Rodolfo Castro invita en Las otras lecturas a revisar otras formas de aprehender el mundo

''Hay grandes lectores que jamás han abierto un libro''

CARLOS PAUL

Muchas personas son grandes lectoras aunque jamás hayan abierto un libro, sostiene Rodolfo Castro, coordinador del volumen Las otras lecturas, en el que reúne las experiencias de una dramaturga, un científico, un músico, un clown, un director de teatro para sordos, un poeta, una cuentacuentos y una titiritera.

Se trata de leer la vida, el entorno, la realidad, pues vivimos inmersos en un mundo lleno de diversos lenguajes que nos increpan, desafían y exigen que se les tome en cuenta.

La lectura es un acontecimiento inherente a la naturaleza humana, y sólo en algunos momentos se vincula con el hecho de tener un libro enfrente, considera Castro.

''Esa acción es sin duda un hecho trascendente y significativo, pero no es el único momento en el que el ser humano lee. Por eso me pregunto: Ƒleer es leer libros? Creo que no. Debe haber algo más. No es posible que la lectura se reduzca a uno o a todos los libros que se hayan escrito desde la invención de la escritura.

''La lectura, como actividad, deriva de muchas otras lecturas, entre las que se encuentra, por supuesto, la de libros, pero también la de la realidad que nos rodea.''

Su oficio de cuentacuentos ha permitido a Rodolfo Castro viajar y conocer a distintas personas y cómo éstas perciben su realidad. A partir de esos encuentros advirtió que "muchas leían su entorno, aun cuando nunca habían abierto un libro".

La idea surgió al plantear ''que la posibilidad de acceder a la lectura de un libro no está limitada a leerlo, es decir, para poder llegar a los libros tenemos también que abrir nuestra percepción hacía otras lecturas, como puede ser la del entorno". Con ese afán, Castro convocó a otros lectores, creadores que hacen una lectura particular del mundo y de la vida, con base en el trabajo que realizan.

Así, el volumen editado por Paidós presenta el testimonio y la experiencia de Sergio de Régules (físico), Aziz Gual (clown), Leopoldo Novoa (músico), Berta Hiriart (dramaturga), Alberto Lómnitz (director de teatro para sordos y oyentes), Marcela Romero (cuentacuentos), Pedro Pablo Martínez (poeta), Cecilia Andrés (titiritera) y la del propio Rodolfo Castro.

Vivimos en un país que ha sufrido el desprecio histórico de esas otras formas de leer, destaca Castro. "Desde la conquista hasta la fecha el que no sabe leer es considerado un enfermo, al que hay que curar, como si las personas no pudieran ser valiosas aunque no leyeran libros. Entonces se hace un trabajo de promoción de la lectura concentrada en formar lectores de libros, pero desde una idea mezquina, despreciando las maneras en que una persona percibe la realidad y cómo se relaciona con el mundo.

"No estoy en contra de los planes de fomento a la lectura, pero creo que son limitados y están generando el efecto contrario.

"El gobierno federal promueve sólo libros, como si eso únicamente fuera la lectura. Para llegar a ellos se tiene que respetar las otras lecturas que hace una persona al vivir su realidad. Se tiene que respetar desde las expresiones populares de un joven urbano, hasta la cultura y forma de organización de una comunidad indígena.

"Al entender la vida como una lectura múltiple entendemos la lectura como el resultado de lo vivido.''

Por eso el volumen Las otras lecturas invita a leer la vida a través de otros oficios y profesiones.