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México D.F. Viernes 21 de noviembre de 2003

Al Qaeda y el Frente de los Jinetes Islámicos del Gran Este se atribuyen los ataques

Provocan al menos 27 muertos dos atentados con bomba en Estambul

Turquía pide a tribunal prohibir la difusión de imágenes televisivas para evitar escenas de pánico

En el bombazo a sede de GB falleció el cónsul; perecieron 11 personas en banco británico HSBC

DPA, REUTERS Y AFP

Estambul, 20 de noviembre. Al menos 27 muertos, entre ellos el cónsul británico Roger Short, y más de 460 heridos fue el saldo que dejaron dos atentados con bomba ocurridos esta mañana contra la sede de la filial turca del banco británico HSBC y el consulado británico de esta ciudad, ataques reivindicados por la red Al Qaeda y la organización turca Frente de los Jinetes Islámicos del Gran Este.

El ministro turco del Interior, Abdulkadir Aksu, afirmó que los atentados "fueron perpetrados muy probablemente" por suicidas que conducían camionetas cargadas con explosivos.

Según un responsable de los servicios de seguridad turcos, consultado por Afp, una camioneta bom-ba estalló en el interior del consulado después de haber atravesado la verja de la entrada.

Los investigadores creen que las bombas que estallaron hoy son del mismo tipo que las que explotaron el sábado anterior en dos sinagogas de esta ciudad, causando 25 muertos, indicó la agencia Anatolia.

Según estas mismas fuentes, un automóvil rojo estacionado fue utilizado para el atentado contra el HSBC, en el barrio de negocios de Levent, y otro verde fue lanzado cinco minutos después contra el consulado británico.

Imágenes televisivas mostraron restos humanos, metales retorcidos, vidrios rotos y escombros, que daban cuenta de lo cruento que re-sultaron los ataques.

Las autoridades no tardaron en pedir a un tribunal que prohibiera la difusión de las imágenes televisivas, al considerar que podrían desatar el pánico en la opinión pública.

Clima de temor y confusión

Personas que atestiguaron las ex-plosiones expresaron su miedo a movilizarse por la ciudad, y son-deos de opinión realizados por me-dios electrónicos mostraron el te-mor de los habitantes de Estambul de ser blancos de más ataques.

La ciudad vivía un clima de confusión, y en algunos sectores casi de parálisis, mientras la capacidad de los hospitales para atender a los heridos se vio rebasada.

Las entradas a la ciudad fueron cerrados con la intención de permitir que los servicios de emergencia tuvieran acceso más rápido a las zonas afectadas, en tanto que el suministro de energía eléctrica se suspendió en las zonas aledañas a los ataques, incluido el custodiado sector financiero.

Los servicios de telefonía fija y celular se colapsaron por la congestión ocasionada por la alta de-manda de llamadas de personas que querían saber qué había pasado con familiares y amigos.

Cuatro ciudadanos británicos fi-guran entre los muertos, declaró el gobernador Muammer Guler a la cadena de televisión CNN-Turk.

Un total de 16 personas murió en el atentado contra el consulado británico, entre ellas empleados locales y agentes de seguridad, y otras 11 en el atentado al Banco HSBC, agregó el gobernador de Estambul.

Por su parte, Ahmet Erelcin, vo-cero de la entidad bancaria, señaló que tres empleados del banco murieron y que alrededor de 30 quedaron heridos.

"Desgraciadamente perdimos a tres colegas. Alrededor de 30 de los 400 empleados que trabajaban en el edificio resultaron heridos", precisó el banquero.

El ministro del Exterior británico, Jack Straw, viajó esta misma noche a Estambul, donde visitó los sitios atacados y expresó su condena por estos hechos.

Las autoridades turcas no tardaron en establecer los vínculos entre estos atentados y los ocurridos el sábado anterior en sinagogas.

En los cuatro ataques se utilizaron autos cargados de explosivos hechos con sulfato de amonio, ni-trato y gasolina, materiales que pueden ser obtenidos con facilidad.

En un comunicado recibido por la agencia informativa Anatolia, los atentados fueron reivindicados como una "acción conjunta" del Frente Islámico de Jinetes del Gran Este con Al Qaeda.

Apenas este miércoles las autoridades turcas manifestaron confianza en resolver los ataques ocurridos contra las sinagogas, ya que habían identificado a los responsables de los atentados suicidas.

Se trata de los jóvenes turcos Gokhan Elaltutnas, de 22 años de edad, y Metin Cabuk, de 29; según las autoridades turcas, uno de los sospechosos militó en el radical Movimiento Islámico.

También la noche del miércoles anterior fueron detenidos cinco sospechosos de haber apoyado a los responsables de los ataques en Estambul contra las sinagogas.

Las autoridades turcas aseguraron que tras los ataques estaba "la conexión afgana", en relación a Al Qaeda; sin embargo, los nuevos atentados causaron sorpresa en el gobierno, así como en los servicios de inteligencia internacionales.

Estos ataques se suman a la ola de atentados en los que se responsabiliza a la organización que dirige Osama Bin Laden.

Turquía es el único miembro de mayoría musulmana de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, y aspira a ingresar pronto a la Unión Europea a pesar de las objeciones de Alemania.

Décadas de inestabilidad

Aunque Washington considera a Ankara país amigo y "modelo de democracia musulmana", esta na-ción ha vivido en las pasadas décadas momentos de inestabilidad.

Golpes de Estado y dura represión a los movimientos de izquierda caracterizaron los años 80.

En los años 90 el movimiento independentista kurdo, encabezado por el Partido de los Trabajadores Kurdos, significó un fuerte desafío al Estado turco, siempre bajo la tutela de los militares, que son los garantes de la secularización.

En los pasados 20 años este país ha sido escenario de al menos 14 atentados de magnitud atribuidos a organizaciones de diversa naturaleza: armenios, palestinos, kurdos, extremistas de derecha y de iz-quierda, y a partir de los años 90 radicales islámicos.

Lo nuevo de estos atentados es el contexto internacional en el que se dan y el involucramiento de Al Qaeda. El mes pasado el Parlamento turco aprobó el envío de tropas a Irak, lo cual fue rechazado por kurdos iraquíes, así como por el consejo de gobierno de Irak.

Luego de los ataques contra las sinagogas, el gobierno turco anunció la suspensión del envío de tropas a Irak, a pesar de las presiones de Washington para que actuara en sentido contrario.

El pasado 8 de noviembre un bombazo en una zona residencial de Riad, capital de Arabia Saudita, ocasionó la muerte de 18 personas.

En agosto, un coche bomba ex-plotó frente al hotel Marriot de Yakarta y dejó 12 muertos. En ju-nio, una serie de ataques suicidas en Marruecos y Arabia Saudita provocó 80 víctimas, incluidos 21 atacantes suicidas y nueve estadunidenses.

El 11 abril una sinagoga en Túnez fue blanco de un ataque que dejó 21 muertos, en tanto que el 28 de noviembre del año anterior 17 personas fallecieron en un ataque contra un hotel de capital israelí en Mombasa, Kenya.

El 12 de octubre de ese año, 202 personas perecieron, gran parte de ellos australianos, en un ataque contra una discoteca en la isla de Bali, Indonesia.


No hubo acuerdo sobre los prisioneros británicos y las sobretasas al acero

Reiteran EU y GB que permanecerán en Irak hasta restablecer la democracia

El país árabe es el "principal campo de batalla de la lucha contra el terrorismo": Bush

AFP, DPA, REUTERS Y THE INDEPENDENT

Londres, 20 de noviembre. El presidente estadunidense, George W. Bush, y el primer ministro británico, Tony Blair, dijeron hoy que ambos mantienen su postura de permanecer en Irak hasta restablecer en esta nación el orden democrático, pese a la inesperada re-sistencia que se cierne sobre ellos y que combate por todos los medios a las fuerzas invasoras desde la caída de Saddam Hussein, el pasado mes de abril.

"Nuestra misión en Irak es noble y necesaria. Ningún acto cometido por bandidos y asesinos cambiará nuestra determinación ni su destino. Irak será libre cuando se haya librado de su presencia. Terminaremos el trabajo que hemos empezado", dijo el mandatario republicano en la tercera jornada de su visita de Estado a Inglaterra.

Blair calificó a Irak de "principal campo de batalla" de la lucha internacional contra el terrorismo, haciendo eco de esta definición que Bush comenzó a emplear cuando los ataques de la guerrilla iraquí contra las fuerzas de ocupación comenzaron a ocurrir casi a diario.

Ambos manifestaron su satisfacción por la formación de un gobierno provisional en Irak antes de finales de junio de 2004, por la presentación de una Constitución y la celebración de elecciones nacionales antes de finales de 2005.

Los gobernantes estadunidense y británico agregaron que están de acuerdo en todos los puntos para el traspaso del poder a los iraquíes, y los pasos que habrá que seguir para que esto se concrete.

Pero la reunión no resolvió ninguno de los temas en los que los dos dirigentes políticos discrepan: el envío a Gran Bretaña de los prisioneros británicos detenidos en la base militar estadunidense de Guantánamo, en Cuba, y la suspensión de las sobretasas que Estados Unidos impone a las importaciones de acero británico.

Londres quiere que los estadunidenses entreguen a los nueve prisioneros británicos para que sean juzgados en Gran Bretaña.

Alrededor de 650 prisioneros de 42 países están actualmente encarcelados como parte de la llamada "guerra contra el terrorismo" lanzada por Estados Unidos después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Nueva York y Washington.

Bush no dio garantías este jueves a Blair sobre la repatriación de los prisioneros británicos en Guantánamo, y reiteró que todos los que están presos en la isla son "combatientes ilegales detenidos en el campo de batalla" de Irak.

"Son tratados humanamente", agregó du-rante una conferencia de prensa conjunta en Londres con Blair, e indicó que "hay un contexto judicial que les permitirá ser juzgados en forma equitativa".

En lo que se refiere "a la cuestión de los detenidos británicos, estamos trabajando en ese asunto con el gobierno inglés", se limitó a indicar.

Por su parte, el primer ministro británico dijo que "la cuestión será resuelta de alguna manera: serán juzgados por la comisión militar allá, o serán enviados de regreso a este país. Esto no se resolverá hoy, pero lo será en un futuro próximo".

Sensible a opiniones ajenas

El secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, sostuvo ante los periodistas que "en lo que respecta a los detenidos, puedo asegurarles que el presidente (Bush) es muy sensible a las opiniones del primer ministro (Blair) y del pueblo británico. Es-peramos resolver este problema en un futuro muy cercano".

Bush indicó este jueves en Londres que aún no ha tomado una decisión sobre si suprimirá o no las sobretasas impuestas por su gobierno a las importaciones de acero desde Gran Bretaña, lo que ha creado diferencias insalvables entre ambos gobiernos.

"Por ahora examino los informes y tomaremos una decisión. El primer ministro británico abordó esta cuestión no una vez, ni dos, sino tres veces."

La Organización Mundial de Comercio falló la semana pasada contra la imposición por Washington de aranceles de entre 8 y 30 por ciento a sus importaciones de acero, a la vez que las declaró ilegales y demandó su inmediata supresión.

Europa ha amenazado en reiteradas ocasiones con emprender represalias económicas contra Estados Unidos.

Pese a todo, Blair y Bush colocaron hoy una ofrenda floral ante el monumento al soldado desconocido y visitaron a familiares de oficiales británicos caídos en Irak, sin que trascendieran muchos detalles de esta última actividad que, según medios de prensa, provoca cierta preocupación, pues hay familias que no deseaban recibir la visita de los gobernantes, a quienes culpan por el no regreso de sus parientes.

El miércoles Bush pronunció un discurso que parecía dirigido a sus detractores, en el que enfatizó que la historia ha demostrado que el uso de la fuerza es necesario para evitar el avance del terror, y aseguró que la democracia "triunfará" en Irak.

El mandatario estadunidense aprovechó este discurso para destacar que su gobierno no rechaza el multilateralismo y apoya "las instituciones internacionales y las alianzas eficaces y sólidas".

Pero no vaciló en criticar veladamente a los países opuestos a la guerra, Francia, Alemania y Rusia, al hablar de "tres pilares" igualmente importantes en el mundo actual: "el apoyo a las instituciones internacionales, la necesidad de actuar mediante la fuerza, de ser necesario, para defender la paz y los valores democráticos y su promoción, sobre todo en Medio Oriente".

Sin embargo, estas naciones afirmaban que era necesario respetar sobre todo a la Organización de Naciones Unidas, antes de atacar unilateral y "preventivamente" el territorio iraquí.

Asimismo, Bush fustigó a los países europeos que aún mantienen contacto con "dirigentes palestinos que traicionan la causa de su pueblo", en referencia al presidente Yasser Arafat, que ha sido considerado irrelevante para la paz tanto por Washington como por Tel Aviv.

De su lado, Blair aseguró que la relación Londres-Washington es "vital para la paz mundial", y que por eso fue necesario "retirar" de Irak a Saddam Hussein, quien era una "amenaza para la región y el mundo en su conjunto".

Bush y su esposa Laura asistieron el miércoles anterior por la noche a un banquete oficial como huéspedes de la reina Isabel II de Inglaterra en el palacio de Buckingham, en el principal acto social de su visita de Estado en Gran Bretaña.

La reina hizo referencia a la amistad entre Estados Unidos y Gran Bretaña y recordó que "sus soldados sirven codo con codo en Afganistán y en Irak para librar el combate en favor de la libertad y la democracia".

Agregó: "Como todos los amigos, podemos hablar francamente y no estar de acuerdo de vez en cuando". 

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