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México D.F. Viernes 5 de marzo de 2004

Leonce Charles, conocido de la Casa Blanca, nuevo jefe de la policía haitiana

El affaire Guy Philippe, trama armada desde Washington, acusa Pierre-Charles

Un coronel de marines le advirtió al jefe rebelde que la fiesta había acabado, y acató la orden

FRANCOIS ESCARPIT ESPECIAL DE L'HUMANITE

Puerto Principe, 4 de marzo, Guy Philippe, jefe de los rebeldes haitianos, fue convocado, en horas tempranas de la mañana por un coronel de los marines, quien le advirtió que "la fiesta se había acabado" y había llegado el momento de deponer las armas.

Y, a pesar de que el antiguo comisario ya se veía como número uno de la policía o del nuevo ejército que seguramente se constituirá, fue nombrado en ese cargo Leonce Charles, conocido de Washington por su participación en la lucha contra las drogas.

Pero las armas del ejército que el ex presidente Jean Bertrand Aristide disolvió en 1995, las que éste repartió entre sus fuerzas de choque, los chimeres, y las modernas armas M-16 y M-60 que se vieron estas últimas semanas en manos de los insurrectos, quedarán en poder de quienes hoy las tienen, grupos fuera de toda institución, peligro y fuerza de presión futura que no hay que menospreciar.

A su vez, Gerard Pierre-Charles, dirigente de Organización del Pueblo en Lucha (OPL), partido mayoritario de la Convergencia Democrática, señaló que "todo el affaire Guy Philippe es una trama armada directamente en Estados Unidos".

Señaló, como prueba, que bastó una sola palabra de la embajada estadunidense en Puerto Príncipe, donde hay un grueso dossier de la DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos, para persuadirlo a deponer las armas, lo que ningún líder haitiano ha-bría logrado por sí mismo.

Mientras, el miércoles anterior, cuarta jornada después del golpe maestro de la Casa Blanca, los marines estadunidenses que resguardan el lugar se instalaron con numerosas tanquetas blindadas en torno al parque que rodea el Palacio Nacional.

Aferrados a sus rejas, los habitantes de Puerto Príncipe asisten, impotentes, al espectáculo de la nueva ocupación del país por Estados Unidos. Sobre las banquetas se animan las discusiones.

La gente no lamenta la salida de Aristide, pero no entiende el papel de las nuevas fuerzas de ocupación: por qué si su función es de una fuerza de paz para garantizar la seguridad de la población por el momento sólo se ocupan de proteger a las embajadas, los embajadores, a los ministros y el presidente, mientras en las ciudades continúan las balaceras y los cadáveres de haitianos ajusticiados por doquier.

Primeras reacciones contra la ocupación

Algunos empiezan a reaccionar enardecidos contra la ocupación extranjera (ya hay más de mil soldados provenientes de Canadá, Estados Unidos y Francia), en tanto que otros pro Aristide se manifiestan. Es el caso de una marcha de protesta que llegó desde los barrios populares de Delmás a los alrededores del Palacio Nacional.

Empezó a extenderse la percepción de que los insurrectos traicionaron su causa, lo cual alivia a muchos, ya que se sabe que es un grupo ecléctico de hombres, muchos de ellos criminales o torturadores.

Desde el domingo, en el hospital general se acumulan los cadáveres de gente ajusticiada quien sabe por quién, quien sabe por qué. Hoy se contaba una treintena de muertos en un ambiente fétido. Y en el resto de la ciudad sigue cortada la electricidad.

En distintos puntos de la ciudad estallan los incidentes armados, aunque llegan noticias de que la situación que priva en las provincias es más grave. En Petit Goave, se dice, la violencia es catastrófica.

En uno de los barrios más superpoblados de Delmás, el mercado está instalado entre el lodo y la basura. El fuerte olor de los desperdicios, que corren al aire libre, es difícil de soportar. De repente, un montón de ba-sura que se quema obstruye la calle, y la gente se echa a correr con espanto y advierte: "¡Por allá no vayan; están los chimeres!"

Por otra parte, se anunció la integración de la comisión tripartida que se encargará de elegir presidente provisional. Leslie Voltarie, del partido aristidista Fanmi Lavalás, representante de la oficina de las Naciones Unidas para el Desarrollo, y Paul Denis, de OPL, por la Plataforma Democrática, de-ben nombrar este viernes a las nueve personas que integrarán el consejo de sabios.

Para el cargo de primer ministro se mencionan tres nombres. Gerard Latortue, ex funcionario en el exilio desde hace 60 años, es el primero. El segundo es el ex general Abraham, partidario de que los civiles conserven el poder político, quien ha vivido exiliado en Estados Unidos desde 1995.

De él se dice que quizá sea el único capaz de resolver la cuestión de la seguridad pú-blica y regular los problemas generados por los militares que fueron despedidos, sin op-ciones, en 1995, además del espinoso asunto del desarme de los chimeres, para poder dar paso, ahora sí, a la organización de una policía nacional sólida.

Por último se menciona a Smart Michel, el hombre del gobierno de Aristide sobre quien cayó toda la responsabilidad de ejecutar las privatizaciones que exigía el Banco Mundial y que después de hacerlo fue lanzado por el propio ex presidente a confrontar a las organizaciones populares.

De él se dice que es un hombre honorable. Hace apenas cuatro días, los chimeres incendiaron todo lo que poseía: una tienda de mayoreo en el mercado Roi de Bossales.

El nombre del nuevo primer ministro po-dría saberse antes del fin de semana. Después, tendría que convocarse a nuevas elecciones en un plazo de entre seis meses y un año, por supuesto, antes de los comicios en Estados Unidos.

Traducción: Blanche Petrich


El affaireGuy Philippe, trama armada desde Washington, acusa Pierre-Charles
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Un soldado estadunidense dispara contra manifestantes haitianos durante un patrullaje en las calles de Puerto Príncipe. La cancillería sudafricana pidió a Naciones Unidas que investigue las circunstancias en las que fue depuesto Jean Bertrand Aristide, iniciativa que fue rechazada de inmediato por Washington. El ex mandatario en el exilio manifestó el deseo de retornar a su país FOTO AFP

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