Hay confianza en que se destraben las negociaciones sobre un acuerdo comercial

Aún sin concretar reformas estructurales, Fox promoverá en Japón sus ventajas

JUAN MANUEL VENEGAS

Como ocurrió en junio de 2001, ahora que el presidente Vicente Fox regresa a Japón dos temas volverán a ser eje central de sus actividades y encuentros con la comunidad empresarial y gobernantes de la potencia asiática: las reformas hacendaria y del sector energético mexicano, así como el acuerdo de libre comercio entre ambos países, que sigue pendiente y que al haber incluido el tema agrícola en su programa se cuenta entre los damnificados por el fracaso de las negociaciones de la cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC) realizada en Cancún hace un mes.

A la mitad del primer semestre de 2001, Fox estaba en el inicio de su gestión. Tanto en la capital japonesa como en China y Corea -que fueron también naciones visitadas aquella ocasión- se le recibió con expectación. Por supuesto, llevaba las alforjas llenas de ofertas. Las reformas constitucionales para permitir "la inversión privada en el campo de los energéticos y la electricidad" fueron su carta de presentación en mundo: las exponía como una pronta realidad.

Pasaron más de dos años y ahora sí, confían en Los Pinos, habrá reformas. La del sector eléctrico se busca en lo inmediato. Y con esa confianza Fox llegará hoy a Tokio, donde se asientan varias compañías interesadas en invertir en la industria eléctrica mexicana.

De Japón viajará a Tailandia, donde se llevará a cabo la 11 reunión cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). El fracaso de las negociaciones multilaterales para el libre comercio forma parte fundamental de la agenda que los presidentes y jefes de Estado de la región abordarán en Bangkok.

Inclusive, de acuerdo con lo que se informó en Los Pinos, en la comida en que coincidieron en la ONU el pasado 23 de septiembre, Fox, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el primer ministro de Canadá, Jean Chrétien (los tres con participación en el APEC) hablaron de la posibilidad de relanzar (o retomar) en Bangkok los temas que reventaron en la OMC: subsidios y agricultura, compras de los gobiernos, protección de inversiones y facilitación de comercio, que tiene que ver -sobre todo- con el control de aduanas en las naciones.

Cabe señalar que el fin de semana pasado en Buenos Aires, cancilleres y representantes de 15 países de América Latina que conforman el Grupo de los 21 -que surgió ante la cumbre de Cancún-, además de Egipto, India, Sudáfrica y China, aprobaron una declaración que insta a la comunidad internacional a reafirmar la vigencia del sistema multilateral de comercio "sobre la base del respeto a los derechos de todos" los miembros de la OMC y por continuar con el proceso de liberalización económica "sobre bases justas y equilibradas".

Así pues, para el gobierno mexicano la posibilidad de que en el foro de APEC surja un pronunciamiento para "destrabar" las negociaciones multilaterales de libre comercio tiene una doble importancia por el acuerdo que negocia con Japón, cuya agricultura es, junto con la estadunidense, la que mayores subsidios recibe.

Es precisamente el tema agrícola uno de los mayores obstáculos que han enfrentado los equipos negociadores de México y Japón para concretar la "asociación económica" que Fox y el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, anunciaron el 27 de octubre del año pasado, justamente en la décima cumbre de APEC celebrada en Los Cabos.

En aquella ocasión, en conferencia de prensa conjunta Fox y Koizumi informaron que "las conversaciones abarcarán todos los productos y servicios", incluyendo el sector agropecuario a propuesta de México. Ahí se oficializó que el mandatario mexicano realizaría una visita de Estado a Japón -la que se inicia este martes- y Koizumi ofreció hacer "muchos esfuerzos" para que las negociaciones concluyeran durante la estancia de Fox en la nación asiática. No fue así y lo que en los próximos días se informará es del momento en que se encuentra la negociación.

En la anterior visita de Fox a Tokio, el 5 de junio de 2001, fue recibido por directivos de las más importantes firmas del capital japonés. Habló del proceso que se iniciaba para abrir a los inversionistas privados el sector energético nacional. "šImagínense las oportunidades de inversión que se abrirán! šEsto quiere decir negocios, buenos negocios en México!", dijo entonces. Habló de sus planes para la apertura en gas natural y generación de electricidad. En cuanto a Pemex, señalaba que los "cambios estructurales" que promueve significarán el cambio de régimen fiscal de la paraestatal, para "hacer de Petróleos Mexicanos la herramienta que impulse el crecimiento de la economía y atraer más y más inversiones al campo de la generación de energía". El sector energético -expresó hace dos años en Tokio- es lo único que falta, "porque el resto de la economía está muy abierta. Telecomunicaciones, puertos, aeropuertos, carreteras, supercarreteras... en México todo está abierto para las inversiones". Hoy, como en junio de 2001, esas reformas están en el centro del debate nacional. Como entonces, son la prioridad del Presidente. Su apuesta y máxima oferta...