México D.F. Martes 14 de octubre de 2003
Ebrio intentó lanzar un refrigerador
por la ventana
Festeja Michael Schumacher con desmanes en las instalaciones
de la escudería Toyota
DPA
Londres, 13 de octubre. Michael Schumacher escribió
una página oscura de su trayectoria personal sólo unas horas
después de plasmar otra de oro en la historia de la Fórmula
Uno, al conquistar su sexto título mundial.
En la celebración del éxito, Schumacher
bebió abundantemente y al final perdió los estribos y arrasó
junto a su hermano Ralf y al francés Olivier Panis una de las instalaciones
del equipo Toyota en el circuito de Suzuka.
La
hazaña de Schumacher es mencionada hoy por numerosos diarios de
todo el mundo, pero queda retratada con especial profusión en el
diario británico The Sun, tanto en texto como en fotografías.
"Parecía que se habían vuelto salvajes.
Era como una zona de guerra", cita el rotativo a un testigo.
Las fotos muestran a un Schumacher con ojos vidriosos,
fumando un enorme puro y vistiendo una camiseta de Toyota abierta en el
pecho. El alemán lanzó un refrigerador al suelo, y su hermano
tiró un televisor a través de una ventana. Mientras, empleados
de Toyota miraban la escena entre curiosos y divertidos.
A continuación los hermanos se subieron en una
carretilla elevadora y la pilotearon por el paddock. Posteriormente,
ambos se montaron en el BMW de alquiler que Ralf utilizó para moverse
por Japón. Michael desplazó a Ralf del asiento del conductor
y amagó con arrancar para irse al hotel, aunque finalmente no se
movió del sitio.
Cuando terminó la fiesta, por las instalaciones
de Toyota parecía haber pasado una horda de hooligans. Botellas
de cerveza por el suelo, muebles volcados, ventanas rotas y trozos de cristales
por todas partes.
"Todo empezó cuando se dispusieron a tirarse las
botellas, luego fue creciendo. Michael, que estaba fumando un gran puro,
le pasó el televisor a Ralf, quien la tiró por la ventana",
aseguró a The Sun el mismo testigo. El rotativo finlandés
Ilta Sanomat cita al propio Schumacher: "Tiremos también
el refrigerador por la ventana".
Suzuka se ha convertido en casi una tradición como
la última carrera de la temporada. A la lógica explosión
de alegría por el fin del trabajo de todo un año se une que
el trazado nipón incluye en su interior un parque de atracciones
y un karaoke, en el que ya es habitual que se reúnan los equipos
después de la carrera.
En Buenos Aires, la conquista del sexto campeonato mundial
de la Fórmula Uno por el alemán Michael Schumacher recogió
en la prensa de Argentina unánimes elogios, matizados por el lamento
de ver desplazado al argentino Juan Manuel Fangio de la condición
de máximo ganador de la categoría.
"Schumacher bajó del podio a Fangio", tituló
en su primera plana Clarín, el diario de mayor circulación.
"Superó el récord de 45 años del inolvidable Chueco,
pero no su enorme gloria", se consoló.
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