México D.F. Martes 14 de octubre de 2003
"Mi hijo no se suicidó, pero no tengo la fuerza para seguir"
Desisten en la lucha por aclarar muerte de militar
JESUS ARANDA
Después de más de ocho años de luchar infructuosamente por demostrar que su hijo, el subteniente Raúl Vargas Cortés, fue asesinado y no se suicidó -como señala la versión oficial- en la base áerea de Santa Lucía, en el estado de México, la señora María del Rosario Cortés reconoce que no existen condiciones para continuar el peregrinaje por oficinas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos en busca de apoyo.
Aunque está dispuesta a presentar el desistimiento de la acción penal que inició desde 1995 en contra de quien resultara responsable de la muerte de su hijo, la señora Cortés afirma que su decisión no se debe a que cambió de parecer sobre la muerte de Raúl. "Estoy convencida de que mi hijo no se suicidó, pero mi estado de salud es cada vez más precario y ya no tengo la fuerza necesaria para seguir".
Sólo tiene una petición para el alto mando de la Sedena: que la apoyen para que una calle de la delegación Coyoacán lleve el nombre de Raúl Vargas Cortés, quien -dice orgullosa en entrevista- cumple con los requisitos que pide la delegación para una petición de este tipo.
De acuerdo con la legislación vigente, explica, una institución -en este caso la Sedena- debe rendir un informe sobre su conducta y se debe presentar un escrito que fundamente las razones de tal distinción. Señala la señora que su hijo se distinguió por ser buena persona, además de que perdió la vida cuando estaba en activo. La idea es que sea la propia Defensa Nacional la que lleve a cabo el trámite.
De esta manera, está por terminar una demanda penal en la que se mantiene la versión oficial de que se trató de un suicidio. Una vez que se cierre oficialmente el caso por segunda ocasión, quedarán en el aire las peticiones formales de la señora Cortés de investigar al general Juan Arturo Villasaña Castillo -entonces comandante de la base aérea de Santa Lucía- y al teniente coronel Enrique Nonato Jaen, quienes estarían involucrados en la muerte de su hijo. |