REPUBLICA DE PANTALLA

Jenaro Villamil

Zelig, los mutantes y el enredo fiscal

Las contradicciones en la comunicación gubernamental
El escándalo de los ex amigos de Fox

UN AUTENTICO CAMALEON humano conmovió a la opinión pública de Estados Unidos en los años veinte, en plena era de la depresión. Leonard Zelig podía ser republicano y demócrata al mismo tiempo, jugador de beisbol, gángster, chino, músico de jazz, siquiatra y hasta mariachi con tal de caerle bien a sus interlocutores. Como él mismo se definió, era un "sicópata total" que se salvó por el amor de su siquiatra, que ejercía sobre él un poder total, a tal grado que lo salvó en el momento en que se había sumado a las filas de Hitler.

ESTA DIVERTIDA FABULA cinematográfica de Woody Allen, con todo y sus sarcásticas referencias a la volatilidad de los medios frente a un personaje-símbolo, se aplica, sin tanto sentido del humor, a lo que ha sucedido en las últimas semanas con la política de comunicación del foxismo y con el Presidente mismo. El debate sobre el presupuesto, el IVA y la desincorporación de entidades públicas -incluyendo a Notimex y 3 instituciones cinematográficas- constituyen un guión digno de un Zelig a la mexicana. Algunos elementos son los siguientes:

1.-ZELIG ANTE EL PRESUPUESTO. El mandatario ha cambiado frente a temas polémicos como el IVA a medicinas y alimentos, la austeridad presupuestal y las desincorporaciones. El 10 de noviembre, Vicente Fox dijo desde una plataforma petrolera en Campeche que su objetivo central al enviar el presupuesto era "beneficiar a los pobres". Y cuando se debatió que el impacto de una tasa de 10 por ciento de IVA a alimentos y medicinas afectará más a los pobres, el Presidente cambió de señales: no importa cómo se recauda sino cómo se destinan los recursos, dijo. Zelig en Los Pinos volvió a cambiar. El 14 de noviembre reconoció en la entrega del Premio Nacional de Comunicación 2003 que la justicia social "no se hace a través del ingreso" y que "recolectar impuestos no es la manera de promover la equidad". Dos días después, mientras Francisco Gil, titular de Hacienda, lanzaba ultimátum para aprobar su propuesta de reforma fiscal, Fox lo contradijo. En su programa radiofónico afirmó que "no estamos en una encrucijada ni se trata del todo o nada", pero luego, esta semana, en pleno naufragio del IPI, alabó al PRI y al PAN porque son los únicos que se han puesto a trabajar en la línea que a él le interesa. Ignoró la posición del PRD.

EL CAMBIO MAS claro se produjo entre el 13 y el 17 de noviembre. Primero afirmó que su gobierno mantendrá la política de desincorporar las entidades públicas y que se eliminarán oficinas innecesarias. "Vamos a deshacernos de esos activos para llevar ese dinero a las escuelas, al combate a la pobreza y a construir infraestructura", afirmó. Sin embargo, cuatro días después tronó contra los medios de comunicación por "inventar" noticias falsas y negó que existieran propuestas concretas para desincorporar entidades públicas, cuando todo mundo conoce el documento que habla de las 16 fusiones, enajenaciones o privatizaciones. Y la perla más reciente: el jueves 20 de noviembre, presumiblemente molesto, Vicente Fox le ordenó a su gabinete legal y ampliado que "dejen de hablar" de la reforma fiscal y el presupuesto. Ordenó que "todos aquellos que no son los responsables de las dependencias que conducen las negociaciones de las reformas deben callarse". La orden constituye un bumerán contra sí mismo.

ESE MISMO DIA contrapuntearon Francisco Gil Díaz, Felipe Calderón y Santiago Creel. El primero volvía a mencionar que el paquete económico "saldría adelante en los tiempos constitucionales previstos", mientras el titular de Energía dijo que no hay "plazos fatales" y Creel afirmó que las reformas fiscales no son un problema de "tiempos" sino de "consensos".

2.-EL IVA Y LOS MUTANTES TRICOLORES. Si de por sí es difícil comunicar con cambios en los mensajes fundamentales, el escenario se complica cuando la iniciativa política depende de un dúo mutante (Roberto Madrazo y Elba Es-ther Gordillo). La coordinadora legislativa del PRI primero declaró tajantemente en cuanta entrevista concedió que ellos se oponen a tasar en 10 por ciento el IVA a medicinas y alimentos. Después presentó una propuesta muy similar a la de uno de los escenarios alternativos de la Secretaría de Hacienda y de ciertos organismos empresariales para que el IVA a estos productos fuera de 5 por ciento, con incrementos escalonados por año, y una tasa general de IVA de 11 por ciento, más 2 por ciento a los estados. Los propios correligionarios de Elba Esther, en especial los senadores, reventaron la propuesta. El 17 de noviembre se retiró, pero, šoh sorpresa!, al día siguiente apareció un impuesto a productores, intermediarios e importadores (IPI) que grava todo con 10 por ciento. Obviamente, si los fabricantes y vendedores cargan esa tasa a los consumidores, resultará exactamente igual al IVA generalizado. Sectores del tricolor tronaron contra esta propuesta. El más estruendoso fue Eduardo Bours, gobernador de Sonora, quien declaró ante varios medios que esa iniciativa es demagógica y no tiene "ni pies ni cabeza". "Esta no es una propuesta del PRI, es de Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo que no vamos a aprobar la mayoría de los senadores", declaró a todos los medios Oscar Cantón. Previsiblemente, este domingo Madrazo volverá a mutar para declarar que el IPI era sólo una idea "a estudiar".

3.-MENOSPRECIO A LAS COINCIDENCIAS. En el enredo fiscal, lo único que ha desaparecido en términos de comunicación política son los puntos donde sí existen coincidencias, incluyendo al PRD y a sectores empresariales: la disminución del impuesto sobre la renta; la mejor recaudación, que generaría 16 mil 105 millones de pesos, y mantener las exenciones a los libros, periódicos y revistas, aun cuando comentaristas de Tv Azteca han emprendido una campaña contra este punto. En medio de este panorama, lo único que prevalece es la confusión. "La posibilidad de una amplia y comprensiva reforma fiscal ha desaparecido", sentenció la consultora JP Morgan.

X-Men y el fin del voto útil

POR SI LA política de comunicación en materia fiscal no estuviera cercana al desastre, esta semana se sumaron otros dos hechos que hablan de la etapa terminal de la coalición que llegó al poder bajo el paraguas del "voto útil" y de los Amigos de Fox. El sábado 15 de noviembre murió José Luis González, el Bigotón, creador del proyecto Millenium y de la semilla que dio lugar a Amigos de Fox, quien en 1999 se separó de su viejo conocido en las lides cocacoleras. González, conocedor como pocos de las debilidades y contradicciones de Fox, dignas de un personaje como Zelig, advirtió que ese mismo camaleonismo alentaría la crisis de lealtades y el exceso de ambiciones individuales, tal y como se documenta en el libro Asalto a Palacio, las entrañas de una guerra, escrito por Guillermo Cantú.

Y COMO UNA confirmación más de la profecía de González, el 20 de noviembre Adolfo Aguilar Zinser tuvo la atención de los medios electrónicos y de algunos impresos al renunciar como representante de México ante el Consejo de Seguridad de la ONU, envuelto en un patriotismo exprés y en una dignidad frente a su ex amigo Fox que no se le conoció antes. Junto con Jorge G. Castañeda, Aguilar Zinser bien puede representar otro guión cinematográfico: el de los mutantes políticos al estilo X-Men, creadores de la mercadotecnia del "voto útil" transformada desde el gobierno en utilitarismo político o, mejor dicho, en tragicomedia foxista. Aguilar Zinser recreó a ese personaje llamado Storm (Tormenta) que invoca truenos y rayos con su capacidad para generar escándalos para salir de una situación difícil. Casi un año antes, en enero de 2003, Jorge G. Castañeda marcó la misma ruta de colisión, al renunciar a la cancillería después de no obtener la "enchilada completa" migratoria. Bien vistos, ambos personajes en realidad son como Mistique, ese otro mutante que cambia de piel política a gusto de sus intereses y ambiciones muy personales: antes lo hizo con el PRD, luego con el Partido Verde, después con Amigos de Fox más lo que se acumule en lo que queda del sexenio.

Miscelánea periodística

1.-ENTRE EL 19 y el 21 de noviembre se reunieron en Pátzcuaro, Michoacán, los representantes de 36 organizaciones gremiales integrantes de la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap). Ante la muerte del decano periodista Luis Suárez, que ostentaba la representación de México ante la Felap, la integración de nuevas organizaciones mexicanas se convirtió en una especie de botín sin que existieran mecanismos de convocatoria que acreditaran la representatividad y credibilidad de esas agrupaciones.

FUERON ACEPTADAS LA Academia de Periodistas Independientes, encabezada por Miguel Angel Ferrer; el Club Primera Plana, de Julio Pomar; la Fraternidad de Reporteros, representada por Jaime Guerrero, y la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, de Teodoro Rentería. A no pocos observadores les sorprende que este último personaje se integre a una agrupación que desde 1976 pretende ser un organismo democrático y cercano a la izquierda latinoamericana.

2.-EL PROXIMO 30 de noviembre se presentará el Código de Etica y Manual Práctico de Estilo Radiofónico para las distintas estaciones integrantes del Instituto Mexicano de la Radio (IMER). El documento, elaborado por Ana Cecilia Terrazas, constituye un primer esfuerzo por regular la ética informativa en un medio electrónico público. Entre sus puntos destacables se encuentran el derecho de réplica, la protección de la intimidad y confidencialidad de las fuentes donde sea indispensable y evitar el trato superficial a las noticias.

3.-ESTA SEMANA SE presentará formalmente una iniciativa para regular el secreto profesional de los periodistas. El tema ha generado un debate rico y extenso en el gremio. Ante la discrecionalidad que prevalece aún en los criterios del Ministerio Público para citar a informadores y pedir que revelen sus fuentes, se requiere un ordenamiento claro, extenso y que empuje las reformas pendientes a la Ley de Imprenta y a la Ley Federal de Radio y Televisión.

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