NUEVA AMENAZA CONTRA LOS VITRALES DE LA CATEDRAL

Defiende Ida Rodríguez Prampolini la restauración de esa obras

Retirar vitrales de Goeritz de la Catedral, ''desastrosa'' propuesta

Subisten los diseños originales y la herrería, dice quien fue esposa del artista alemán Aduce funcionario del CNCA que el color ámbar oscurece ese templo; se sustituirían por vidrios comunes

MERRY MAC MASTERS

De nueva cuenta las autoridades intentan retirar los vitrales que Mathias Goeritz (1915-1990), artista alemán radicado en México a partir de 1949, diseñó para la Catedral Metropolitana en los años 60, no obstante tratarse de una de las mejores muestras de arte religioso del siglo XX.

Se argumenta que su color ámbar oscurece el recinto, además de que muchos de los vitrales están destruidos y se remplaza-rían con vidrios comunes y corrientes.

Con motivo de los trabajos de remozamiento de la catedral, en 1990 se emprendió una acción similar. Sin embargo, la comunidad intelectual y artística alzó su voz y logró detener la medida.

Recinto religioso, no museo

El titular de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), Xavier Cortés Rocha, viajó al puerto de Veracruz para reunirse el pasado 14 de febrero con Daniel Goeritz, hijo del artista, e Ida Rodríguez Prampolini, quien fue su esposa, para informarles de la remoción de los vitrales.

También fueron invitados Carlos Cruz, jefe de Estudios y Proyectos de la misma dirección del CNCA; Raúl Delgado, coordinador nacional de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y el historiador Jorge Alberto Manrique.

De acuerdo con Manrique, Cortés Rocha le había hablado de poner ''los vitrales salvados en el crucero" de la catedral. Fue durante la reunión cuando advirtió que el funcionario proponía mandar los vitrales al Instituto Cultural Cabañas, en Guadalajara, Jalisco.

El crítico de arte indica que la catedral contiene obras artísticas de muchas épocas, pero lo único contemporáneo son esos vitrales.

Mientras algunas personas se oponen al color de los vidrieras, para otras el ámbar crea una atmósfera mística que, en especial, realza el oro del altar de los Reyes, señala Ida Rodríguez.

Entrevistada al respecto, recuerda que los vitrales de Goeritz se incluyen en varias enciclopedias como ''lo mejor del siglo XX de arte religioso", junto a los de Marc Chagall y la luz creada por Le Corbusier, en Ronchamp.

Califica de ''desastrosa" la propuesta de sustituir la obra de Goeritz con vidrios cuadriculados blancos, bajo la idea de que ''eso permitirá ver con claridad las obras de arte que hay en las diferentes capillas". Recuerda que la catedral es un ''recinto religioso, no un museo". Pide ''no hacer de él un lugar donde se ve un cuadro perfecto".

Si hay vitrales rotos, la Premio Nacional de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía 2001 pide ''reconstruirlos, no quitarlos", porque ''es mucho más lo que hay que lo que se ha perdido". Existen los diseños originales y está la herrería, subraya.

Pérdida por un incendio

Rodríguez Prampolini, presidenta del Consejo Veracruzano de Arte Popular, propuso a Cortés Rocha hacer una encuesta entre los críticos, arquitectos, artistas, así como el público religioso que asiste al templo, para saber qué opinan sobre la remoción de los vitrales, pero hasta el momento no ha tenido nueva comunicación con el CNCA.

Con Ricardo de Robina, Goeritz realizó entre 1960 y 1963, 138 vitrales de los cuales 134 eran de color ámbar y cuatro en rojo para la Catedral Metropolitana, que ''semejan bloques pétreos de un muro milenario, en acabados policromados y tonales", escribe Lily Kassner en Mathias Goeritz. Una biografía. (1998). Tras incendiarse el Altar del Perdón se perdieron los vitrales de color rojizo.

Los vitrales levantaron polémica desde su instalación, por su forma y su color. En su momento, Goeritz advirtió de la destrucción del ''primer conjunto monocromático (environment) creado con luz en el siglo XX dentro de una catedral antigua".

En un artículo de Goeritz, reproducido en la página siguiente, el artista escribió:

''Cuando un lado estaba cubierto con los vitrales de vidrio ámbar, se realizó una encuesta entre los fieles que estaban en la catedral, durante una misa. Preguntamos a más de 50 personas -hombres, mujeres y niños- con el resultado de que a tres cuartas partes les gustaban los vitrales y a una cuarta parte le daba lo mismo... Ni una sola voz del público se declaró en contra.''