Desplazados a partir de los 90, por barreras sanitarias de EU y control de precios de trasnacionales

En crisis limoneros colimenses, principales productores del país

Lograr denominación de origen y reorganizar la cadena productiva, retos, dicen Conalim y Sederco

VERONICA GONZALEZ CARDENAS CORRESPONSAL

Tecoman, Col., 22 de noviembre. En los años 80, el limón mexicano estuvo a punto de desplazar de los mercados internacionales al "limón verdadero" o Eureka, que se produce en Estados Unidos. Sin embargo, a partir de 1990, los productores del fruto en Colima perdieron compradores, por lo que actualmente padecen una crisis económica y productiva de la cual pretenden salir, así como obtener la denominación de origen, que, esperan, les permita vender el producto a mejor precio dentro y fuera del país.

Las dificultades de los productores nacionales se deben a barreras sanitarias impuestas por autoridades estadunidenses, así como al control de precios aplicado por empresas trasnacionales productoras de refrescos, que son los principales consumidores del cítrico, por el aceite esencial que obtienen.

Originario de India, el limón mexicano tuvo tal auge en Colima que hasta el momento la entidad tiene el primer lugar nacional en producción del cítrico, con 473 mil toneladas anuales, según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

El limón mexicano es en realidad una lima ácida que gusta a la comunidad latina en Estados Unidos, lo mismo que a la población de países de Europa, así como de Japón y Perú. Ante el mercado potencial, los productores mexicanos buscan actualmente la denominación de origen, señaló el presidente del Consejo Nacional del Limón (Conalim), Sergio Martínez González.

En 1980 el limón mexicano se exportaba en grandes volúmenes a Estados Unidos y estuvo a punto de desplazar al limón Eureka en esa nación, cuyas autoridades fijaron una barrera sanitaria que lo sacó del mercado, con el pretexto de que presentaba una enfermedad llamada bacteriosis, explicó Martínez González. Añadió que los productores llaman a la dolencia "misteriosis", porque a 15 años de que la venta del cítrico producido en México se prohibió en el vecino país, nunca se pudo comprobar la existencia de algún padecimiento.

Según estadísticas de la Sagarpa, en Colima se destinan al cultivo de limón 29 mil hectáreas, que en 2002 produjeron 596 mil 794 toneladas del fruto, de las cuales más de la mitad se vende a la industria para la obtención de aceite esencial. El valor de la producción fue de 729 millones de pesos.

El titular de la Secretaría de Desarrollo Rural de Colima (Sederco), Lorenzo Hernández Arreguín, señaló que el precio del kilogramo de limón industrial no sobrepasa 55 centavos, situación que desalienta a los productores, quienes optan por descuidar sus huertas y cambiar de siembra.

En Colima, el cultivo de limón suele alternarse con el de palma de coco, que también está en crisis debido a los bajos precios internacionales, de modo que los ingresos de los productores son cada vez más escasos. Esto provoca que los agricultores dejen de podar, regar y fertilizar oportunamente sus árboles, que realicen el corte cuando el limón es muy pequeño y carece de jugo, para venderlo a intermediarios, que lo distribuyen en el mercado local y en la Central de Abasto de Guadalajara, Jalisco, donde el fruto se cotiza al valor más bajo en toda la República, de acuerdo con Hernández Arreguín.

El titular del Conalim, Martínez González, comentó que en algunas huertas, luego de echar los limones al camión para transportarlos, los peones suben al vehículo y se sientan. "Con esas prácticas, el limón no puede tener un buen precio", dijo.

"Urge incrementar productividad de las huertas y calidad del fruto"

Añadió que muchos agricultores realizan prácticas, como la citada, que perjudican la actividad, por lo que el Conalim tiene entre sus objetivos principales promover una cultura de manejo adecuado de las huertas, desde la poda de las ramas hasta el corte y el empaque, para vender fruta de excelente calidad a un precio razonable.

Martínez González señaló que la desorganización en la cadena productiva es un factor que ha detenido la reactivación del cultivo, "pues los productores actúan por su cuenta y son los que más sufren la crisis económica. Los industriales compran la fruta a un precio fijado por los mercados internacionales y de ahí no suben. Los empacadores hacen lo suyo sin involucrarse con los productores y, finalmente, quienes más ganan son los intermediarios".

Para revertir esta situación, Hernández Arreguín propuso organizar la oferta del limón mexicano. "Si logramos convencer a los empacadores para que tengan una oferta más adecuada, el proceso de recuperación económica de los productores será rápido, pero si los empacadores y los agroindustriales no logran organizar su oferta adecuadamente, este proceso no va a ser posible ni en el corto ni el mediano plazo", puntualizó.

Señaló que el agricultor debe poner precio a su producto, pues en Colima se realiza un proceso de comercialización sui generis basado en la confianza ciega en los compradores. "Aquí el productor entrega su fruta al empacador o al intermediario, muchas veces sin precio, le pagan a la semana y a veces no le pagan. El empacador actúa igual con los compradores en los mercados de abasto: les envía la fruta muchas veces sin precio, y luego vienen los problemas", indicó Hernández Arreguín.

A las dificultades mencionadas se suma la amenaza del "virus de la tristeza" de los cítricos, que puede acabar con plantaciones enteras. En Colima no está presente el vector que transmite la enfermedad, pero hace tres años se detectó una planta con ese padecimiento; las autoridades agropecuarias ordenaron su eliminación y la realización de monitoreos permanentes en huertas y viveros.

Según Hernández Arreguín, la solución a la crisis del limón colimense es cuestión de voluntad de las partes que integran la cadena productiva para mejorar el proceso, diversificar mercados nacionales e internacionales y consensar, con entidades productoras como Jalisco, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Nayarit y Tamaulipas, acuerdos de oferta por volúmenes, lo que obligaría a los agricultores a incrementar la calidad de su fruta y la productividad de las huertas.

Hasta el momento están integrados al Conalim todos los estados productores de limón que trabajan en buscar un esquema de organización que les permita obtener la denominación de origen de limón mexicano, como ocurrió con el tequila, para que ningún país pueda vender el cítrico con ese nombre.

Entre los proyectos que maneja el consejo destaca la elaboración de ácido cítrico como aditivo y conservador de alimentos, el cual se produce únicamente en Colima; la industrialización de perpenos -desechos de la cáscara- que se utilizan como solventes para pinturas, así como la obtención de pulpas y jugos para la industria alimentaria, pues actualmente México sólo produce aceite esencial de limón y depende de las grandes industrias refresqueras Pepsico y Coca-Cola, que fijan el precio en el mercado internacional.

Con apoyo de la Sagarpa, el Conalim inició en julio pasado el levantamiento de un censo de productores colimenses de limón y la elaboración de un inventario de la superficie dedicada al cítrico. El inventario se realiza con el apoyo de imágenes satelitales y se espera que esté terminado en diciembre de 2003.