Sugiere especialista estudiar el valor de los recursos que se busca privatizar

Pretende el gobierno dejar energías renovables a concesionarios privados

El Istmo de Tehuantepec, zona con potencial para generación eólica, según la CFE

ISRAEL RODRIGUEZ

Ricardo Mota Palomino, investigador y catedrático de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), aseguró que en la propuesta de restructuración del sector eléctrico mexicano planteada por el gobierno del presidente Vicente Fox se pretende otorgar concesiones al sector privado para la explotación de recursos naturales y la producción de electricidad con plantas eólicas, solares e hidroeléctricas privadas.

Ante este escenario, el también consultor internacional de organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), recomienda analizar cuidadosamente el valor de los recursos naturales como fuentes de producción de energía eléctrica, a fin de dimensionar correctamente el precio de una concesión.

En un amplio análisis titulado Las energías renovables en los mercados restructurados, el especialista afirma que la propuesta original del Ejecutivo sugiere que se concesionen a empresas privadas con capital mayoritariamente mexicano las centrales que dependen de recursos renovables.

Mota Palomino, quien fuera galardonado con la medalla Lázaro Cárdenas del IPN, máxima presea que entrega dicha institución a sus docentes e investigadores, señala que la propuesta de concesionar centrales que utilizan recursos renovables obliga a estimar adecuadamente el valor de éstos para buscar su desarrollo y explotación racional en beneficio del Estado.

De acuerdo con informes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la capacidad efectiva instalada a diciembre de 2001 era de 38 mil 519 megavatios. En este año la composición del parque generador era de 37.1 por ciento a través de energía térmica convencional; hidroeléctrica, 25 por ciento; ciclo combinado, 13.5; carboeléctrica, 6.8; turbogás, 6.2; dual, 5.5; nuclear, 3.5; geotérmica y eólica, 2.2 y combustión interna, 0.4 por ciento.

Así, el parque generador de energía eléctrica nacional consta fundamentalmente de plantas termoeléctricas; sin embargo, una parte importante de la energía se obtiene del mismo es mediante recursos renovables, principalmente plantas hidroeléctricas, geotérmicas y, en menor medida, eólicas.

Ricardo Mota, quien ha sido investigador por más de 15 años, reconoce que la propuesta gubernamental no ha sido suficientemente clara respecto al manejo de estos recursos renovables. Actualmente, afirma, las mayores discusiones se centran en el destino de estos recursos, así como en la posible transferencia de activos de generación a agentes privados.

"Se estimaba que la gestión de la propuesta de restructuración ante el Poder Legislativo culminara en el futuro cercano, estableciéndose un plan de transición de dos años en que se crearían diversas empresas de producción de energía y distribuidoras, y se fortalecería la Comisión Reguladora de Energía (CRE) antes de arrancar las operaciones del mercado de energía". Sin embargo, dice, las discusiones continúan.

El estudio precisa que una zona potencial de generación eólica evaluada por la CFE es en el Istmo de Tehuantepec, por tener una capacidad de hasta 2 mil megavatios. Sin embargo, como este tipo de fuentes de energía generalmente se desarrolla con otro recurso que le dé firmeza al sistema, puesto que la disponibilidad de la generación eoloeléctrica depende de la permanencia del viento, el cual es aleatorio, por lo que sería necesaria una coordinación con el sistema hidroeléctrico del río Grijalva, que cuenta con una capacidad instalada de 4 mil 900 megavoltios.

La CRE ha establecido desde hace dos años diversos mecanismos encaminados a promover el desarrollo de proyectos de fuentes renovables, en los que México cuenta con un alto potencial para que el sector privado participe.

Los instrumentos regulatorios aprobados para las energías renovables permitirán a los permisionarios privados pagar únicamente entre 30 y 50 por ciento de los cargos por servicios conexos y de transmisión, así como intercambiar energía generada con la CFE en distintos horarios.