El ex rector Malpica Uribe fue encarcelado por anomalías en el gasto de la institución

En los años 80, René Bejarano estuvo involucrado en fraude contra la BUAP

Una empresa fantasma del ex perredista fue utilizada para desviar cuantiosos recursos

LA JORNADA DE ORIENTE

Puebla, Pue., 4 de marzo. En 1992 fue encarcelado el ex rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Samuel Malpica Uribe, tras ser acusado de los delitos de fraude, peculado y abuso de confianza, al descubrirse supuestas anomalías, por 15 mil millones de viejos pesos, en el manejo del presupuesto de esa institución educativa.

Al hacerse las investigaciones se descubrió que durante el rectorado de Malpica el jefe de compras, Ignacio Rosas Ibarra, adquiría todos los insumos de la BUAP con la empresa Distribuidora Comercial Unión, la cual era propiedad de René Bejarano, quien a finales de la década de los 80 fue diputado federal por el Partido de la Revolución Socialista (PRS).

La principal irregularidad que se encontró fue que cuando los auditores de la UAP quisieron localizar la sede de esa empresa, en el Distrito Federal, descubrieron que en el supuesto domicilio fiscal y las bodegas únicamente había un lote baldío.

Samuel Malpica fue destituido como rector de la UAP el 30 de octubre de 1989, luego de más de un año de gestión, periodo en el cual, según reporte de los auditores, se compraron a la empresa fantasma de René Bejarano grandes volúmenes de papel higiénico, réplicas de esqueletos humanos, básculas, colchas, sábanas y fundas para almohadas, así como uniformes y otros insumos, muchos de los cuales no fueron hallados o se facturaron con documentos que no estaban debidamente requisitados.

La denuncia penal se presentó desde 1990, sin embargo Samuel Malpica no fue detenido hasta 1992, y un año después fue liberado y exonerado, ya que no se pudieron probar los cargos en su contra. El ex rector y sus seguidores señalaron que el encarcelamiento se debió a una venganza del entonces gobernador de Puebla, Mariano Piña Olaya.

Pese a que se determinó que habían sido unos 17 funcionarios de la BUAP los responsables del mal manejo de los recursos, nunca se procedió penalmente en su contra, ni contra René Bejarano. Algo que unía a los implicados es que varios de ellos militaban en el PRS y el supuesto dinero que habían obtenido por la venta de insumos a la universidad, presuntamente se destinó a ese partido político.