Carecen de seguridad social, derechos laborales y salarios satisfactorios, revela

Sin un empleo "decente", 51% de trabajadores en América Latina: OIT

En América Latina se estima que 51 por ciento de los trabajadores no cuenta con un "empleo decente", es decir, aquel que permita acceder a la seguridad social y a los derechos laborales, así como a un salario satisfactorio. Esto ha generado un incremento del riesgo laboral "que afecta la cohesión social y dificulta la gobernabilidad de los países", además de ser un factor negativo en las perspectivas de recuperación del progreso en la región.

Lo anterior lo revela el Panorama Laboral 2003, realizó por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual establece que dicho riesgo surge como consecuencia del "déficit global de trabajo decente", el cual se caracteriza no sólo por el aumento en las tasas de desempleo o subempleo, "sino por la denegación generalizada de los derechos del trabajo y la protección social".

Indica que si bien se han generado plazas, éstas son de menor calidad, por lo que la productividad laboral no ha mejorado. Al contrario, ésta se redujo en 0.5 por ciento, pues el crecimiento del producto interno bruto, que alcanzó 1.5 por ciento en la región, fue acompañado por un aumento relativamente mayor del empleo, lo que sugiere que la mayoría de los nuevos ocupados tienen un bajo nivel de productividad como resultado del deterioro en la calidad del trabajo.

La capacidad adquisitiva del salario mínimo real urbano, agrega el análisis, se redujo nuevamente con una contracción de 1.6 por ciento en promedio, "como consecuencia tanto de los bajos ajustes de los salarios mínimos nominales, como del impacto que ha tenido la inflación", mientras el aumento promedio de los precios en la región pasó de 7.7 por ciento a 10.2 por ciento, por lo que el nivel de inflación continúa siendo elevado.

En cuanto a la calidad del trabajo, el análisis revela que en la década pasada se ha acentuado el proceso de "privatización" del empleo, ya que de cada cien nuevos ocupados, 94 se insertaron en el sector privado. Respecto a la "informalización" del trababjo indica que 66 de cada cien nuevas plazas creadas entre 1990 y 2002 fueron informales. Dicha situación generó un aumento en la "tercierización" del empleo, dado que la estructura del sector informal está concentrada en los servicios, particularmente en aquellos que son menos productivos por carecer de vínculos con los sectores modernos.

Sin embargo, el trababjo en el sector terciario se sigue expandiendo, pues en la década anterior pasó de 71.2 a 74.1 por ciento del empleo total.

La mayor precarización del trabajo se debe tanto al aumento de la informalidad, advierte el análisis, como a la disminución de la protección social del trabajo, lo cual ha pasado de 66.6 por ciento en 1990 a 63.7 por ciento en 2002. Esto implica que sólo 40 de cada 100 nuevas asalariados tuvieron acceso a los servicios de seguridad social en la década pasada.

LAURA POY