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México D.F. Sábado 14 de febrero de 2004

Alejandro Nadal

Kuala Lumpur: Ƒy si desaparecen las ranas?

Alrededor del planeta, en diferentes ecosistemas, las ranas se están muriendo. Muchas especies de estos batracios están engrosando la lista de especies amenazadas, lo que significa que pueden extinguirse en el corto plazo. Frecuentemente los adultos mueren antes de llegar a su madurez sexual y no alcanzan a reproducirse. En muchos casos, cuando los adultos llegan a poner huevos, un número elevado no eclosiona. Todo esto hace que un número inesperadamente elevado de especies de ranas esté extinguiéndose.

ƑDato curioso o es algo más serio? Consideremos lo siguiente. Los batracios son vertebrados que sufren una metamorfosis en su ciclo de vida, pasando de una fase larvaria acuática a una fase adulta que transcurre en sistemas más o menos húmedos. Su piel es permeable al agua y a sustancias en la atmósfera, y también contrarresta eficazmente la desecación secretando una delgada capa protectora. Además, es una fuente extraordinaria de farmo-químicos activos, incluyendo muchos fungicidas y antibacterianos, así como repelentes a muchos predadores.

Por estas y otras razones, las ranas (y los sapos) han sobrevivido a las extinciones masivas de los pasados 300 millones de años. Y precisamente por eso, muchos ecólogos consideran a las ranas como el equivalente del "canario de los mineros", haciendo referencia al proverbial pájaro que llevaban los mineros a las galerías para detectar a tiempo la presencia de gases peligrosos.

La acelerada tasa de extinción de las ranas muy bien puede ser la llamada de alarma que necesitamos escuchar con atención: la desaparición de estas especies puede estar ocasionada por la mayor intensidad de contaminantes de todo tipo en la atmósfera y agua, así como con los efectos de la destrucción de la capa de ozono (la piel de las ranas parece ser extraordinariamente sensible a la radiación ultravioleta).

De ser así, el destino de estas especies de batracios podría ser el anuncio de una extinción masiva de especies a escala planetaria. Y eso es precisamente lo que debe ocupar la atención de los representantes de 188 países que han firmado la Convención sobre Biodiversidad (Cbd) y que se reúnen esta semana en Kuala Lumpur, Malasia.

La Cbd nació hace 10 años y tiene tres objetivos centrales: conservar la biodiversidad biológica, utilizarla de manera sustentable y asegurar que los beneficios de su explotación sean distribuidos equitativamente. Esos objetivos fueron reforzados en la cumbre de Johannesburgo, el año antepasado, estableciéndose la meta de "reducir de manera significativa la tasa de pérdida de biodiversidad para el año 2010". En los hechos, ninguno de estos objetivos se está cumpliendo.

Se calcula que existen alrededor de 14 millones de especies, pero sólo se han catalogado 1.5 millones. Cada año se clasifican unas 10 mil nuevas especies. La mayor parte de las aves y mamíferos, así como reptiles, son especies bien identificadas, así que lo que falta está entre las bacterias, los hongos, artrópodos e insectos. Pero puede ser que nunca lleguemos a saber cuáles son esas especies o qué clase de código genético tenían.

Las tasas de extinción de especies son alarmantes. Se calcula que cada año se pierden irreversiblemente alrededor de 2.10 por ciento del total de especies existentes. Si se toma el nivel inferior, alrededor de 280 mil especies se extinguen cada año en alguna parte del mundo (767 diarias).

Estamos presenciando un proceso de extinciones masivas que solamente tiene paralelo en otros episodios de la historia de la biosfera. Por ejemplo, hace 225 millones de años ocurrió algo que provocó la extinción de 75 por ciento de las especies existentes. La diferencia es que esos episodios se originaron en fenómenos de actividad volcánica, impactos de asteroides o cambios bruscos de clima. Hoy, en cambio, una sola especie es responsable de los procesos que llevan a la extinción masiva de especies.

Esos procesos se relacionan con la destrucción del hábitat de numerosas especies, introducción de especies exóticas, contaminación, sobrexplotación de recursos y enfermedades. En muchos casos, la destrucción de ecosistemas se lleva a cabo precisamente en regiones de alta concentración de biodiversidad. Se estima que el cambio climático provocaría la extinción de por lo menos un millón de especies.

Las partes de la Cbd reunidas en Kuala Lumpur deberán enfrentar las malas noticias con realismo y sin la hipocresía que tanto caracteriza a gobiernos de países ricos como pobres. Es cierto que existen otros problemas importantes que deben ser atendidos, en especial el tema del acceso a los recursos genéticos y el sistema de patentes. Pero el problema central es el de la destrucción masiva de biodiversidad en todas sus formas. Si no se detiene, muy pronto podríamos pasar a ser parte de la extinción masiva que tan tenazmente estamos provocando.

Para los catastrofistas, algo interesante: más de 95 por ciento del total de las especies que alguna vez han habitado este planeta se ha extinguido. La suerte de las ranas nos incumbe a todos.

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