Presentan demanda de amparo y piden que se les acepte un paquete de pruebas

Solicitan familiares de Digna Ochoa reabrir investigación sobre su muerte

Afirman que el MP dejó varios indicios sin analizar, por lo que no procede cerrar el caso

ALFREDO MENDEZ ORTIZ

Familiares de la extinta abogada Digna Ochoa y Plácido presentaron una demanda de amparo en la oficialía de partes del Palacio de Justicia de San Lázaro con la finalidad de que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) reabra las investigaciones sobre la muerte de la defensora de los derechos humanos, y les acepte un paquete de pruebas con el que pretenden comprobar al Ministerio Público (MP) que la occisa no se suicidó sino que fue asesinada.

El recurso fue solicitado el pasado miércoles, día en que también se turnó al juez primero de distrito B de amparo en materia penal, Juan García Orozco, con el número de expediente 2202/20003, y será a más tardar la próxima semana cuando el impartidor de justicia notifique a los quejosos si acepta el juicio de amparo.

La demanda destaca la inconformidad de la familia Ochoa y Plácido con la resolución de Margarita Guerra, fiscal especial para investigar la muerte de la ex luchadora social, quien dictaminó a principios de septiembre pasado que la abogada se suicidó.

Dicha inconformidad se basa en dos argumentos: el primero se refiere a que el MP habría violado el derecho que tienen los familiares de una víctima para presentar pruebas dentro de una investigación sobre presunto asesinato, lo cual es una garantía establecida en el artículo 20 constitucional.

El segundo argumento tiene que ver con la presunta violación al principio de legalidad en que incurrió el MP, ya que al ordenar que fueran cerradas las investigaciones del caso, a pesar de que varias pruebas no fueron desahogadas, la procuraduría capitalina habría contravenido artículos que constan en varias leyes, entre ellas la de Procedimientos Penales, la ley orgánica del Distrito Federal y las del reglamento interno de la PGJDF.

Según consta en la demanda de amparo de casi 400 hojas, y de la cual posee copia La Jornada, la determinación de la fiscal Margarita Guerra respecto a que Digna Ochoa se suicidó carece de "certeza jurídica", debido a que "quedaron pendientes de ser analizados por peritos varios aspectos de carácter técnico. Además, el caso aún no debe darse por concluido porque hay diligencias pendientes de practicar".

En la misma demanda, el abogado de los quejosos, José Antonio Becerril, incluyó un análisis de la averiguación previa que integró la procuraduría capitalina con respecto a la investigación de la muerte de la defensora de los derechos humanos. Según el análisis, hubo varias pruebas periciales recogidas en el lugar de los hechos que no habrían sido estudiadas por los peritos del MP.

Las pruebas pendientes

Sobre el análisis realizado por el litigante, destaca el tema relacionado con la sangre hallada en el lugar donde se encontró el cadáver de la ahora occisa, así como en el cuerpo y ropa de la abogada.

Supuestamente, los peritos de la procuraduría capitalina no analizaron todos los vestigios de la sangre de la extinta luchadora social. En total, el abogado de la familia Ochoa y Plácido detectó 25 puntos (ubicados entre los muebles, libros y objetos personales de la abogada, alguna parte del piso y muros del lugar en que ocurrieron los hechos, así como en la alfombra) donde había restos de sangre que no fueron analizados durante los peritajes del Ministerio Público.

Según se detalla en la demanda de amparo, la PGJDF fue la que informó en un principio sobre los lugares en los que se encontraron restos de sangre de Digna Ochoa, entre ellos los 25 puntos que refiere el abogado.

En el análisis del expediente también se hace mención a que el MP no dejó registro alguno respecto al arma con la que supuestamente se quitó la vida Digna Ochoa, no tenía sangre ni huellas dactilares, y tampoco presentaba restos de tejido cutáneo o masa encefálica.

Tampoco se habrían analizado los vestigios encontrados en el cadáver de la abogada, como las lesiones recibidas antes de su muerte.