RUTA SONORA

Patricia Peñaloza

Lo + aká de 2003 (electrónico/internacional)

SIGUE EL RECUENTO de discos, ahora en el rubro electrónico internacional. Como se dijo en la entrega anterior, lo retro-ochentero permeó al mainstream y los ritmos sintéticos no se quedaron atrás. Aun así, esto pasó más con lo choteado, pues en lo alterno de esta vertiente hay más inventiva: collages de sonidos de avanzada algo más originales, facilitados por las cambiantes tecnologías.

1. KRAFTWERK: TOUR de France Soundtracks. Tras 17 años reaparece el seminal combo alemán que por su influencia e innovación es algo así como The Beatles del electrónico... Ahora, no confundir con el sencillo Tour de France de 1983, o el EP con cuatro remezclas del mismo. ... Soundtracks trae cuatro relaboraciones de ese tema (no remezclas) más siete canciones inéditas donde se identifica su sonido verdaderamente único, propio: tecno-electro robótico de a sintes austeros. No dejan de pasmar los meros jefes de este relajito.

2. MATMOS: THE CIVIL War. Experimental dueto de San Francisco que se hizo ultra-notorio tras producir a Björk. Mientras los electro-chicos del orbe desesperan por lograr el sonido más in (electro de 1983), el quinto álbum de Matmos se va a lo retro de lo retro, y en actitud patriota fusiona tonadas country, pianolas del oeste, banda dixieland, folk campirano (todo con instrumentos reales) con lo más avant del electrónico minimal. El siglo XIX en el XXI.

3. AUTECHRE: DRAFT 7.30. Dueto inglés aclamado entre quienes se clavan en los ruiditos rítmicos a lo Aphex Twin. Más retorcido en cada disco, Autechre trae aquí como bonus los nuevos procesos con que tratan su retahíla de futuristas sonidos fragmentados, ávidos por ocultarse y revelarse. Melodías y ritmos fantasmales, obsesivos, cortantes, como de otra galaxia.

4. ALVA NOTO + Ryuichi Sakamoto: Vrioon. El reconocido artista audiovisual alemán Carsten Nicolai, conocido como Alva Noto (que en 2003 visitó México y expuso su obra musical/sonora en el Museo Tamayo), une sus resonancias a las melodías del afamado orquestador Sakamoto. Resultado: un piano hondamente melancólico sobre clicks&cuts desconcertantes. Sutil, pero llegador.

5. RICARDO VILLALOBOS: Alcachofa. Quienes en el Tecnogeist 2003 (México) presenciamos a este chileno radicado en Alemania notamos lo creativo que un músico/productor puede ser dentro del género bailable, por encima de miles de charlatanes DJs. Minimalismo muy vital como para serlo; tecno pausado, pachecón, como para serlo; house poco celebratorio como para serlo. Villalobos crea una especie indefinible de tecno-house orgánico, propio, ajeno a lo trillado. Melancólico, sensual. Imposible dejar de bailarlo.

6. PEACHES: FATHERFUCKER. ƑEs rock? ƑEs techno? La canadiense reina del electro puerco, porno y sexoso (antes la gentil maestra escolar Merrill Nisker), compone, canta, toca y produce un segundo disco mucho más asentado y menos synth-pop que su debut. Muchos pelos, mucho techno-punk guitarroso, con colaboraciones del maestro Iggy Pop y Joan Jett. Irreverente, sardónico, cojonudo.

7. GOLDFRAPP: BLACK CHERRY. La inglesa Allison Goldfrapp muta de los ambientes etéreo-cinematográficos a un synth-pop ochentero de corte alegre, pero aún sideral. Sus dramáticos ululares de sirena cósmica prevalecen, así como su arrojo avant-cabaret.

8. ZONGAMIN: ZONGAMIN. Seudónimo del japonés-londinense Susumu Mukai, quien ofrece uno de los discos más viajados del año, al cual define como "de otra dimensión", donde funk, dance, rock y jazz conviven con un sonido low-fi cósmico, lúdico.

9. MANITOBA: UP IN flames. Tercer disco del canadiense Dan Snaith, pleno de sicodélica vibra y frenéticos clicks & beeps; aunque rítmico, ajeno al baile y contiguo a la excitación melódica. Electrónica humana, rica, de gran inventiva.

10. FOUR TET: ROUNDS. Kieran Veden, alias Four Tet, sobre bases rítmicas tenues, a veces de hip-hop y a veces tecno, crea un pastiche etéreo y cálido de sampleos, atmósferas folk-jazzy, teclados suaves y extractos entrecortados de música de India (tierra de sus ancestros). Delicado, aunque poderoso en alma.

11. BASEMENT JAXXX: Kish Kash. Tercer cúmulo de glamorosos y serpenteantes ritmos de este dueto inglés, cuyo plus aquí son las cantoras voces invitadas: Dizzee Rascal, Lisa Kekuala, entre otros. Funk-pop-soul-punk extra-bailable; ruidoso pero sexy.

12. THE POSTAL SERVICE: Give Up. Lindos nerds etiquetados dentro de la llamada Intelligent dance music. El dueto que se puso "el servicio postal" por trabajar a distancia (uno en Seattle, otro en Los Angeles) ofrece una lozana mixtura entre el romanticismo indie y el synth-pop. Tenues, emocionales, ochenteros, mas sin pose.

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