni la deseamos. Pero se nos trata de vender la cultura de
guerra como una respuesta natural, y la respuesta natural debe ser la paz."
-Su país está pasando por momentos difíciles.
¿Cómo analiza la situación actual y las últimas
acciones violentas de la oposición?
-Es una expresión de debilidad de la oposición
golpista en Venezuela. Esos recursos de la práctica terrorista,
por muy perversos que sean, tienen un mensaje implícito, la debilidad
de la oposición golpista. Tenemos una oposición tan torpe
que intentó hacer con Chávez lo que hicieron en otro momento
con Salvador Allende en Chile, pero aquí ellos intentaron primero
un golpe militar que falló. Luego el sabotaje económico,
el boicot petrolero, la paralización del país, y les falló.
Después pasaron a las marchas para calentar la calle. Finalmente,
una vez fracasados todos los recursos antidemocráticos, hasta parecen
dispuestos a recurrir a la vía democrática.
"En Chile fue al revés: primero la vía democrática,
el bloqueo parlamentario, luego acciones en las calles, después
el sabotaje económico, la paralización, y finalmente dieron
el golpe militar. La torpeza de la oposición, sumada a los aciertos
del gobierno de Venezuela, nos dan seguridad, estabilidad, una fortaleza
democrática que supera lo que teníamos para defendernos el
año pasado cuando el golpe, el sabotaje, esa guerra contra el gobierno
venezolano.
"En estos momentos algunos sectores intentan la vía
democrática. Bienvenidos los que la escojan, porque ésa es
la rutina y la legalidad democrática. Todo en Venezuela es válido
dentro de la Constitución. Nosotros tenemos en Venezuela el referéndum,
una norma de lujo insertada en la Constitución venezolana, por inciativa
del propio presidente Chávez, que permite al pueblo 'arrepentirse'
por vía democrática. Pero en Venezuela, al mismo tiempo que
llamaban a un sabotaje petrolero, llamaban también a un referéndum
consultivo no vinculante, lo que resultaba en realidad una suerte de megaencuesta
que no reflejaba nada desde el punto de vista legal.
"Ellos tenían prisa. No podían esperar seis
meses. Lo proponían para comienzos de febrero. Estaba previsto para
el 19 de agosto el derecho a pedir revocatoria del mandato, pero una oposición
apremiada, dirigida por la farándula, los dueños de los medios,
sin formación política, sin conciencia de Estado, creía
que seis meses sería demasiado tiempo para resolver por vía
democrática un problema de Estado. Eligieron la vía del golpe.
"Es una oposición, en general, antidemocrática.
Habrá algunas personas honestas, demócratas, opositores serios
que por cierto los necesita el país, que se acogerían a la
vía democrática. Pero en una buena parte de los líderes
germina una semilla golpista, porque no están seguros de que esa
vía sea la solución para su enfentamiento con el gobierno."
En cuanto al papel de los medios privados que tuvieron
tanto protagonismo en los intentos golpistas en Venezuela, el canciller
estimó: "Creo que la principal amenaza en este continente contra
la libertad de expresión, de información, resultan muchos
dueños de esos medios y los poderes detrás. Hay una percepción
ingenua de que los estados violan la libertad de expresión, cuando
nosotros estamos sometidos a un flujo controlado de la información
y a la deformación y manipulación, como a la prédica
de culturas de violencia y mediocridad, una suerte de socialismo de miserias
ideológicas.
"Se nos pretende igualar dentro de los espacios de la
mediocridad para servir a intereses que representan los dueños de
los medios. Una cultura de violencia sirve a los violentos, a los musculosos,
a los radicales de la fuerza física y económica, que no tienen
capacidad para pensar en función del beneficio colectivo, de compartir
oportunidades y provechos, sino para vencer en la mesa de negociación,
en las pantallas de los televisores o en los campos de otras batallas."
El canciller aborda también las relaciones con
República Dominicana, en el conflicto de los últimos tiempos
por las acciones del ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez
contra el régimen de Chávez desde ese país que lo
ha asilado. Sostiene que "con la ayuda del gobierno dominicano vamos a
solucionar este problema. No puede ser que dos países mantengan
diferencias. Hay situaciones que hemos denunciado públicamente,
pero creo que lo vamos a arreglar con la colaboración del gobierno
dominicano".
Respecto de la situación con Colombia, señala
que su país ha realizado muchos esfuerzos por el diálogo.
"Lo hemos hecho en la medida que los colombianos lo soliciten y lo permitan.
Nosotros estamos dispuestos a ser útiles apoyando el esfuerzo de
la paz. No apoyamos los esfuerzos bélicos. Queremos ser actores
del proceso de paz en Colombia, no en el desarrollo de violencia. Lo hemos
dicho muchas veces y actuado en ese sentido."
Añadió: "Estamos fortaleciendo nuestro sistema
de seguridad en la frontera común, porque después de Colombia,
que sufre mucho por esa violencia, Venezuela es, por lejos, el segundo
país en sufrirla, desde hace 50 años. Mil veces lo he dicho.
Y también vale para los incompetentes empresarios venezolanos, que
debían asumir un compromiso en este sentido".
Otro tema que le preocupa es la situación en Bolivia.
"Nos preocupa todo lo que pasa en nuestro continente y por eso hacemos
todos los esfuerzos por la justicia y la integración urgente y profunda.
Nunca podremos dormir en paz mientras haya injusticias sociales y mientras
América Latina no logre salir de tantos años de dominación.
Hablé por eso del cansancio que comienza a poner límites,
la fatiga como fuente de fortaleza. Tan cansados y tan necesitados de vivir
y sobrevivir nuestros pueblos, que nos estamos rebelando y revelando".
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